Por Ofraneh
La reciente ratificación
en el Congreso Nacional de la Ley de Promoción del Desarrollo y
Reconversión de Deuda Interna, apertura la subasta de los bienes
comunes, como un medio para poder remediar el desastre financiero al que
ha sido condenado Honduras.
La
actual administración pasará a la historia, como un gobierno espurio
surgido bajo la sombra del Golpe de Estado del año 2009, y afligido por
una espiral de violencia que nos ha conducido a vivir en el país mas
violento del mundo. Mientras Honduras sucumbe en un mar de sangre, los
diputados -en su gran mayoría veteranos del golpe- han tenido en más de
tres años la oportunidad de reafirmar la famosa sentencia de Sam "the
banana man" Zemurray, el que en 1911 señaló "en Honduras una mula vale
mas que un diputado".
La subasta de Honduras al capital extranjero por retazos
La
Ley en cuestión en su artículo 2, señala: "para la implementación del
Programa anteriormente descrito se autoriza a la Secretaría de Finanzas
para que estructure un fideicomiso en el Banco Central de Honduras, el
cual hará la función de custodio de los activos objeto de este programa,
cuyo patrimonio podrá estar constituido por los proyectos de
explotación racional de recursos naturales e infraestructura
relacionadas en la presente Ley y que no hayan sido concesionados o
sujetos a Alianza Publico-Privada de conformidad a la ley respectiva".
La
actual administración, se ha caracterizado por la entrega de
territorios y recursos como una súbita solución a la grave crisis
financiera en el país. Honduras viene arrastrando durante décadas un
impresionante déficit fiscal, producto entre otras de la evasión de
impuestos por parte de la élite de poder. El país se encuentra en una
subasta de sus bienes al capital extranjero, promovido por un grupúsculo
de tecnócratas hondureños y extranjeros, para los cuales el concepto de
soberanía nacional es una idea totalmente obsoleta.
Desde
hace años se viene fraguando la destrucción de la propiedad comunitaria
de los pueblos indígenas, la que en el Capítulo II, Art. 100 de la Ley
de Propiedad ya recibió su tiro de gracia. Casualmente la autoría de la
Ley de Propiedad recae sobre Octavio Sánchez
impulsor de la depuesta Ley de Ciudades Modelo (Ley RED), reencarnada
como la Ley ZEDE (la soberanía), en estas leyes se encuentra la huella
indeleble de Sanchez, Superintendente de COALIANZA y libertario de ultraderecha.
El Consenso de Washington: privatizaciones y la eliminación de barreras
Para
el Consenso de Washington, el neoliberalismo sirvió de catalizador de
las privatizaciones y la "apertura comercial" en Honduras promovidas por
el imperio, ingredientes neocoloniales ratificados con en Plan de País
y Visión de País del actual régimen contradictoriamente nacionalista.
Con las leyes emitidas para la flexibilización del mercado laboral y la
protección a la inversión extranjera, además de la subasta de ríos y la
entrega de los yacimientos de hidrocarburos de la plataforma
continental frente a la Moskitia, la actual dictadura civil se ilusionó
con el arribo masivo de capitales extranjeros dispuestos a invertir en
el país mas violento del mundo.
El
colapso institucional que sufre Honduras va mas allá de la precariedad
ética, existiendo lo que podemos denominar un complot para profundizar
la condición de estado fallido. Solo así se explica el hecho de que en
nuestro país, se este impulsando la idea de rematar los bienes comunes,
bajo el pretexto de refinanciar o pagar la deuda interna. Ciertamente
los subastadores - en este caso COALIANZA- desconocen la dimensión y el
valor mas allá de lo económico de los bienes, que forman parte de la
colectividad y que han sido cuidados con esmero durante siglos: bosques,
rios, playas, el mar, semillas, conocimientos tradicionales, entre
otros, forman parte del acervo, tanto de los pueblos indígenas como de
los hondureños en general.
Proceder
a subastar el país con el pretexto de lograr el “desarrollo”, no es mas
que la corroboración del fracaso de la doctrina económica impuesta a
partir de la segunda guerra mundial por los Estados Unidos y la que se
ha convertido en un dogma para todo el espectro político.
El Derecho romano y las categorías de propiedad impersonal
El
garrafal desconocimiento del derecho consuetudinario por parte del
Estado de Honduras, nos impulsa a indagar sobre los diversos orígenes e
importancia del derecho colectivo. Brewster Kneen en un artículo
intitulado "Redefiniendo la Propiedad:
sobre la propiedad privada, o comunal y el dominio público", nos señala
las diferentes categorías de propiedad comunal entre los romanos: Res
Nullius (las cosas que no pertenecen a nadie), Res Communes (las que
todos de cierta forma utilizamos (mares, aire,etc), Res publicae
(propiedad publica como parques, puentes, represas), Res Universitates
(cosas que pertenecen a un grupo público, tales como iglesias,
universidades) Res divini juris (bienes que no le pertenecen a
nadie por su condición sagrada, algunos incluyen entre estas la
semillas, conocimiento tradicional e incluso la tierra).
El
papel que ha jugado la propiedad comunitaria a lo largo de la historia
nos faculta a señalar que ésta se encuentra ligada a la perpetuación del
conocimiento y la cultura, lo contrario de la propiedad privada basada
en la acumulación y la denegación del bien común.
En
Honduras se suele omitir incluso las grandes diferencias existentes
entre propiedad comunitaria y comunal, llegando los promotores de la
propiedad privada al extremo de asegurar que la propiedad comunitaria es
un impedimento para el "desarrollo". La conversión de los bienes
comunes en recursos ociosos, no es mas que un saqueo de los bienes
comunes y una total entrega de la soberanía al capital extranjero.
El Derecho a la Consulta y el Derecho a la Insubordinación
Los
pueblos indígenas tienen derecho a ser consultados sobre todas aquellos
planes, proyectos o programas que el Estado impulse y que pudiesen
afectar o conculcar sus derechos tanto individuales o colectivos, tal
como esta consignado en el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de
las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, ambos
instrumentos ratificados por el Estado de Honduras.
Mientras
en Honduras la dictadura civil se apresta a efectuar un listado de los
bienes comunes para subastarlos, los pueblos indígenas hemos venido
enfrentando en los últimos tres años masivas usurpaciones de nuestros
territorios, así como intentos de diluir nuestra identidad, como en el
caso de los Garífunas, cuando se pretende negar nuestra identidad
indígena para convertirnos en simples afrodescendientes.
El
pueblo hondureño, merece un mejor destino, no podemos aceptar
pasivamente ese plan de muerte al que han nos han condenado el
grupúsculo de poder fáctico que controla este país. NUNCA aceptaremos
que los Atala, Kafie, Rosenthal, Facusse, Larach, Nasser, Goldstein,
Ferrari, tengan supuestamente mas derechos que nosotros.
La
entrega de nuestros bienes comunes al mejor postor solo traerá mas:
miseria, violencia, desplazamientos, perdida de la identidad cultural,
migración, hambre, entrega de la soberanía.
Por
eso, hacemos un llamado al pueblo hondureño a insubordinarse contra la
confirmación del plan de muerte al que nos tienen sometid@s. EXIJAMOS
CONSULTA, sobre las decisiones que nos afecten, tenemos derecho a
opinar, tenemos derecho a decir NO a la subasta del país.
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