Pepe Castro es director del Centro de Investigación y Apoyo Cultural de República Dominicana (CIAC), organización que mantiene una larga historia de amistad y cooperación con la Rel-UITA y que recientemente fue escogida por el gobierno de República Dominicana para formar parte del Plan Nacional de Alfabetización, sobre esto hablamos con él durante nuestra estadía en el país.
-El CIAC es una institución líder en el campo de la alfabetización de adultos…¿ya son cuántos años?
-El programa de alfabetización ha sido un acompañante del CIAC por 30 años y viceversa.
Nosotros nos iniciamos alfabetizando a trabajadores migrantes haitianos y desarrollando un programa de ciudadanía y educación laboral.
De esa iniciativa del CIAC surge el primer sindicato de corteros de caña en el país que se llama SIPICAIBA y todavía sobrevive en la región de Barahona como sindicato agrícola y es el único de cortadores de caña.
-Luego la Rel-UITA y el CIAC trabajamos juntos en Haití…
-Sí, eso fue a mediados de la década del 90, por el cual unas 4.000 personas fueron alfabetizadas, fue una experiencia única, donde también participaron las centrales sindicales de Haití y el Ministerio de Educación.
Esta experiencia nos dejó un vínculo muy fuerte con ese país y la comprensión sobre el tema de la educación popular para los migrantes. De hecho somos la única organización que permanece con el trabajo de alfabetización y educación básica para grupos migrantes haitianos.
Producto de esta historia, es que fuimos elegidos como representantes de la red de organizaciones que trabajan con alfabetización y educación básica, para formar parte del Plan Nacional de Alfabetización, tal vez uno de los esfuerzos más significativos del gobierno por cambiar una situación de exclusión en la que han vivido casi un millón de personas analfabetas, un 10 por ciento de la población.
Por otra parte se habla de casi dos millones de personas que no terminaron el nivel básico, por lo que estamos hablando de un 30 por ciento de dominicanos con un bajo nivel educativo.
Estas cifras hablan del nivel de exclusión pero además cuando se comienza a desglosar estos datos nos encontramos con que entre este 30 por ciento se encuentran las personas que en el plano laboral tienen los ingresos más bajos, les cuesta acceder al mercado laboral; más mujeres que hombres aunque nuestra experiencia muestra que ahora las mujeres son las que más se incorporan a los programas de alfabetización y vienen cambiando esta realidad.
Analfabetismo y mujer
Mujer y la alfabetización
-Esto sucede también en Argentina, nuestra afiliada la UATRE tiene un programa de alfabetización rural donde las mujeres son las que más se acercan para revertir su situación de analfabetismo, porque son las que menos prejuicios tienen de declararse analfabetas…
-Pero además otra cosa relevante es que con las mujeres se evidencia lo que llamamos círculo del analfabetismo: padres y madres analfabetos, tienen hijos y nietos analfabetos, pero cuando la mujer es escolarizada los hijos también lo serán.
De esto se desprende que la mujer es la encargada de la educación en la familia y en la casa, entonces el analfabetismo de la mujer se reproduce si no nos enfocamos en trabajar contra ello.
Por lo tanto el hecho de que la mujer se asuma como analfabeta y busque transformar esa situación es un camino importante hacia la reducción del analfabetismo.
-Desde CIAC alfabetización y sindicalismo han ido siempre de la mano.
-Es verdad. Los programas del CIAC han sido acompañados siempre por un proceso en educación laboral, en derechos humanos y en ciudadanía.
No solo se enseña a leer y escribir también se forman hacedores de la historia, personas capaces de leer su contexto y cambiarlo.
Actualmente soy miembro del Consejo Latinoamericano de Educación Popular (CEAAL) y Coordinador Regional del CEAAL para el Caribe (Cuba, Haití, PuertoRico y RepúblicaDominicana).
La alfabetización y Paulo Freire
Paulo Freire y la formación de conciencia política
Como es sabido el CEAAL basa sus programas de educación popular sobre la perspectiva de Paulo Freire, es decir de crear conciencia política, de formar personas conscientes de sus derechos y por ende capaces de defenderlos.
Hemos sido pioneros en la aplicación de una metodología de educación de adultos que busca acortar el tiempo de la persona en la escuela teniendo en cuenta que un adulto ya viene con determinado conocimiento adquirido.
Nos basamos en el intercambio de saberes, en vez educar, lo que hacemos es facilitar procesos de diálogo en los cuales este adulto aprende lectoescritura y operaciones matemáticas simples pero se le reconoce que ya tiene conocimiento adquirido, diferente al de los niños.
En este orden de cosas el Ministerio de Educación eligió al CIAC para que implemente un nuevo modelo de educación de adultos, el modelo flexible que consiste en adaptar la escuela al alumno y no lo contrario como hasta entonces y que es un poco lo que hemos hecho en nuestras prácticas.
Recientemente tuvimos una jornada de trabajo sobre este proyecto, que nos lleva a plantearnos una alianza con actores públicos y con la escuela pública desde la perspectiva concreta del derecho a la educación.
Se puede decir que en este aspecto hemos progresado bastante.
-El programa de alfabetización ha sido un acompañante del CIAC por 30 años y viceversa.
Nosotros nos iniciamos alfabetizando a trabajadores migrantes haitianos y desarrollando un programa de ciudadanía y educación laboral.
De esa iniciativa del CIAC surge el primer sindicato de corteros de caña en el país que se llama SIPICAIBA y todavía sobrevive en la región de Barahona como sindicato agrícola y es el único de cortadores de caña.
-Luego la Rel-UITA y el CIAC trabajamos juntos en Haití…
-Sí, eso fue a mediados de la década del 90, por el cual unas 4.000 personas fueron alfabetizadas, fue una experiencia única, donde también participaron las centrales sindicales de Haití y el Ministerio de Educación.
Esta experiencia nos dejó un vínculo muy fuerte con ese país y la comprensión sobre el tema de la educación popular para los migrantes. De hecho somos la única organización que permanece con el trabajo de alfabetización y educación básica para grupos migrantes haitianos.
Producto de esta historia, es que fuimos elegidos como representantes de la red de organizaciones que trabajan con alfabetización y educación básica, para formar parte del Plan Nacional de Alfabetización, tal vez uno de los esfuerzos más significativos del gobierno por cambiar una situación de exclusión en la que han vivido casi un millón de personas analfabetas, un 10 por ciento de la población.
Por otra parte se habla de casi dos millones de personas que no terminaron el nivel básico, por lo que estamos hablando de un 30 por ciento de dominicanos con un bajo nivel educativo.
Estas cifras hablan del nivel de exclusión pero además cuando se comienza a desglosar estos datos nos encontramos con que entre este 30 por ciento se encuentran las personas que en el plano laboral tienen los ingresos más bajos, les cuesta acceder al mercado laboral; más mujeres que hombres aunque nuestra experiencia muestra que ahora las mujeres son las que más se incorporan a los programas de alfabetización y vienen cambiando esta realidad.
Analfabetismo y mujer
Mujer y la alfabetización
-Esto sucede también en Argentina, nuestra afiliada la UATRE tiene un programa de alfabetización rural donde las mujeres son las que más se acercan para revertir su situación de analfabetismo, porque son las que menos prejuicios tienen de declararse analfabetas…
-Pero además otra cosa relevante es que con las mujeres se evidencia lo que llamamos círculo del analfabetismo: padres y madres analfabetos, tienen hijos y nietos analfabetos, pero cuando la mujer es escolarizada los hijos también lo serán.
De esto se desprende que la mujer es la encargada de la educación en la familia y en la casa, entonces el analfabetismo de la mujer se reproduce si no nos enfocamos en trabajar contra ello.
Por lo tanto el hecho de que la mujer se asuma como analfabeta y busque transformar esa situación es un camino importante hacia la reducción del analfabetismo.
-Desde CIAC alfabetización y sindicalismo han ido siempre de la mano.
-Es verdad. Los programas del CIAC han sido acompañados siempre por un proceso en educación laboral, en derechos humanos y en ciudadanía.
No solo se enseña a leer y escribir también se forman hacedores de la historia, personas capaces de leer su contexto y cambiarlo.
Actualmente soy miembro del Consejo Latinoamericano de Educación Popular (CEAAL) y Coordinador Regional del CEAAL para el Caribe (Cuba, Haití, PuertoRico y RepúblicaDominicana).
La alfabetización y Paulo Freire
Paulo Freire y la formación de conciencia política
Como es sabido el CEAAL basa sus programas de educación popular sobre la perspectiva de Paulo Freire, es decir de crear conciencia política, de formar personas conscientes de sus derechos y por ende capaces de defenderlos.
Hemos sido pioneros en la aplicación de una metodología de educación de adultos que busca acortar el tiempo de la persona en la escuela teniendo en cuenta que un adulto ya viene con determinado conocimiento adquirido.
Nos basamos en el intercambio de saberes, en vez educar, lo que hacemos es facilitar procesos de diálogo en los cuales este adulto aprende lectoescritura y operaciones matemáticas simples pero se le reconoce que ya tiene conocimiento adquirido, diferente al de los niños.
En este orden de cosas el Ministerio de Educación eligió al CIAC para que implemente un nuevo modelo de educación de adultos, el modelo flexible que consiste en adaptar la escuela al alumno y no lo contrario como hasta entonces y que es un poco lo que hemos hecho en nuestras prácticas.
Recientemente tuvimos una jornada de trabajo sobre este proyecto, que nos lleva a plantearnos una alianza con actores públicos y con la escuela pública desde la perspectiva concreta del derecho a la educación.
Se puede decir que en este aspecto hemos progresado bastante.
Fuente: Rel-UITA
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