Por Francisco Elías Valencia | Diario CoLatino
Los representantes de la ANEP y del sector laboral en el Consejo Nacional de Salario Mínimo (CNSM) acordaron, el día primero de junio, un aumento al salario mínimo de 5% anual por un período de tres años para los sectores industrial y agropecuario y para las empresas de maquilas, y de 4.5% para el sector comercio y servicios. La representación del gobierno en el CNSM no votó por esa decisión, que ha concitado el rechazo de muchos sectores sociales, pues se trata de un ajuste salarial demasiado pequeño. El gobierno rechazó el acuerdo y dijo que le hará observaciones para que se reabra el debate en el ente tripartito. Conversamos sobre este tema con César Villalona, representante del gobierno en el CNSM.
- César, ¿qué nos puedes decir del ajuste al salario mínimo acordado por los representantes de la ANEP y del sector laboral?
CV: Que es poco significativo. Prácticamente no es un aumento, pues se trata de 12.3 dólares al mes en el sector industrial, o sea, 41 centavos diarios, 11.3 dólares en comercio y servicios, es decir, 38 centavos diarios y 10.50 dólares en maquilas, unos 35 centavos diarios. En el campo, donde están los peores salarios, el aumento va de 8.5 dólares a 1 dólar al mes, o sea, de 28 a 3 centavos diarios, según el rubro donde labore la gente.
El único aumento importante es en los ingenios azucareros, donde los salarios pasarían de 124 dólares al mes a 258 dólares en el primer año, pues se les incluye como parte del sector industrial. En ese punto ya había un acuerdo en toda la tripartita, un acuerdo antes del primero de junio. Eso lo aclaro porque la ANEP dice que el gobierno quiere que se pague 250 dólares en los ingenios. No es así. Repito que ya la tripartita había acordado incorporar a los ingenios dentro del sector industrial. Y el gobierno quiere que paguen 300 dólares al mes, no los 258 que sugiere la ANEP.
Quiero señalar que José María Esperanza Amaya, de la representación laboral, no apoyó el acuerdo a que llegaron sus colegas y la ANEP. Pero él no tiene voto porque es suplente en el CNSM. José María le pidió públicamente a la Ministra del Trabajo, Sandra Guevara, que observara el acuerdo.
La propuesta del gobierno es muy diferente a la de la ANEP. Es para un solo año y establece un aumento de 19% en comercio y servicios (48 dólares), 21% en las industrias (54 dólares), 42% en las maquilas (89 dólares) y entre 46% y 155% en el área rural (entre 79 y 152 dólares), según el rubro productivo.
- Pero tengo entendido, César, que las diferencias no solo están en los porcentajes de aumento, sino en la cantidad de personas que se beneficiarían del mismo
CV: Correcto. Datos recientes de la Unidad de Inteligencia Económica del Ministerio de Economía, elaborados con estadísticas del ISSS, muestran que con la propuesta del gobierno se benefician alrededor de 225,000 personas con salarios que van desde el mínimo hasta 300 dólares en el área urbana y 250 en el área rural. Siempre hay alguna imprecisión en los datos, sobre todo en lo que se refiere a la población trabajadora del campo, pero la información del Ministerio tiene mucha consistencia. Con la propuesta de la ANEP quedarían fuera del ajuste salarial 70,000 de esos trabajadores y trabajadoras, pues el nuevo salario mínimo quedaría casi como el actual.
Veamos solo el caso de la industria maquiladora. En la propuesta del gobierno, las personas que trabajan en las maquilas y tienen un salario mayor al mínimo actual, que es de 2010.90 dólares al mes; digamos que tengan un salario de 225 dólares o 230, o 240, 260, 280, 290… recibirían un aumento hasta 300, que sería el nuevo salario mínimo. Del total de personas que laboran en las maquilas, 27,186 (39%) recibirían aumentos de salarios, pues ganan entre el mínimo y cerca de 300 dólares. En cambio, con la propuesta de la ANEP solo recibirían aumentos, y aumentos insignificantes, 5,330 personas, pues como el nuevo salario mínimo sería de 221.45 dólares, quedarían excluidas del ajuste 21,856 personas que actualmente ganan más de ahí.
Si hacemos el cálculo para todos los sectores de la economía, son alrededor de 70,000 las personas que no recibirían aumentos en el primer año con la propuesta de la ANEP. Y es importante señalar que en el caso de las maquilas y del sector comercio y servicios, las principales excluidas con la propuesta de la ANEP serían las mujeres, que representan la mayor parte de la fuerza laboral en esas ramas de la economía.
- El acuerdo de la ANEP y sus aliados es una afrenta a la población trabajadora y ha generado mucho rechazo en la población
CV: Así es. Muchos sindicatos, organizaciones campesinas y comunitarias, ONG, instituciones académicas, como la UCA, medios de comunicación alternativos y dirigentes políticos de izquierda y de derecha, condenaron el aumento aprobado y lo calificaron de risible. La ANEP está aislada. Ningún sector apoya su propuesta. Ya se han dado importantes movilizaciones de rechazo al acuerdo de la ANEP y sus aliados del sector sindical. Y el rechazo seguirá creciendo en la medida en que el debate vuelva a plantearse en la tripartita.
Una de las declaraciones más contundentes contra la propuesta de la ANEP la dio Monseñor Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador, quien afirmó que “cuando se ha dicho que es ridículo, una burla, pienso que se quedan cortos esos calificativos. ¿Cómo calificar esa acción? Yo diría de grave, pecaminosa el no pagarles a los trabajadores un salario digno (…) el Papa dijo que cuando se paga injustamente los salarios se comente un pecado mortal gravísimo, que solo puede perdonar Dios”.
Hasta el diputado Norman Quijano dijo en una entrevista en la televisión que la propuesta de la ANEP es muy pequeña. Y hay que recordar que cuando Quijano era candidato a la Presidencia de la República dijo que el salario mínimo debería cubrir dos canastas básicas. En este momento dos canastas básicas suman 400 dólares en el área urbana y casi 290 en el área rural. La propuesta de la ANEP deja los salarios muy lejos de esos montos.
Jorge Velado, presidente del COENA, afirmó el 12 de diciembre de 2014 (ver La Prensa Gráfica de ese día), que “lo que nosotros dijimos, y lo sostenemos, es que es necesario que para los salvadoreños su ingreso mensual sea al menos el valor de dos canastas básicas”. Sería bueno que Velado comentara la propuesta de la ANEP.
Ahora que la ANEP trata de imponer un ajuste salarial que no cambia nada, sería bueno que el señor Velado sostuviera lo que dijo aquella vez, pues en el CNSM hay gente de su partido. Lo mismo debería esperarse del señor Javier Simán, directivo de la ASI, un gremio que pertenece a la ANEP. Simán fue el coordinador del programa de gobierno que acompañó la candidatura de Norman Quijano. Llama la atención que el señor Simán esté apoyando la propuesta de la ANEP, que está muy lejos de la que hizo Quijano cuando era candidato presidencial.
- César, tengo entendido que el gobierno flexibilizó su propuesta para llegar a un acuerdo con el sector laboral. ¿Qué puedes decirme sobre eso?
CV: Hace unos meses la Ministra del Trabajo y la representación del gobierno en el CNSM elaboraron una propuesta común con la representación del sector laboral. El equipo del gobierno flexibilizó su propuesta para arribar a un buen acuerdo. La propuesta consistía en aprobar un ajuste por tres años y comenzar con un menor monto del que proponía el gobierno en las diferentes ramas de la economía. En el caso de los salarios rurales, en vez de hacer uno solo, como proponía el gobierno, se aceptó establecer dos salarios, uno en los beneficios de café y otro en las labores de recolección. Se arrancaba con un mínimo de 210 dólares en los beneficios, para ir subiendo en los siguientes dos años hasta llegar a 250 dólares. En la recolección se partía de 180 dólares en el primer año para subir en los años siguientes. No hay dudas de que el gobierno cedía bastante con respecto a su propuesta inicial, que era de 250 dólares en un año. Pero de todas maneras se lograba un buen aumento con respecto a los salarios actuales, que son muy inferiores a esos montos.
En el área urbana se partía de un salario mínimo inicial de 291 dólares en comercio y servicios (15%), 288 para en las industrias (17%) y 262.50 en las maquilas (24%). Como se puede ver, el gobierno cedía con respecto a su propuesta inicial, que era de 300 dólares en el primer año. Al segundo y tercer años los salarios aumentaban, hasta llegar a 350 en comercio y servicios e industrias y 240 en maquilas.
Lo que ocurrió fue que cuando hicimos la propuesta en la tripartita, los representantes del sector laboral, con quienes la habíamos construido, no la apoyaron. Solo José María, suplente por el sector laboral, fue consecuente con el acuerdo y expresó su respaldo a la propuesta.
De manera que no es cierto lo que dijo un representante de la ANEP en el CNSM sobre la supuesta rigidez del gobierno. El CNSM es un espacio con representación diversa, donde ninguna de las partes puede aprobar un ajuste salarial sin contar con el apoyo de al menos otra de las partes. Por lo tanto, es un espacio donde obligatoriamente debe haber negociación. Y el gobierno negoció con la representación laboral, que no honró los compromisos y prefirió un acuerdo con la ANEP por razones que no conocemos.
Los representantes de la ANEP y del sector laboral en el Consejo Nacional de Salario Mínimo (CNSM) acordaron, el día primero de junio, un aumento al salario mínimo de 5% anual por un período de tres años para los sectores industrial y agropecuario y para las empresas de maquilas, y de 4.5% para el sector comercio y servicios. La representación del gobierno en el CNSM no votó por esa decisión, que ha concitado el rechazo de muchos sectores sociales, pues se trata de un ajuste salarial demasiado pequeño. El gobierno rechazó el acuerdo y dijo que le hará observaciones para que se reabra el debate en el ente tripartito. Conversamos sobre este tema con César Villalona, representante del gobierno en el CNSM.
- César, ¿qué nos puedes decir del ajuste al salario mínimo acordado por los representantes de la ANEP y del sector laboral?
CV: Que es poco significativo. Prácticamente no es un aumento, pues se trata de 12.3 dólares al mes en el sector industrial, o sea, 41 centavos diarios, 11.3 dólares en comercio y servicios, es decir, 38 centavos diarios y 10.50 dólares en maquilas, unos 35 centavos diarios. En el campo, donde están los peores salarios, el aumento va de 8.5 dólares a 1 dólar al mes, o sea, de 28 a 3 centavos diarios, según el rubro donde labore la gente.
El único aumento importante es en los ingenios azucareros, donde los salarios pasarían de 124 dólares al mes a 258 dólares en el primer año, pues se les incluye como parte del sector industrial. En ese punto ya había un acuerdo en toda la tripartita, un acuerdo antes del primero de junio. Eso lo aclaro porque la ANEP dice que el gobierno quiere que se pague 250 dólares en los ingenios. No es así. Repito que ya la tripartita había acordado incorporar a los ingenios dentro del sector industrial. Y el gobierno quiere que paguen 300 dólares al mes, no los 258 que sugiere la ANEP.
Quiero señalar que José María Esperanza Amaya, de la representación laboral, no apoyó el acuerdo a que llegaron sus colegas y la ANEP. Pero él no tiene voto porque es suplente en el CNSM. José María le pidió públicamente a la Ministra del Trabajo, Sandra Guevara, que observara el acuerdo.
La propuesta del gobierno es muy diferente a la de la ANEP. Es para un solo año y establece un aumento de 19% en comercio y servicios (48 dólares), 21% en las industrias (54 dólares), 42% en las maquilas (89 dólares) y entre 46% y 155% en el área rural (entre 79 y 152 dólares), según el rubro productivo.
- Pero tengo entendido, César, que las diferencias no solo están en los porcentajes de aumento, sino en la cantidad de personas que se beneficiarían del mismo
CV: Correcto. Datos recientes de la Unidad de Inteligencia Económica del Ministerio de Economía, elaborados con estadísticas del ISSS, muestran que con la propuesta del gobierno se benefician alrededor de 225,000 personas con salarios que van desde el mínimo hasta 300 dólares en el área urbana y 250 en el área rural. Siempre hay alguna imprecisión en los datos, sobre todo en lo que se refiere a la población trabajadora del campo, pero la información del Ministerio tiene mucha consistencia. Con la propuesta de la ANEP quedarían fuera del ajuste salarial 70,000 de esos trabajadores y trabajadoras, pues el nuevo salario mínimo quedaría casi como el actual.
Veamos solo el caso de la industria maquiladora. En la propuesta del gobierno, las personas que trabajan en las maquilas y tienen un salario mayor al mínimo actual, que es de 2010.90 dólares al mes; digamos que tengan un salario de 225 dólares o 230, o 240, 260, 280, 290… recibirían un aumento hasta 300, que sería el nuevo salario mínimo. Del total de personas que laboran en las maquilas, 27,186 (39%) recibirían aumentos de salarios, pues ganan entre el mínimo y cerca de 300 dólares. En cambio, con la propuesta de la ANEP solo recibirían aumentos, y aumentos insignificantes, 5,330 personas, pues como el nuevo salario mínimo sería de 221.45 dólares, quedarían excluidas del ajuste 21,856 personas que actualmente ganan más de ahí.
Si hacemos el cálculo para todos los sectores de la economía, son alrededor de 70,000 las personas que no recibirían aumentos en el primer año con la propuesta de la ANEP. Y es importante señalar que en el caso de las maquilas y del sector comercio y servicios, las principales excluidas con la propuesta de la ANEP serían las mujeres, que representan la mayor parte de la fuerza laboral en esas ramas de la economía.
- El acuerdo de la ANEP y sus aliados es una afrenta a la población trabajadora y ha generado mucho rechazo en la población
CV: Así es. Muchos sindicatos, organizaciones campesinas y comunitarias, ONG, instituciones académicas, como la UCA, medios de comunicación alternativos y dirigentes políticos de izquierda y de derecha, condenaron el aumento aprobado y lo calificaron de risible. La ANEP está aislada. Ningún sector apoya su propuesta. Ya se han dado importantes movilizaciones de rechazo al acuerdo de la ANEP y sus aliados del sector sindical. Y el rechazo seguirá creciendo en la medida en que el debate vuelva a plantearse en la tripartita.
Una de las declaraciones más contundentes contra la propuesta de la ANEP la dio Monseñor Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador, quien afirmó que “cuando se ha dicho que es ridículo, una burla, pienso que se quedan cortos esos calificativos. ¿Cómo calificar esa acción? Yo diría de grave, pecaminosa el no pagarles a los trabajadores un salario digno (…) el Papa dijo que cuando se paga injustamente los salarios se comente un pecado mortal gravísimo, que solo puede perdonar Dios”.
Hasta el diputado Norman Quijano dijo en una entrevista en la televisión que la propuesta de la ANEP es muy pequeña. Y hay que recordar que cuando Quijano era candidato a la Presidencia de la República dijo que el salario mínimo debería cubrir dos canastas básicas. En este momento dos canastas básicas suman 400 dólares en el área urbana y casi 290 en el área rural. La propuesta de la ANEP deja los salarios muy lejos de esos montos.
Jorge Velado, presidente del COENA, afirmó el 12 de diciembre de 2014 (ver La Prensa Gráfica de ese día), que “lo que nosotros dijimos, y lo sostenemos, es que es necesario que para los salvadoreños su ingreso mensual sea al menos el valor de dos canastas básicas”. Sería bueno que Velado comentara la propuesta de la ANEP.
Ahora que la ANEP trata de imponer un ajuste salarial que no cambia nada, sería bueno que el señor Velado sostuviera lo que dijo aquella vez, pues en el CNSM hay gente de su partido. Lo mismo debería esperarse del señor Javier Simán, directivo de la ASI, un gremio que pertenece a la ANEP. Simán fue el coordinador del programa de gobierno que acompañó la candidatura de Norman Quijano. Llama la atención que el señor Simán esté apoyando la propuesta de la ANEP, que está muy lejos de la que hizo Quijano cuando era candidato presidencial.
- César, tengo entendido que el gobierno flexibilizó su propuesta para llegar a un acuerdo con el sector laboral. ¿Qué puedes decirme sobre eso?
CV: Hace unos meses la Ministra del Trabajo y la representación del gobierno en el CNSM elaboraron una propuesta común con la representación del sector laboral. El equipo del gobierno flexibilizó su propuesta para arribar a un buen acuerdo. La propuesta consistía en aprobar un ajuste por tres años y comenzar con un menor monto del que proponía el gobierno en las diferentes ramas de la economía. En el caso de los salarios rurales, en vez de hacer uno solo, como proponía el gobierno, se aceptó establecer dos salarios, uno en los beneficios de café y otro en las labores de recolección. Se arrancaba con un mínimo de 210 dólares en los beneficios, para ir subiendo en los siguientes dos años hasta llegar a 250 dólares. En la recolección se partía de 180 dólares en el primer año para subir en los años siguientes. No hay dudas de que el gobierno cedía bastante con respecto a su propuesta inicial, que era de 250 dólares en un año. Pero de todas maneras se lograba un buen aumento con respecto a los salarios actuales, que son muy inferiores a esos montos.
En el área urbana se partía de un salario mínimo inicial de 291 dólares en comercio y servicios (15%), 288 para en las industrias (17%) y 262.50 en las maquilas (24%). Como se puede ver, el gobierno cedía con respecto a su propuesta inicial, que era de 300 dólares en el primer año. Al segundo y tercer años los salarios aumentaban, hasta llegar a 350 en comercio y servicios e industrias y 240 en maquilas.
Lo que ocurrió fue que cuando hicimos la propuesta en la tripartita, los representantes del sector laboral, con quienes la habíamos construido, no la apoyaron. Solo José María, suplente por el sector laboral, fue consecuente con el acuerdo y expresó su respaldo a la propuesta.
De manera que no es cierto lo que dijo un representante de la ANEP en el CNSM sobre la supuesta rigidez del gobierno. El CNSM es un espacio con representación diversa, donde ninguna de las partes puede aprobar un ajuste salarial sin contar con el apoyo de al menos otra de las partes. Por lo tanto, es un espacio donde obligatoriamente debe haber negociación. Y el gobierno negoció con la representación laboral, que no honró los compromisos y prefirió un acuerdo con la ANEP por razones que no conocemos.
Nosotros no nos cerramos a buscar acuerdos. Incluso, fue por iniciativa del gobierno que se acordó en el CNSM aceptar propuestas de organizaciones no representadas en la tripartita. Fue así como se recibieron 12 propuestas de diversos sectores, sobre todo de sindicatos, organizaciones campesinas y ONG. Esas propuestas fueron tomadas en cuenta por la representación del gobierno en la tripartita, pero no fueron valoradas por la representación de la ANEP y del sector laboral.
- Desde nuestro medio le hemos dado mucho seguimiento a este tema y hemos podido observar que la ANEP ha dado muchas declaraciones imprecisas y contradictorias, que parecen más encaminadas a confundir a la población que a fijar una postura seria sobre el tema. ¿Cómo valoras la actuación de la ANEP?
CV: Concuerdo contigo. El 26 de abril, cuando ya casi finalizaba su cargo como presidente de la ANEP, el señor Jorge Daboub dijo que en la tripartita se había acordado un aumento al salario mínimo y el gobierno no lo quería divulgar. Lo que decía el presidente de la ANEP no era cierto. Ni había acuerdos ni le corresponde al gobierno anunciar los acuerdos, sino al propio CNSM. Días después, el señor Luis Cardenal, quien sustituyó a Daboub al frente de la ANEP, repitió lo mismo que su antecesor. Era obvio, entonces, que lo dicho por Daboub respondía a una decisión política de la dirección de la ANEP.
¿Qué se pretendía con esas declaraciones? Decir que el gobierno retardaba un aumento salarial anhelado por la población trabajadora. Lo cierto es que fue hasta el primero de junio cuando los representantes de la ANEP y sus aliados del sector laboral acordaron el ajuste salarial penoso.
Ni Daboub ni Cardenal pidieron disculpas públicas por sus declaraciones incorrectas. Al contrario, tales declaraciones continuaron. Durante la noche del primero de junio, cuando se tomó el acuerdo de ajuste al salario mínimo, la ANEP divulgó un comunicado donde dijo que “el sector privado representado en el Consejo Nacional de Salario Mínimo, acordó aceptar la petición de los trabajadores de aumentar en un 15% el salario base mensual de los sectores industria, maquila y los diferentes rubros agropecuarios”. Eso no es cierto. La discusión de ese día en el CNSM se hizo con la presencia de más de 20 medios de comunicación, algunos de los cuales, como el canal 10, transmitieron en vivo buena parte del debate.
Todos los medios son testigos de que fue la ANEP quien hizo la propuesta de ajuste salarial y que sus aliados del sector laboral la respaldaron. Para ser más específico, la propuesta la hizo el señor Felipe Trigueros, de la ANEP. En el acta de la reunión de ese día se lee lo siguiente: “el Presidente somete a votación la propuesta de incremento al salario mínimo hecha por el Sector Empleador, la cual es aprobada con cuatro votos a favor de los sectores trabajador y empleador...”
La ANEP dijo que apoyaba la propuesta del sector laboral porque sabía que la población la rechazaría. O sea, trató de trasladarle la responsabilidad a la representación laboral, la cual, por cierto, no refutó el comunicado de la ANEP. Días después, algunos medios de comunicación insinuaron que la ANEP había llegado a un arreglo debajo de la mesa con sus aliados sindicales; el señor Luis Cardenal lo negó rotundamente. El canal GENTEVE transmitió las declaraciones del señor Cardenal.
El enredo no puede ser mayor, pues si no hubo arreglo previo, como dice el señor Cardenal, ¿por qué la ANEP dijo en su comunicado que apoyó la propuesta del sector laboral cuando todo el mundo sabe que quien propuso fue la ANEP? Incluso, días antes del acuerdo tomado en la tripartita, Luis Cardenal había hecho pública la propuesta de la ANEP. Ya se sabían los porcentajes que plantearían en la mesa tripartita.
Días después de acordado el aumento, la ANEP hizo otra declaración equivocada, pues en las redes sociales le exigió al gobierno respetar el acuerdo de la mayoría en la tripartita. El gobierno no está irrespetando nada. Los directivos de la ANEP saben que el Ministerio de Trabajo tiene facultad legal para hacerle observaciones al decreto y enviarlo a la tripartita para su reconsideración. Y es eso lo que hará la Ministra del Trabajo, pues se lo encomendó el Presidente de la República y lo han pedido más de 60 organizaciones sindicales, comunitarias y campesinas, instituciones académicas, muchas ONG y algunos dirigentes políticos. De manera que la discusión sobre el ajuste salarial volverá al seno del CNSM, con la presencia de los medios de comunicación.
Otra declaración equivocada de la ANEP la dio su Presidente cuando afirmó, el 9 de junio, en el marco de la entrega de premios de la ASI, que el primer 5% de aumento al salario mínimo propuesto por la ANEP comenzaría de inmediato y el segundo aumento, también de 5%, comenzaría en enero de 2017. El señor Cardenal dijo eso para que la gente creyera que habría un aumento de 10% en un período corto. Pero no es así. Lo que aprobaron la ANEP y sus aliados, y es lo que consta en el acta de la tripartita, fue que el segundo aumento inicie el 1 de junio de 2017 y el tercero el 1 de junio de 2018.
El señor Cardenal dio otra declaración con las que concordamos. Dijo que el sector informal no sería afectado por el ajuste al salario mínimo (ver La Prensa Gráfica del 10 de junio de 2016). Lo dicho por Cardenal es correcto y es lo que explica, contrario a lo que él mismo ha venido diciendo, que las micros y pequeñas empresas no sean afectadas por el ajuste que propone el gobierno, pues el 99% de ellas son informales. Al contrario, las MIPYMES vendrían más, pues la mayoría de la gente asalariada, sobre todo la de menos ingresos, compra en esas empresas.
Finalmente me quiero referir al discurso del señor Javier Simán en la “Gala de premios ASI”, del nueve de junio del presente año, quien dijo que “tenemos la fuerza laboral más productiva, más creativa y más laboriosa, y una industria pujante”. Coincidimos con el señor Simán. En la propuesta del gobierno se demuestra, con datos estadísticos, que después de Costa Rica nuestro país tiene la mano de obra más productiva de Centroamérica. Sin embargo, la mano de obra salvadoreña tiene salarios mínimos muy inferiores a los de Guatemala (de 331 dólares en las maquilas y 359 en las demás ramas de la economía) y a los Honduras, donde en las maquilas se pagan 295 dólares, en el campo poco más de 300 y en comercio, servicios e industrias 448 dólares. Y la diferencia no está únicamente en el salario nominal, sino en el real, pues la inflación en Guatemala y Honduras es tan baja como la de El Salvador. La propuesta del gobierno incorpora gráficos sobre la evolución del salario real en Guatemala, Honduras y El Salvador en los últimos 35 años, los cuales corroboran lo que acá decimos.
El señor Simán también tiene razón cuando dice que la industria salvadoreña está pujante. Eso lo afirma y lo demuestra el gobierno en su propuesta de ajuste salarial. Pero a pesar de la pujanza de la industria nacional y del aumento de la productividad laboral, el salario mínimo en la industria salvadoreña es 46% menor al de la industria de Guatemala y 82% menor al de la industria hondureña. Incluso, una pequeña industria de Honduras, de hasta 10 empleados, paga un mínimo de 358.20 dólares, o sea, 45% más que una gran industria salvadoreña. Y no hay que olvidar que muchos grandes empresarios salvadoreños tienen fuertes inversiones en Centroamérica, donde contratan mano de obra menos productiva y con mayores salarios que los que ellos mismos pagan en El Salvador
En su discurso, el señor Simán dijo otro cosa que no compartimos. Aseguró que “cada día nos comprometemos más en generar las mejores condiciones laborales y de bienestar para nuestros trabajadores y sus familias”. Esas palabras no encajan con la realidad y constituyen una exageración hiperbólica propia de los discursos de galas. Ya vimos cómo están los salarios mínimos y cómo quedarían con el aumento que propone la ANEP.
- A propósito de la presencia de los medios de comunicación en el CNSM, tengo entendido que ello se debió a una decisión del gobierno, pues la ANEP y la representación laboral no querían que los medios transmitieran las reuniones de la tripartita
CV: Así es. La solicitud de que los medios estuvieran presentes en los debates provino de FESPAD, de los diputados y las diputadas del FMLN y de varias organizaciones laborales. La misma fue apoyada por la representación del gobierno pero fue rechazada por la ANEP y el sector sindical. Sin embargo, como el Instituto de Acceso a la Información Pública falló a favor de la demanda interpuesta por FESPAD, el gobierno decidió permitir la presencia de los medios de comunicación aunque la ANEP y sus aliados no estuvieran de acuerdo.
El primero de junio, antes de iniciar la reunión, la ANEP y sus aliados intentaron impedir la presencia de los medios; pidieron que se retiraran pero no se lo permitimos. Todo eso está grabado y fue transmitido en vivo por el canal 10. Hubo una discusión de 40 minutos hasta que la ANEP y sus aliados sindicales aceptaron que los medios se quedaran transmitiendo. Les dijimos que el gobierno defendía la libertad y el derecho de la prensa a estar presente en los debates y el derecho de la ciudadanía a estar informada. Un empresario de la ANEP y dos sindicalistas se pararon y dijeron que se irían de la reunión. Les dijimos que si querían irse que se fueran, pero que la prensa se quedaba. Luego se quedaron. Esa es la verdad, que consta en acta y está grabada en audios y videos.
Habría que preguntarle a los directivos de la ANEP qué piensas de la libertad de prensa y del derecho del pueblo a estar informado. Y aprovecho para decir que el presupuesto del CNSM proviene del Ministerio del Trabajo, el cual, a su vez, recibe los recursos del Ministerio de Hacienda. Y todo el mundo sabe que el dinero de Hacienda proviene de los impuestos que paga el pueblo. Por lo tanto, el pueblo tiene derecho a saber lo que se discute en el CNSM.
La dieta de cada integrante del CNSM es de alrededor de 57 dólares por reunión, y como se hacen cuatro reuniones al mes, la dieta mensual ronda los 228 dólares por solo 8 horas de trabajo al mes. Esa dieta supera el salario mínimo mensual (210.90 dólares) de una muchacha que trabaja en una maquila durante 44 horas a la semana, o sea, 176 horas al mes. Con el aumento que decidieron los representantes de la ANEP y los sindicalistas, la muchacha de la maquila aumentaría su salario hasta 221.5 dólares al mes; es decir, su nuevo salario seguiría siendo menor que la dieta que aquellos reciben. Eso es indignante. La representación del gobierno en el CNSM considera que se debe eliminar la dieta y que los sindicatos deben reemplazar la representación laboral en la tripartita.
- César, ¿qué está pendiente en la tripartita?
CV: En lo que el gobierno prepara las observaciones al acuerdo de la ANEP y sus aliados del sector laboral, el CNSM la dará audiencia a las organizaciones que hicieron propuestas de ajuste al salario mínimo y a instituciones académicas que quieren opinar en el ente tripartito. Las organizaciones sociales quieren que se les explique por qué sus propuestas no fueron tomadas en cuenta y en qué se basaron la ANEP y sus aliados para tomar la decisión de un ajuste que no llena las expectativas de la población trabajadora.
FESPAD ha dicho públicamente que el acuerdo de ajuste salarial viola el marco legal, el cual establece que los salarios mínimos deben cubrir el costo de la vida. FESPAD quiere conocer los razonamientos de quienes tomaron la decisión y asegura que ellos pueden haber cometido el delito de actos arbitrarios. Queremos que FESPAD exponga su posición en el CNSM. Y que también lo hagan muchas otras organizaciones que pidieron audiencia.
Quienes tomaron la mala decisión de subir los salarios entre un 4.5% y un 5% tendrán que responderle a la sociedad por sus actos. La representación del gobierno no tiene responsabilidad en el acuerdo y coincide con los alegatos de las organizaciones que piden audiencia. De manera que el debate de las próximas semanas en la tripartita será entre quienes tomaron la decisión y las organizaciones sociales.
Los representantes de la ANEP y del sector laboral en el CNSM se opusieron a que se otorgaran esas audiencias, pero la representación del gobierno consideró que no se puede coartar el derecho de la ciudadanía ni de las organizaciones sociales a pedir explicaciones y dar sus opiniones en el CNSM. Si 12 organizaciones sociales presentaron propuestas y las expusieron en el CNSM, si el debate en el seno de la tripartita ya es público, no podemos permitir que haya retrocesos en materia de transparencia y participación ciudadana.
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