Por Giorgio Trucchi
Concluyó ayer (6/5) en la ciudad norteña de San Pedro Sula el evento empresarial “Honduras is open for business”, en el que participaron unos 1,500 empresarios de 55 países, para examinar los 147 proyectos presentados por el régimen hondureño. Una inversión que supera los 14 mil millones de dólares. Un plato demasiado apetitoso para dejarse distraer por la sangre que corría en las calles y las plantaciones del país.
Durante los dos días del megaevento empresarial que volvió a posicionar a Honduras ante los ojos del mundo, el país vivió una situación de esquizofrenia.
Por un lado miles de empresarios nacionales e internacionales envueltos en una burbuja invisible, trabajando alacremente para repartirse el país, escuchando atentos las disertaciones de hábiles comunicadores y por el otro, el pueblo en resistencia.
Miles de personas exigiendo frenar esos proyectos que, según ellos y ellas, van a traer más pobreza, desregularización, flexibilización y precarización del trabajo, saqueo de los recursos naturales, pérdida de territorio y violación a los derechos humanos.
“Aquí estamos, vengan, inviertan y ustedes van a ayudarnos a seguir adelante con esa lucha heroica de invertir. Ganaremos ambos, nuestro pueblo con una oportunidad de ingreso para su familia y ustedes crecerán cada vez más con sus empresas”, pontificó Porfirio Lobo en su discurso de clausura del evento, mientras por las calles de San Pedro Sula los policías antimotines reprimían salvajemente a la manifestación pacífica de la Resistencia.
Mientras el régimen comunicaba la decisión de conformar dos instancias públicas para darle continuidad a las múltiples relaciones comerciales iniciadas en el marco de la actividad, y se reunía con empresarios internacionales para mostrarles los beneficios del nuevo marco legal que desregula el mercado del trabajo, otorga beneficios fiscales y liberaliza la inversión extranjera, en las afueras de la sede del evento decenas de personas eran golpeadas y detenidas.
Según relata la Red Morazánica de Información, diferentes organizaciones estudiantiles y miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) se reconcentraron para protestar en las inmediaciones de la Univesidad Nacional Autónoma de San Pedro Sula.
“Alrededor de las 10:30 de la mañana, policías, militares, tanquetas y cuerpos antimotines se desplazaron hasta este lugar, donde minutos después dieron inicio a la brutal represión, lanzando gran cantidad de bombas lacrimógenas, chorros de líquido urticante, piedras y hasta bala viva”, senaló la Red Morazánica de Información.
Los cuerpos represivos del Estado se abalanzaron con su acostumbrada violencia hasta contra un camarógrafo de Globo Tv, quien sufrió graves heridas en la cabeza y golpes en todo el cuerpo, y tuvo que ser hospitalizado.
Uriel Gudiel Rodríguez, quien en el pasado recibió amenazas y agresiones por los policías por su cobertura de las acciones represivas en contra de la población, fue brutalmente agredido mientras desempeñaba su labor periodística. “La suerte del camarógrafo pudo haber sido otra de no ser por la intervención de varias personas que se lo quitaron de las manos a los policías”, relató Tomy Morales, periodista de Defensores en Línea.
Según Bertha Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), lo que ha ocurrido es monstruoso, “porque sus agresores sabían a quién atacaban, y eso demuestra que hay una clara persecución contra los periodistas que deciden decir la verdad.
Pretender callar al pueblo, generar el terror. Levantemos los puños, no para agredir, sino para señalar a los culpables de estas acciones atroces”, aseveró Oliva a Defensores en Línea.
Después del golpe de Estado, Honduras se ha transformado en uno de los países más peligrosos para los periodistas. Diez comunicadores fueron asesinados y los ataques contra ese gremio están a la orden del día.
Represión campesina
Igual situación vivieron centenares de campesinos de la cooperativa La Trinidad en el Bajo Aguán, zona donde los empresarios reunidos en San Pedro Sula pretenden desarrollar 6 de los 147 proyectos.
Concluyó ayer (6/5) en la ciudad norteña de San Pedro Sula el evento empresarial “Honduras is open for business”, en el que participaron unos 1,500 empresarios de 55 países, para examinar los 147 proyectos presentados por el régimen hondureño. Una inversión que supera los 14 mil millones de dólares. Un plato demasiado apetitoso para dejarse distraer por la sangre que corría en las calles y las plantaciones del país.
Durante los dos días del megaevento empresarial que volvió a posicionar a Honduras ante los ojos del mundo, el país vivió una situación de esquizofrenia.
Por un lado miles de empresarios nacionales e internacionales envueltos en una burbuja invisible, trabajando alacremente para repartirse el país, escuchando atentos las disertaciones de hábiles comunicadores y por el otro, el pueblo en resistencia.
Miles de personas exigiendo frenar esos proyectos que, según ellos y ellas, van a traer más pobreza, desregularización, flexibilización y precarización del trabajo, saqueo de los recursos naturales, pérdida de territorio y violación a los derechos humanos.
“Aquí estamos, vengan, inviertan y ustedes van a ayudarnos a seguir adelante con esa lucha heroica de invertir. Ganaremos ambos, nuestro pueblo con una oportunidad de ingreso para su familia y ustedes crecerán cada vez más con sus empresas”, pontificó Porfirio Lobo en su discurso de clausura del evento, mientras por las calles de San Pedro Sula los policías antimotines reprimían salvajemente a la manifestación pacífica de la Resistencia.
Foto defensoresenlinea.com |
Según relata la Red Morazánica de Información, diferentes organizaciones estudiantiles y miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) se reconcentraron para protestar en las inmediaciones de la Univesidad Nacional Autónoma de San Pedro Sula.
“Alrededor de las 10:30 de la mañana, policías, militares, tanquetas y cuerpos antimotines se desplazaron hasta este lugar, donde minutos después dieron inicio a la brutal represión, lanzando gran cantidad de bombas lacrimógenas, chorros de líquido urticante, piedras y hasta bala viva”, senaló la Red Morazánica de Información.
Los cuerpos represivos del Estado se abalanzaron con su acostumbrada violencia hasta contra un camarógrafo de Globo Tv, quien sufrió graves heridas en la cabeza y golpes en todo el cuerpo, y tuvo que ser hospitalizado.
Uriel Gudiel Rodríguez, quien en el pasado recibió amenazas y agresiones por los policías por su cobertura de las acciones represivas en contra de la población, fue brutalmente agredido mientras desempeñaba su labor periodística. “La suerte del camarógrafo pudo haber sido otra de no ser por la intervención de varias personas que se lo quitaron de las manos a los policías”, relató Tomy Morales, periodista de Defensores en Línea.
Según Bertha Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), lo que ha ocurrido es monstruoso, “porque sus agresores sabían a quién atacaban, y eso demuestra que hay una clara persecución contra los periodistas que deciden decir la verdad.
Pretender callar al pueblo, generar el terror. Levantemos los puños, no para agredir, sino para señalar a los culpables de estas acciones atroces”, aseveró Oliva a Defensores en Línea.
Después del golpe de Estado, Honduras se ha transformado en uno de los países más peligrosos para los periodistas. Diez comunicadores fueron asesinados y los ataques contra ese gremio están a la orden del día.
Represión campesina
Igual situación vivieron centenares de campesinos de la cooperativa La Trinidad en el Bajo Aguán, zona donde los empresarios reunidos en San Pedro Sula pretenden desarrollar 6 de los 147 proyectos.
Mientras los futuros inversores escuchaban atentos las palabras de los panelistas, entre ellos el magnate mexicano Carlos Slim y el ex mandatario colombiano, Álvaro Uribe, unos 300 campesinos del Movimiento Autentico Reivindicador Campesino del Aguan (MARCA) eran atacados y acorralados por militares, policias y guardias de seguridad del terrateniente y productor palmero René Morales.
Dos campesinos fueron baleados con armas de grueso calibre y sus compañeros denunciaron que estaban cercados por el Ejército y la Policía, y que se han quedado sin agua ni alimentos. Sin embargo resisten y dicen estar dispuestos a morir. “Mejor que nos maten defendiendo nuestras tierras que seguir sufriendo hambre y pobreza”.
¡Mira qué ingenuos estos estudiantes, obreros, campesinos, pueblo en resistencia! ¿No saben que en San Pedro Sula la élite empresarial del mundo ya está preparando su futuro? Porque, como dice el señor Porfirio Lobo, “ganaremos ambos”: negocios para nosotros y trabajo, gas y palo para los otros.
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