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Por Giorgio Trucchi | LINyM
El cardenal hondureño y arzobispo de Tegucigalpa Óscar Rodríguez Maradiaga, fue nombrado por el papa Francisco como coordinador de un grupo de ocho cardenales, que lo asesorarán en el proyecto de reforma de la Curia romana.
Hace ocho años, el cardenal Rodríguez figuró como uno de los posibles sucesores del papa Juan Pablo II, sin embargo su imagen quedó seriamente opacada por la posición adoptada ante el golpe de Estado cívico-militar, que en 2009 derrocó al presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya Rosales.
Para buena parte de la población hondureña, el cardenal mostró falta de beligerancia y hasta complicidad con los poderes fácticos que orquestaron, ejecutaron y llevaron adelante el golpe, lo cual llevó a una dolorosa ruptura con el purpurado.
En aquella ocasión, la Lista Informativa "Nicaragua y más" (LINyM) publicó un artículo en el cual se analizaba el papel desempeñado por el cardenal Óscar Rodríguez durante el golpe.
"La actitud abiertamente pro-golpe y a favor del gobierno de facto de Roberto Micheletti, las insinuaciones sobre delitos supuestamente cometidos por Zelaya, así como el llamado a no intentar regresar al país 'para evitar un baño de sangre', fueron mucho más que palabras proféticas.
El día siguiente, el joven Isis Obed Murillo, el primer mártir de la Resistencia, fue asesinado por las balas homicidas de los militares, Zelaya no pudo aterrizar en el aeropuerto de Tegucigalpa, y el cardenal, con el apoyo de la Conferencia Episcopal de Honduras, coronó la campaña "anti-zelaysta" iniciada mucho antes.
Pocos días antes del fatídico 28 de junio, la jerarquía católica hondureña había expresado públicamente su desacuerdo con el proyecto y la instalación de la Cuarta Urna y de una Asamblea Constituyente.
'Yo no miro claro el panorama, porque lo que se ha dado en Venezuela se está dando en Honduras, se dio en Bolivia y en Ecuador. Yo aquí en todo miro la mano del presidente venezolano Hugo Chávez y el país no se puede entregar al chavismo ni a nadie, pues queremos seguir siendo libres e independientes', dijo monseñor Darwin Andino, obispo de la capital, un día antes del golpe.
Aun más fuerte y clara la posición de la Conferencia Episcopal de Honduras. Durante su discurso ante los medios, el cardenal Rodríguez dio lectura al comunicado de los obispos. 'La destitución de Zelaya servirá para edificar y emprender un nuevo camino, una nueva Honduras (…) es un nuevo punto de partida para el diálogo, el consenso y la reconciliación'.
El día siguiente, el joven Isis Obed Murillo, el primer mártir de la Resistencia, fue asesinado por las balas homicidas de los militares, Zelaya no pudo aterrizar en el aeropuerto de Tegucigalpa, y el cardenal, con el apoyo de la Conferencia Episcopal de Honduras, coronó la campaña "anti-zelaysta" iniciada mucho antes.
Pocos días antes del fatídico 28 de junio, la jerarquía católica hondureña había expresado públicamente su desacuerdo con el proyecto y la instalación de la Cuarta Urna y de una Asamblea Constituyente.
'Yo no miro claro el panorama, porque lo que se ha dado en Venezuela se está dando en Honduras, se dio en Bolivia y en Ecuador. Yo aquí en todo miro la mano del presidente venezolano Hugo Chávez y el país no se puede entregar al chavismo ni a nadie, pues queremos seguir siendo libres e independientes', dijo monseñor Darwin Andino, obispo de la capital, un día antes del golpe.
Aun más fuerte y clara la posición de la Conferencia Episcopal de Honduras. Durante su discurso ante los medios, el cardenal Rodríguez dio lectura al comunicado de los obispos. 'La destitución de Zelaya servirá para edificar y emprender un nuevo camino, una nueva Honduras (…) es un nuevo punto de partida para el diálogo, el consenso y la reconciliación'.
Muchos también los señalamientos acerca de un supuesto involucramiento del Opus Dei en el golpe".
Sin beligerancia
El comportamiento del Cardenal ante el golpe y su falta de beligerancia fue fuertemente cuestionada. Durante la grave crisis que golpeó al país centroamericano, no hubo un solo llamado para que se detuviese la violencia contra la resistencia y la protesta popular.
"Ni una sola palabra del cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga y de la jerarquía católica, a excepción del obispo de Copán, Luis Alfonso Santos, sobre las decenas de personas que fueron asesinadas por la policía, el ejército y los grupos paramilitares, y las miles que sufrieron graves violaciones de los derechos humanos durante y después del golpe.
Siquiera una señal de condena por la persecución contra hombres de la Iglesia, como el padre Andrés Tamayo, quien fue privado de la nacionalidad hondureña y fue expulsado del país, o el padre jesuita Ismael Moreno (Padre Melo) y el sacerdote Fausto Milla, amenazados de muerte y perseguidos por su trabajo pastoral al lado de los más pobres y por sus actividades de denuncia contra el golpe".
Siquiera una señal de condena por la persecución contra hombres de la Iglesia, como el padre Andrés Tamayo, quien fue privado de la nacionalidad hondureña y fue expulsado del país, o el padre jesuita Ismael Moreno (Padre Melo) y el sacerdote Fausto Milla, amenazados de muerte y perseguidos por su trabajo pastoral al lado de los más pobres y por sus actividades de denuncia contra el golpe".
Cardenal Rodríguez en Italia
Pese a que ahora su imagen está siendo "limpiada" con su reciente nombramiento como coordinador del grupo de purpurados que asesorará al Papa Francisco en el proyecto de reforma de la Curia romana, su visita en Italia en 2010 no pasó desapercibida.
"NO GRATO fue el escueto pero significativo mensaje de la avalancha de e-mail que fueron enviados a la Comunidad San Egidio y al Instituto Italo-LatinoAmericano (IILA), organizaciones que invitaron a Mons. Oscar Rodríguez Maradiaga para hablar de 'los cambios en América Latina'.
Sin embargo, su presencia no solo no pasó desapercibida, lanzando de esa manera una clara advertencia de que en cualquier parte del mundo vayan, los responsables y corresponsables del golpe en Honduras serán señalados por los delitos cometidos, sino que se levantaron voces en medio del propio acto, recordando a los presentes lo absurdo de esta incómoda presencia en Italia".
Sin embargo, su presencia no solo no pasó desapercibida, lanzando de esa manera una clara advertencia de que en cualquier parte del mundo vayan, los responsables y corresponsables del golpe en Honduras serán señalados por los delitos cometidos, sino que se levantaron voces en medio del propio acto, recordando a los presentes lo absurdo de esta incómoda presencia en Italia".
Fue el caso de la periodista italiana y defensora de los derechos humanos Annalisa Melandri, quien ya había denunciado la presencia del Cardenal en Italia a través de su página web (www.annalisamelandri.it), y que se
hizo presente en la actividad, dando lectura a una carta en la que
volvió a expresar el sentir de millones de personas que en el mundo se solidarizaron con el pueblo hondureño en resistencia.
“Usted, monseñor, habló del 20 por ciento de la población que en el mundo controla el 80 por ciento del PIB mundial. En Honduras rige un sistema en el que 10 familias poseen la casi totalidad de la riqueza y del poder del país, controlan las instituciones y junto con las jerarquías católicas y eclesiásticas, administran cada aspecto de la vida social y económica.
El golpe se dio para defender este sistema social y el cardenal (Rodríguez) Maradiaga lo bendijo, así como bendijo todas las violaciones a los derechos humanos que se perpetraron para respaldarlo (el golpe).
El golpe se dio para defender este sistema social y el cardenal (Rodríguez) Maradiaga lo bendijo, así como bendijo todas las violaciones a los derechos humanos que se perpetraron para respaldarlo (el golpe).
En los días sucesivos a la expulsión de Zelaya se registraron 50 muertos, 500 heridos y un millar de detenciones arbitrarias, mientras hoy siguen los asesinatos de líderes comunitarios, miembros del Frente de Resistencia (FNRP), militantes y activistas. Por lo tanto, consideramos que Usted es cómplice de los crímenes cometidos durante y después del golpe de Estado y la declaramos persona NO GRATA en nuestro país”, concluyó Melandri.
Lamentablemente, a menos de 4 años del golpe y a pocos meses de los comicios electorales en Honduras, donde el partido Libertad y Refundación (Libre), surgido de la Resistencia, y su candidata Xiomara Castro se están perfilando como posibles vencedores, el Vaticano da un espaldarazo y un lavado de cara a monseñor Rodríguez y a toda la Conferencia Episcopal hondureña.
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