martes, 16 de junio de 2009

BIMBO sigue deslindando responsabilidades


Esposa de funcionario asesinado denuncia rechazo de la empresa a indemnizarla y cálculos incorrectos en el pago de las prestaciones

por Giorgio Trucchi - Rel-UITA

Denis Francisco Molina Manzanares, contralor general de la empresa BIMBO Nicaragua, fue asesinado el pasado 6 de febrero, justo una semana antes de presentar un informe de auditoría en el cual vinculaba al gerente de Logística y socio accionista de la empresa, Ernesto López, con una serie de graves anomalías que perjudicaban económicamente a la misma empresa. Después de tres meses la justicia condenó a López como responsable del homicidio de Molina Manzanares, pero la empresa se rehúsa a indemnizar a la familia del funcionario asesinado y le ofrece un simple pago de prestaciones.

Los temores de la viuda del contralor de BIMBO Nicaragua, Miurel Arauz Figueroa, a que se vencieran los términos para ser juzgados se desvanecieron el pasado 12 de mayo, cuando la jueza que se ocupaba del caso reconoció a Ernesto López y Ricardo Loasiga culpables del asesinato de Molina Manzanares y los condenó a 17 años de cárcel.

“Fue un juicio muy largo y difícil que terminó casi a las doce de la noche, y al salir del tribunal tuvimos que enfrentarnos a los familiares de los acusados que querían agredirnos verbal y físicamente. Lo que se dio es un paso muy importante, sin embargo apelamos la sentencia porque consideramos que hay agravantes en el homicidio, y nuestro abogado está pidiendo 25 años de pena”, manifestó Arauz Figueroa.

Muy diferente es la situación con la empresa

Según Arauz Figueroa, desde que ocurrió el asesinato, BIMBO Nicaragua ha evitado cualquier tipo de comunicación con la familia del occiso, limitándose a tratar de entregarle la liquidación de sus prestaciones por una suma que considera incorrecta.

“Hace una semana me llegó una comunicación del juzgado haciéndome una Consignación de la supuesta liquidación de mi marido, ya que precedentemente rechacé la cantidad propuesta por la empresa porque no se apegaba a la legislación laboral.

Consideramos –continuó la esposa de Molina Manzanares– que no se han tomado en cuenta varios aspectos, como por ejemplo que mi marido desempeñaba un cargo de confianza y, sobre todo, que fue un ejecutivo y socio de la empresa quien lo asesinó.

La empresa está deslindando cualquier tipo de responsabilidad en el caso, mientras que mi marido fue asesinado mientras trabajaba para la empresa y por defender sus intereses”, aseveró Arauz Figueroa.

La esposa de Molina manifestó también graves dudas sobre el hecho de que el bufete de abogados que atiende los intereses de BIMBO Nicaragua es el mismo que defendió a los culpables del asesinato en los tribunales, y que ahora introdujo en el juzgado la solicitud para que Arauz Figueroa acepte la liquidación.

Según Humberto Conrado, asesor legal de la Federación Unitaria de Trabajadores de la Alimentación, la Agroindustria, el Turismo, el Servicio/Comercio y Conexos de Nicaragua (FUTATSCON), organización que está apoyando la demanda de la viuda de Molina Manzanares, “Además de esperar la decisión de la jueza sobre ese punto del pago de todas las prestaciones, es importante ahora enfocarnos en los daños y perjuicios que produjo el asesinato, y que involucran directamente a la empresa”.

Para Conrado, son muchos los elementos que vinculan a la empresa BIMBO Nicaragua con los daños y perjuicios que sufrió la familia del asesinado, como por ejemplo que la sentencia de condena involucra a un ejecutivo y socio de la empresa, que BIMBO Nicaragua conocía de los actos viciados y oscuros de estas personas, ya que Molina Manzanares había informado a su jefe inmediato de su investigación.

“La empresa tiene que pagar las justas prestaciones e indemnizar a la familia por daños y perjuicios, pero por el momento no hay ningún tipo de interés en hacerlo. Todo esto tiene lógica, porque el empleador por su naturaleza siempre ha pretendido no pagar las prestaciones salariales y sociales de los trabajadores. Lo que parece ilógico en este caso –continuó Conrado– es que teniendo toda la información sobre actos anómalos en la empresa, los directivos nunca tomaron ninguna medida. Más bien parece que se filtró la información a la persona que después asesinó al contralor.

¿Quién la filtró? No se sabe, pero lo que deja desconcertado en todo esto es la actitud antihumanista de la empresa”, concluyó.

Después del dramático caso de la muerte del joven Simón Santana Farías en Uruguay, la empresa BIMBO vuelve a mostrar su displicencia e insensibilidad.

“Vamos a proceder con la demanda laboral, porque tengo que pensar en el bienestar de mis niños, de 2 y 10 años, que han quedado sin padre. Soy madre soltera, necesito apoyo, y es justo que la empresa se responsabilice”, concluyó .


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