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Por L. Alberto Rodríguez | teleSUR
En política es fácil confundir la realidad con la ficción. Lo que las separa es el ego. No obstante, el ego puede ser tan grande que llega a absorber a ambas y mezclarlas en la mente de quien no controla su megalomanía. De esto resulta una personalidad parasitaria: la psicopatía. Es la sonrisa ante las cámaras, pero la risa macabra en el cuarto cerrado. Es la descomposición del ‘pathos’. El sufrimiento del alma propia, proyectado en venganza hacia los otros.
Ejemplos hay varios. El senador republicano por la Florida, Marco Rubio, es apenas uno de ellos. De él se trata este texto.
Ejemplos hay varios. El senador republicano por la Florida, Marco Rubio, es apenas uno de ellos. De él se trata este texto.