por Giorgio Trucchi
Una impresionante movilización de tropas del ejército ha llenado de temor a miles de campesinos, que siguen en el proceso de recuperación de tierras en la zona norteña del Atlántico hondureño. Mientras por un lado el presidente Porfirio Lobo recorre Centroamérica, tratando de normalizar las relaciones diplomáticas con los países vecinos y con el continente, por el otro en la zona del Bajo Aguán se crean las condiciones para una masacre. ¿Doble discurso o una evidente falta de poder del Presidente hondureño?
A partir de la mañana del día 10 de abril, fuertes contingentes del ejército se han movilizado hacia la zona del Bajo Aguán, donde miles de familias pertenecientes al Movimiento Unificado Campesinos del Aguán (MUCA) siguen en el proceso de recuperación de tierras, que denuncian les fueron ilegalmente arrebatadas por los poderosos productores de Palma Africana, Miguel Facussé, René Morales y Reynaldo Canales.
“El día de hoy, el Bajo Aguán ha sido totalmente militarizado y hemos detectado por lo menos 30 vehículos militares con tropas que llevaban armas de grueso calibre –dijo Yony Rivas, miembro del MUCA–.
En la zona se ha creado un clima de zozobra, porque sabemos que el ejército en nuestro país defiende los intereses de la oligarquía. Estamos viviendo un momento muy difícil”, explicó Rivas.
Según Andrés Pavón, director del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), el movimiento de tropas que se está llevando a cabo en estos días es algo insólito, “porque los conflictos de carácter civil los resuelve la policía y no los militares.
En la carretera del litoral Atlántico hacia el norte hemos constatado el movimiento de tres brigadas del ejército, cada una de ellas movilizando a más de 11 comandos, apertrechados como si iban a una guerra”, explicó Pavón.
El director del CODEH denunció también la campaña mediática de diferentes medios de comunicación, afines a las familias que detienen el poder económico y político en Honduras, tratando de dar a entender que el movimiento campesino del MUCA estaría organizando una guerrilla armada “y que estaría listo para responder al fuego de los militares, lo cual es totalmente falso.
Aquí la gente tenía cierto optimismo de poder llegar pronto a una solución del conflicto a través del diálogo con el gobierno. Sin embargo, con lo que está ocurriendo en estas horas, se ha creado un clima de grande preocupación.
Si se llegara a un enfrentamiento –continuó Pavón– no hay duda de que la mayoría de las víctimas las pondrían los campesinos. Hay niños, niñas, mujeres embarazads. Sería una masacre”.
¿Doble discurso o falta de poder real?
Mientras el presidente Porfirio Lobo sigue en su gira para Centroamérica, para tratar de normalizar lo más pronto posible las relaciones con los países miembros del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) y con el resto del continente, el Bajo Aguán parece estar al borde de un desenlace fatal.
Una contradicción que abre muchas preguntas sobre quiénes detienen el verdadero poder en Honduras.
“Es posible que esta movilización de tropas sea una medida de presión para que el MUCA, en la próxima reunión que está prevista para el martes 13 de abril, acepte la propuesta del gobierno.
Ante un rechazo de los campesinos, el ejército actuaría. Es evidente –continuó el director del CODEH– que aquí hay una gran contradicción de fondo.
El presidente Porfirio Lobo está sujeto a presiones y comportamentos casi de rebeldía de actores que fueron protagónicos en el golpe de Estado, y que están actuando con independencia y que tienen capacidad de inducir a las fuerzas militares a movilizarse”, aseveró Andrés Pavón.
Para los miembros del MUCA, la reunión del próximo 13 de abril va a ser importante para detectar las reales intenciones de este gobierno y de los grupos de poderes, que respaldan los terratenientes usurpadores de las tierras que la Reforma Agraria había destinado para miles de familias campesinas.
“Estamos dispuestos a seguir en el diálogo y vamos a presentar una contrapropuesta porque lo que ofreció el gobierno es insuficiente y violatorio de la misma Ley de Reforma Agraria.
No obstante, denunciamos que estamos viviendo bajo una brutal presión psicológica. Tenemos temor por la vida de nuestros compañeros y compañeras que están en el proceso de recuperación de las tierras”, dijo Yony Rivas.
Según el MUCA, mientras el gobierno presionaba para llegar a un acuerdo, en el Bajo Aguán grupos paramilitares asesinaban a 6 miembros de esta organización.
El último de los caídos es José Leonel Álvarez Guerra, de 32 años, asesinado mientras llegaba a su casa para visitar a su esposa que acababa de dar a la luz un niño.
“Hacemos un llamado al mundo para que se solidarice con nuestra lucha y desde ahora responsabilizamos al presidente Porfirio Lobo, a su gobierno y a los terratenientes involucrados en este conflicto de cualquier masacre que pueda ocurrir en las próximas horas”, concluyó Rivas.
ESCUCHA LA DENUNCIA DEL MUCA EN RADIO LIBERADA:
http://radioeslodemenos.blogspot.com/
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