Ríos San Juan (Foto J. Cajina) |
Por Alejandro Jasinski – Corresponsal en Buenos Aires para La Voz de Rusia
Finalmente, la Organización de Estados Americanos suspendió la sesión de su Consejo Permanente, luego de que su secretario general, José Miguel Insulza, presentara recomendaciones a Costa Rica y a Nicaragua para solucionar la crisis que explotó hace menos de dos semanas. La sesión se reanudará este jueves, a la espera de la respuesta nicaragüense. El conflicto se disparó hace unos pocos días, a partir de la denuncia del gobierno costarricense ante la OEA por una supuesta “invasión” de tropas nicaragüenses en territorio reclamado como propio y por la contaminación producida en sus costas a raíz del trabajo de dragado realizado por el gobierno de Daniel Ortega sobre el limítrofe río San Juan, perteneciente al país nico.
El ida y vuelta de denuncias y el numeroso envío de tropas a las zonas limítrofes, preocupó a la comunidad internacional y finalmente la OEA intervino para intentar una mediación. Insulza se anotició de las posiciones y viajó el último fin de semana a ambos países para conocer en detalle de boca de los presidentes el estado de la cuestión. Finalmente, el secretario de la entidad interamericana presentó un informe de consenso: solicitó la reanudación del diálogo bilateral para retomar el proceso de demarcación de la frontera, de acuerdo a los laudos y las decisiones de la Corte Internacional de Justicia y pidió evitar la presencia militar de ambos países en la zona. Insulza aseguró que observó “potenciales espacios de entendimientos” y que ambos presidentes están dispuestos a acudir a la próxima cita de la OEA del 27 de noviembre.
El diferendo probablemente llegue a buen puerto. Sin embargo, algunas declaraciones pusieron de relieve cuestiones de fondo. En primer lugar, la cuestión del narcotráfico. Según el informe de Insulza, hay disposición de ambas naciones para “prevenir y confrontar el narcotráfico, el tráfico de armas y el crimen organizado" en la frontera. Entre las primeras denuncias ticas, se encontró la acusación al ejército nicaragüense de “invasor” de su territorio. Desde el gobierno sandinista aclararon, sin embargo, que se trató de tropas dispuestas detrás de sus fronteras para enfrentar el tráfico de drogas y armas. Esta versión fue defendida por el mismo secretario Insulza, tras visitar la zona. Así, la moción costarricense sólo fue apoyada por Panamá, Colombia y Guatemala.
De esta forma, ambos gobiernos acordaron que es necesario afinar la demarcación territorial con un amojonamiento, aunque los ticos pusieron como condición la retirada del ejército nicaragüense y una respuesta antes de las 48 horas; propuesta que fue rechazada por inexistente por la parte nica. En efecto, el embajador nicaragüense ante la OEA rechazó las acusaciones y devolvió la pelota: aseguró que el conflicto está motivado por los intereses narcotraficantes, quienes presentaron “falsas denuncias” al gobierno costarricense para “proteger sus actividades ilícitas", mientras aseguró que se trata de actividades criminales provenientes de Panamá y Colombia.
De esta forma, ambos gobiernos acordaron que es necesario afinar la demarcación territorial con un amojonamiento, aunque los ticos pusieron como condición la retirada del ejército nicaragüense y una respuesta antes de las 48 horas; propuesta que fue rechazada por inexistente por la parte nica. En efecto, el embajador nicaragüense ante la OEA rechazó las acusaciones y devolvió la pelota: aseguró que el conflicto está motivado por los intereses narcotraficantes, quienes presentaron “falsas denuncias” al gobierno costarricense para “proteger sus actividades ilícitas", mientras aseguró que se trata de actividades criminales provenientes de Panamá y Colombia.
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