domingo, 19 de septiembre de 2010

Palma Africana = Paramilitarismo en el Bajo Aguan

























OFRANEH


La serie de asesinatos que se han dado en los últimos días en el Bajo Aguan, señalan como cada día nos acercamos a una solución militar a un conflicto agrario, con repercusiones sociales para todos los hondureños.


La concentración de enormes extensiones de tierras, en manos de unos cuantos empresarios, se ha convertido en una pesadilla social, donde miles de familias se encuentran sin medios de producción, convertidos en empleados ocasionales de los señores de la palma aceitera.

Desde la reversión de la reforma agraria, por intermedio de la Ley de Modernización Agrícola (1992), conocida como la Ley de Liquidación Agraria, comenzó en Honduras la implementación del neoliberalismo fundamentalista, que ha convertido a Honduras en una de las zonas de mayor pobreza en el continente.

El año pasado, posterior al golpe de estado, perpetrado por la oligarquía y el ejercito, siguiendo los mandatos dictados por las tropas de ocupación instaladas en la Base Alfonso Cano (Palmerola); comenzó un capitulo de ofensiva en contra de los movimientos sociales existentes el país.

Los medios de comunicación de la elite de poder, se encargaron de crear las condiciones y la manipulación de opinión para tratar de justificar la represión salvaje y el saqueo de los bienes del estado que se dieron durante el gobierno de facto de Roberto Micheletti.

La sucesión constitucional - como denominaron los expertos en aberraciones jurídicas al golpe - fue aprobada por el imperio, el que a través de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos le dieron el visto bueno a esta nueva modalidad de golpe de estado.

Mientras el país se mantenía en vilo, ante las agresiones de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Seguridad, se comenzó el ingreso al país de paramilitares provenientes de Colombia, contratados por los amos del Bajo Aguan para la protección de sus intereses económicos.

El Movimiento Campesino del Bajo Aguan (MUCA) ha venido de forma eficaz organizando a los campesinos desposeídos de esa zona de Honduras, se convirtió en el objetivo del sicariato contratado por los señores Miguel Facussé, Reinaldo Canales y René Morales, los cuales están acostumbrados a sus condiciones de señores feudales para decidir sobre las vida e intereses de miles de campesinos hondureños que carecen de medios de producción.

Los asesinatos de Francisco Miranda Ortega, Víctor Manuel Mata, Sergio Magdiel Amaya, Rodving Omar Villegas, Oscar Geovanny Ramírez ocurridos en las últimas semanas tienen todas las características de haber sido perpetrados por los paramilitares que actúan bajo la protección de las fuerzas de seguridad del estado que tienen copada la zona, con miles de elementos altamente pertrechados.

Los medios de desinformación, propiedad de la elite de poder nacional, señalaron el asesinato de Francisco Miranda, como producto de rencillas internas ente los miembros del MUCA. Es obvio que está maniobra esta destinada a hacer creer que existe una división interna entre los campesinos afiliados al Muca, y asi poder crear una cortina de humo sobre los asesinatos cometidos por los paramilitares.

Ya el año pasado la BBC en español había publicado el 9 de octubre un artículo (1) sobre la presencia de paramilitares colombianos en Honduras. La noticia fue desvanecida por lo medios locales; los que más bien este año, coincidiendo con la visita del presidente de América Uno (organización latinoamericana de ultraderecha), el sindicado de terrorismo Alejandro Peña Esclusa, comenzaron una campaña de difamación en contra del MUCA, señalando la existencia de células guerrilleras en el Bajo Aguan. Peña Esclusa dedicó buena parte de sus intervenciones para acusar al movimiento campesino del Bajo Aguan como un complot internacional enraizado en el Foro de Sao Paulo.

El despliegue de efectivos, el tipo de armamento y la tecnología de punta en vigilancia electrónica, hace imposible creer que se pueda crear una célula guerrillera, que lo único que serviría es como excusa para demoler al MUCA y avasallar los reclamos de las miles de familias desposeídas que existen en esta Honduras feudal.

El acaparamiento de tierras que se vive en el planeta como parte de la crisis creada por los agrocombustibles, tienen sus repercusiones sobre todo en donde existen enormes poblaciones desposeídas. La ong Manos Unidas señala (2) que entre 15 a 20 millones de hectáreas de tierras cultivables de los países mas pobres del planeta pasaron a manos de capitales privados extranjeros. Este nuevo colonialismo ha servido pero incrementar el precio de la tierra, al mismo tiempo que entramos en un nuevo ciclo de especulaciones sobre productos agrícolas, donde la pérfida corredora de bolsa Goldman Sachs (3) juega con los precisos de los alimentos.

La crisis del Bajo Aguan requiere una solución negociada y no es a través del terror que se logran neutralizar los conflictos sociales. Son muchos los vinculados a la administración del Sr. Pepe Lobo, que están convencidos de utilizar la violencia, para frenar reclamos sociales que se remonta a décadas atrás

Notas:

(1) http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/10/091009_honduras_denuncia_paramilitares_mr.shtml
(2) http://www.europapress.es/epsocial/ong-y-asociaciones/noticia-cerca-20-millones-hectareas-tierra-cultivable-paises-pobres-paso-manos-extranjeras-tres-anos-20100719163056.html
(3) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=110886

17 de Septiembre del 2010

Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH


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