Pueblos, comunidades, cantones se suman a la protesta en medio del silencio mediático. Congreso suspende las libertades individuales
Por Giorgio Trucchi – Rel-UITA
Las imágenes de las protestas y la represión militar en Tegucigalpa han dado la vuelta al mundo. No obstante, hay un sinnúmero de ejemplos de resistencia al golpe de Estado que pasan desapercibidos, y que demuestran que la oposición al gobierno de facto de Roberto Micheletti es mucho más amplia y generalizada de lo que los medios están reportando.
“El pueblo hondureño se moviliza no sólo en la capital, sino que hay expresiones de rechazo a este gobierno golpista en todo el país –explicó a Sirel la integrante de la Comisión Ejecutiva del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), Bertha Cáceres–.
Son acciones muy creativas como la toma de Alcaldías, puentes, carreteras, la activación de radios comunitarias para informar a la gente que vive en lugares muy alejados. Tenemos una comunicación constante con varios líderes comunitarios en todo el territorio nacional y nos reportaron acciones de resistencia en Cortéz, La Ceiba, Colón, Santa Bárbara, Trinidad, Colima, y también en la Mosquitia, Intibuca, Las Flores, Siguatepeque, entre muchos otros.
En una comunidad de Olancho –continuó Cáceres– la gente se armó para sacar a los militares que querían reclutar a los niños, mientras que en Intibuca todos los días hay marchas con gente del COPINH, del magisterio y de la salud. En Lejamani y en el sur del país hubo grandes marchas y la gente se está movilizando hacia la capital, porque la idea es concentrar fuerzas en Tegucigalpa sin descuidar las acciones regionales”, aseveró la dirigente del COPINH.
En Progreso el pasado martes una fuerte manifestación fue reprimida violentamente por parte del Ejército. Hay seis personas presas y algunos heridos.
“Hay mucha gana de luchar por la dignidad del pueblo hondureño y por el regreso del presidente Manuel Zelaya. Pese al boicot mediático, al cierre de las radios y los canales de televisión, la gente se está comunicando por teléfono, escuchando las radios de los países vecinos, y con mecanismos de comunicación popular que el pueblo siempre ha usado en los momentos difíciles”, continuó Cáceres.
Uno de los temas que tiene sumamente preocupadas a las organizaciones populares es el secuestro de jóvenes por parte del Ejército.
En Honduras el servicio militar es voluntario. Sin embargo, después del golpe de Estado se han denunciado varios episodios de reclutamiento forzoso de niños y jóvenes.
Según Cáceres ya existen denuncias en las comunidades de San Esteban, San Francisco de la Paz, Silca y Olanchito de que el Ejército habría llegado de noche a sacar niños y jóvenes para obligarlos a integrarse a las Fuerzas Armadas
Otra forma de represión que se está dando en estos días es obligar a los obreros y obreras de la maquila a participar de las manifestaciones a favor del gobierno de facto.
“Tenemos información de que se van a realizar manifestaciones en Choloma y Ceiba, y a las trabajadoras y trabajadores los están amenazando de que van a perder el puesto de trabajo si no se integran a la movilización. Además les están pagando 11 dólares para que vayan. De hecho, están jugando con la necesidad y la dignidad del pueblo hondureño, aprovechándose de su pobreza”, denunció Bertha Cáceres.
Para la dirigente del COPINH estos ejemplos masivos de resistencia están demostrando que la mayoría de la población no se está dejando amedrentar por la campaña de terror que los pudientes, que controlan la economía y la política del país, comenzaron hace meses.
“La mayoría de la gente quiere una nueva institucionalidad en Honduras, y una vez lograda, los movimientos populares tienen que ser protagonistas de esta nueva fase, para evitar que el país quede nuevamente en mano de estos golpistas”, concluyó.
Hacia un rincón sin salida
Pese al aislamiento internacional, el gobierno de facto de Roberto Micheletti y los demás poderes del Estado parecen enrumbarse hacia un callejón sin salida, y prefieren seguir usando la mano dura.
El Congreso aprobó ayer, 1 de Julio, un decreto con el que suspenden las más importantes libertades individuales de los ciudadanos plasmadas en ocho artículos de la Constitución, dejando prácticamente el país bajo un Estado de Sitio.
Los derechos afectados son la inviolabilidad del domicilio, el derecho a protestar pacíficamente, la libertad de pensamiento y expresión, el derecho de asociación y reunión, extender por más de 24 horas el arresto de un particular sin presentársele cargos, la libertad de movimiento y entrada al país, no poder ser detenido sin un mandato de captura y el derecho a poder pagar una caución para no quedar detenido.
Según algunos diputados, esta medida se aplicaría durante las horas nocturnas en las que todavía rige el “toque de queda”. No obstante, parece estar encaminada a prevenir cualquier manifestación en las calles con motivo del regreso del presidente Manuel Zelaya previsto para el sábado 4, ya que el mandatario decidió esperar que se venza el término de 72 horas impuesto a Micheletti por la OEA, para reintegrarlo en el cargo que le corresponde.
Impresionante manifestación
Lejos de sentirse atemorizados por esta nueva medida, los movimientos populares y las fuerzas sindicales marcharon nuevamente en Tegucigalpa.
Miles de personas atravesaron la ciudad para entregar una carta a la representación diplomática de la OEA en Honduras, redactada por el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado en Honduras, ya Frente Nacional de Resistencia Popular.
Entre cantos y consignas los manifestantes llegaron hasta el Parque Central de la capital, mientras más gente se sumaba a esta manifestación que tiene el objetivo de mantener alto el perfil de la protesta.
“Desde el domingo 28 estamos en movilización permanente. Hoy fuimos a la OEA y mañana vamos a movilizarnos hacia el Congreso –dijo Carlos H. Reyes secretario general del STIBYS, quien ya desde el día de ayer volvió a aparecer en las calles después de la persecución del lunes 29–. Lo importante aquí es que la gente no tiene miedo y sale a marchar, y eso está ocurriendo en todo el país. La prensa vendida, golpista, sigue diciendo que todo está tranquilo. Son unos farsantes y esta es la respuesta”, concluyó.
Por Giorgio Trucchi – Rel-UITA
Las imágenes de las protestas y la represión militar en Tegucigalpa han dado la vuelta al mundo. No obstante, hay un sinnúmero de ejemplos de resistencia al golpe de Estado que pasan desapercibidos, y que demuestran que la oposición al gobierno de facto de Roberto Micheletti es mucho más amplia y generalizada de lo que los medios están reportando.
“El pueblo hondureño se moviliza no sólo en la capital, sino que hay expresiones de rechazo a este gobierno golpista en todo el país –explicó a Sirel la integrante de la Comisión Ejecutiva del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), Bertha Cáceres–.
Son acciones muy creativas como la toma de Alcaldías, puentes, carreteras, la activación de radios comunitarias para informar a la gente que vive en lugares muy alejados. Tenemos una comunicación constante con varios líderes comunitarios en todo el territorio nacional y nos reportaron acciones de resistencia en Cortéz, La Ceiba, Colón, Santa Bárbara, Trinidad, Colima, y también en la Mosquitia, Intibuca, Las Flores, Siguatepeque, entre muchos otros.
En una comunidad de Olancho –continuó Cáceres– la gente se armó para sacar a los militares que querían reclutar a los niños, mientras que en Intibuca todos los días hay marchas con gente del COPINH, del magisterio y de la salud. En Lejamani y en el sur del país hubo grandes marchas y la gente se está movilizando hacia la capital, porque la idea es concentrar fuerzas en Tegucigalpa sin descuidar las acciones regionales”, aseveró la dirigente del COPINH.
En Progreso el pasado martes una fuerte manifestación fue reprimida violentamente por parte del Ejército. Hay seis personas presas y algunos heridos.
“Hay mucha gana de luchar por la dignidad del pueblo hondureño y por el regreso del presidente Manuel Zelaya. Pese al boicot mediático, al cierre de las radios y los canales de televisión, la gente se está comunicando por teléfono, escuchando las radios de los países vecinos, y con mecanismos de comunicación popular que el pueblo siempre ha usado en los momentos difíciles”, continuó Cáceres.
Uno de los temas que tiene sumamente preocupadas a las organizaciones populares es el secuestro de jóvenes por parte del Ejército.
En Honduras el servicio militar es voluntario. Sin embargo, después del golpe de Estado se han denunciado varios episodios de reclutamiento forzoso de niños y jóvenes.
Según Cáceres ya existen denuncias en las comunidades de San Esteban, San Francisco de la Paz, Silca y Olanchito de que el Ejército habría llegado de noche a sacar niños y jóvenes para obligarlos a integrarse a las Fuerzas Armadas
Otra forma de represión que se está dando en estos días es obligar a los obreros y obreras de la maquila a participar de las manifestaciones a favor del gobierno de facto.
“Tenemos información de que se van a realizar manifestaciones en Choloma y Ceiba, y a las trabajadoras y trabajadores los están amenazando de que van a perder el puesto de trabajo si no se integran a la movilización. Además les están pagando 11 dólares para que vayan. De hecho, están jugando con la necesidad y la dignidad del pueblo hondureño, aprovechándose de su pobreza”, denunció Bertha Cáceres.
Para la dirigente del COPINH estos ejemplos masivos de resistencia están demostrando que la mayoría de la población no se está dejando amedrentar por la campaña de terror que los pudientes, que controlan la economía y la política del país, comenzaron hace meses.
“La mayoría de la gente quiere una nueva institucionalidad en Honduras, y una vez lograda, los movimientos populares tienen que ser protagonistas de esta nueva fase, para evitar que el país quede nuevamente en mano de estos golpistas”, concluyó.
Hacia un rincón sin salida
Pese al aislamiento internacional, el gobierno de facto de Roberto Micheletti y los demás poderes del Estado parecen enrumbarse hacia un callejón sin salida, y prefieren seguir usando la mano dura.
El Congreso aprobó ayer, 1 de Julio, un decreto con el que suspenden las más importantes libertades individuales de los ciudadanos plasmadas en ocho artículos de la Constitución, dejando prácticamente el país bajo un Estado de Sitio.
Los derechos afectados son la inviolabilidad del domicilio, el derecho a protestar pacíficamente, la libertad de pensamiento y expresión, el derecho de asociación y reunión, extender por más de 24 horas el arresto de un particular sin presentársele cargos, la libertad de movimiento y entrada al país, no poder ser detenido sin un mandato de captura y el derecho a poder pagar una caución para no quedar detenido.
Según algunos diputados, esta medida se aplicaría durante las horas nocturnas en las que todavía rige el “toque de queda”. No obstante, parece estar encaminada a prevenir cualquier manifestación en las calles con motivo del regreso del presidente Manuel Zelaya previsto para el sábado 4, ya que el mandatario decidió esperar que se venza el término de 72 horas impuesto a Micheletti por la OEA, para reintegrarlo en el cargo que le corresponde.
Impresionante manifestación
Lejos de sentirse atemorizados por esta nueva medida, los movimientos populares y las fuerzas sindicales marcharon nuevamente en Tegucigalpa.
Miles de personas atravesaron la ciudad para entregar una carta a la representación diplomática de la OEA en Honduras, redactada por el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado en Honduras, ya Frente Nacional de Resistencia Popular.
Entre cantos y consignas los manifestantes llegaron hasta el Parque Central de la capital, mientras más gente se sumaba a esta manifestación que tiene el objetivo de mantener alto el perfil de la protesta.
“Desde el domingo 28 estamos en movilización permanente. Hoy fuimos a la OEA y mañana vamos a movilizarnos hacia el Congreso –dijo Carlos H. Reyes secretario general del STIBYS, quien ya desde el día de ayer volvió a aparecer en las calles después de la persecución del lunes 29–. Lo importante aquí es que la gente no tiene miedo y sale a marchar, y eso está ocurriendo en todo el país. La prensa vendida, golpista, sigue diciendo que todo está tranquilo. Son unos farsantes y esta es la respuesta”, concluyó.
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