Se necesita la solidaridad nacional e internacional para frenar ese proyecto asesino
por Giorgio Trucchi
Las informaciones que llegan del Bajo Aguán, en la zona del Atlántico hondureño, son sumamente preocupantes. Miles de soldados fuertemente armados siguen movilizándose hacia esa zona, donde las organizaciones campesinas que integran el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) están llevando a cabo un proceso de recuperación de miles de hectáreas de tierra. Tierras que reclaman y que dicen estar dispuestos a defender pese a la brutal presión y represión desatadas en los últimos meses.
Ante esta difícil situación, que pronto podría desembocar en una verdadera masacre, y ante el silencio generalizado de la gran mayoría de los medios nacionales e internacionales, el MUCA, el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y las organizaciones de derechos humanos y populares de Honduras, hacen un llamado a las organizaciones internacionales para que se movilicen y solidaricen con la lucha de las organizaciones campesinas.
Para analizar esta situación, la Lista Informativa “Nicaragua y más” conversó con Betty Matamoros, miembro del FNRP y del Bloque Popular de Honduras.
-¿Cuáles son las noticias que están llegando del Bajo Aguán?
-Las comunidades campesinas están viviendo una situación verdaderamente agobiente. Están cercadas por los militares, con una actitud amenazante y ya nos han comunicado que han comenzado a disparar ráfagas para generar terror entre la gente. Han movilizado decenas de Comandos hacia el Bajo Aguán y la gente nos dice que siquiera durante la guerra habián visto tantos militares como ahora.
Los campesinos se sienten traicionados por su misma patria, y solo por reclamar su legítimo derecho de tener acceso a la tierra. Nos duele muchísimo ver como el ejército se preste a esa maniobra solamente para seguir el mandato de tres terratenientes (Miguel Facussé, René Morales y Reinaldo Canales).
-¿Cómo se enmarca lo que está ocurriendo en estas horas dentro de la situación política que vive Honduras después de la toma de posesión de Porfirio Lobo?
-Es algo que sabíamos iba a ocurrir. Venimos de una dictadura impuesta con un golpe de Estado y la que tenemos hoy es una continuación de esa misma dictadura, que se ha tratado de legalizar a través de elecciones ilegítimas. La dictadura sigue y sus principales artífices siguen en el poder, reprimiendo a la población.
-Una vez más el conflicto por el acceso a la tierra deja un saldo de víctimas entre la población más pobre del país...
-El tema de la tierra en Honduras viene arrastrándose desde hace muchos años. Con el gobierno de Rafael Leonardo Callejas se vendió la idea de que se iba a modernizar el Estado y se cambió también la política agraria, afectando enormemente al campesinado.
Ese proceso dejó a la mayoría de los campesinos sin tierra, sin dinero y sin ningún tipo de respaldo, sumergidos en la pobreza, sin ningún derecho. Mientras tanto, los ricos terratenientes volvieron a adueñarse de las mejores tierras del país, impulsando, como en el caso del Bajo Aguán, monocultivos que han afectado gravemente la seguridad alimentaria.
En el caso de la Palma Africana, el campesinado ya no tiene siquiera para sembrar sus alimentos. La seguridad alimentaria ha pasado a un segundo plano.
-¿Qué papel está jugando Porfirio Lobo en este conflicto?
-Porfirio Lobo dice ser el Presidente de todos los hondureños. Éste es el momento de demostrarlo, de lo contrario va a confirmar lo que el FNRP siempre ha dicho: es parte de una dictadura.
-¿Qué medidas va a tomar el FNRP para respaldar a las organizaciones campesinas?
-No se trata solamente de respaldar, sino sumarnos y ser parte de ese proceso que viven nuestros compatriotas. Ellos también son parte de la Resistencia y tienen años resistiendo.
Ya hemos estado pensando en cómo evitar una masacre, aunque la violencia nunca se ha detenido en el Bajo Aguán. En las últimas semanas fueron asesinados 5 miembros del MUCA y la presencia ahora del ejército nos tiene sumamente preocupados.
Estamos haciendo un llamado a nivel nacional e internacional para que las organizaciones se hagan presentes en el terreno, y que se conforme un observatorio permanente que garantice la vida de las personas. Además, que desarrollen campañas para dar a conocer lo que está ocurriendo, rompiendo el cerco mediático que existe sobre este conflicto.
Nuestra posición es que hay que defender la vida de estas miles de personas que están luchando y hay que estar ahí, asumiendo la responsabilidad que tenemos con nuestros compatriotas.
por Giorgio Trucchi
Las informaciones que llegan del Bajo Aguán, en la zona del Atlántico hondureño, son sumamente preocupantes. Miles de soldados fuertemente armados siguen movilizándose hacia esa zona, donde las organizaciones campesinas que integran el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) están llevando a cabo un proceso de recuperación de miles de hectáreas de tierra. Tierras que reclaman y que dicen estar dispuestos a defender pese a la brutal presión y represión desatadas en los últimos meses.
Ante esta difícil situación, que pronto podría desembocar en una verdadera masacre, y ante el silencio generalizado de la gran mayoría de los medios nacionales e internacionales, el MUCA, el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y las organizaciones de derechos humanos y populares de Honduras, hacen un llamado a las organizaciones internacionales para que se movilicen y solidaricen con la lucha de las organizaciones campesinas.
Para analizar esta situación, la Lista Informativa “Nicaragua y más” conversó con Betty Matamoros, miembro del FNRP y del Bloque Popular de Honduras.
-¿Cuáles son las noticias que están llegando del Bajo Aguán?
-Las comunidades campesinas están viviendo una situación verdaderamente agobiente. Están cercadas por los militares, con una actitud amenazante y ya nos han comunicado que han comenzado a disparar ráfagas para generar terror entre la gente. Han movilizado decenas de Comandos hacia el Bajo Aguán y la gente nos dice que siquiera durante la guerra habián visto tantos militares como ahora.
Los campesinos se sienten traicionados por su misma patria, y solo por reclamar su legítimo derecho de tener acceso a la tierra. Nos duele muchísimo ver como el ejército se preste a esa maniobra solamente para seguir el mandato de tres terratenientes (Miguel Facussé, René Morales y Reinaldo Canales).
-¿Cómo se enmarca lo que está ocurriendo en estas horas dentro de la situación política que vive Honduras después de la toma de posesión de Porfirio Lobo?
-Es algo que sabíamos iba a ocurrir. Venimos de una dictadura impuesta con un golpe de Estado y la que tenemos hoy es una continuación de esa misma dictadura, que se ha tratado de legalizar a través de elecciones ilegítimas. La dictadura sigue y sus principales artífices siguen en el poder, reprimiendo a la población.
-Una vez más el conflicto por el acceso a la tierra deja un saldo de víctimas entre la población más pobre del país...
-El tema de la tierra en Honduras viene arrastrándose desde hace muchos años. Con el gobierno de Rafael Leonardo Callejas se vendió la idea de que se iba a modernizar el Estado y se cambió también la política agraria, afectando enormemente al campesinado.
Ese proceso dejó a la mayoría de los campesinos sin tierra, sin dinero y sin ningún tipo de respaldo, sumergidos en la pobreza, sin ningún derecho. Mientras tanto, los ricos terratenientes volvieron a adueñarse de las mejores tierras del país, impulsando, como en el caso del Bajo Aguán, monocultivos que han afectado gravemente la seguridad alimentaria.
En el caso de la Palma Africana, el campesinado ya no tiene siquiera para sembrar sus alimentos. La seguridad alimentaria ha pasado a un segundo plano.
-¿Qué papel está jugando Porfirio Lobo en este conflicto?
-Porfirio Lobo dice ser el Presidente de todos los hondureños. Éste es el momento de demostrarlo, de lo contrario va a confirmar lo que el FNRP siempre ha dicho: es parte de una dictadura.
-¿Qué medidas va a tomar el FNRP para respaldar a las organizaciones campesinas?
-No se trata solamente de respaldar, sino sumarnos y ser parte de ese proceso que viven nuestros compatriotas. Ellos también son parte de la Resistencia y tienen años resistiendo.
Ya hemos estado pensando en cómo evitar una masacre, aunque la violencia nunca se ha detenido en el Bajo Aguán. En las últimas semanas fueron asesinados 5 miembros del MUCA y la presencia ahora del ejército nos tiene sumamente preocupados.
Estamos haciendo un llamado a nivel nacional e internacional para que las organizaciones se hagan presentes en el terreno, y que se conforme un observatorio permanente que garantice la vida de las personas. Además, que desarrollen campañas para dar a conocer lo que está ocurriendo, rompiendo el cerco mediático que existe sobre este conflicto.
Nuestra posición es que hay que defender la vida de estas miles de personas que están luchando y hay que estar ahí, asumiendo la responsabilidad que tenemos con nuestros compatriotas.
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