El arzobispo italiano Vincenzo Paglia, admitió en Roma que Monseñor Romero sufrió una campaña de desprestigio antes y después de su asesinato, por parte de la derecha, que frenó el proceso de beatificación.
Precisó que la derecha política, los embajadores salvadoreños ante la Santa Sede y algunos cardenales, lo acusaban de ser comunista e incluso de estar desequilibrado.
Precisó que la derecha política, los embajadores salvadoreños ante la Santa Sede y algunos cardenales, lo acusaban de ser comunista e incluso de estar desequilibrado.
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Paglia, quien es presidente del Consejo Pontificio de la Familia y postulador de la causa de beatificación de monseñor Romero, aseguró que "en los años de Romero llegaban kilos de cartas contra él al Vaticano".
Subrayó que "estaba claro que muchos estaban en su contra. Pero, al final, la verdad ha tenido su victoria. Los renglones torcidos de la Iglesia han provocado que al final sea el primer Papa latinoamericano el que beatifique a Monseñor Romero".
El Papa Francisco aprobó el pasado jueves declarar Mártir al obispo Oscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 por un francotirador, en medio de su ejercicio pastoral en la capilla del Hospital La Divina Providencia.
Monseñor Romero denunció incansablemente en sus homilías la represión militar y manifestó públicamente su solidaridad con las víctimas de la violencia
Un día antes de que fuera baleado, el arzobispo hizo un llamado al ejército para que pusieran fin a las masacres.
Subrayó que "estaba claro que muchos estaban en su contra. Pero, al final, la verdad ha tenido su victoria. Los renglones torcidos de la Iglesia han provocado que al final sea el primer Papa latinoamericano el que beatifique a Monseñor Romero".
El Papa Francisco aprobó el pasado jueves declarar Mártir al obispo Oscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 por un francotirador, en medio de su ejercicio pastoral en la capilla del Hospital La Divina Providencia.
Monseñor Romero denunció incansablemente en sus homilías la represión militar y manifestó públicamente su solidaridad con las víctimas de la violencia
Un día antes de que fuera baleado, el arzobispo hizo un llamado al ejército para que pusieran fin a las masacres.
"En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión", pidió el arzobispo.
La Comisión de la Verdad de la ONU, para investigar los crímenes durante el conflicto armado (1980-1992), concluyó que el mayor de inteligencia Roberto D'Aubuisson, fundador del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista, Arena, fue el autor intelectual del crimen
Parte del texto original
"El 24 de marzo de 1980 el arzobispo de San Salvador, monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez, fue asesinado cuando oficiaba la misa en la capilla del Hospital de la divina Providencia.
"El 24 de marzo de 1980 el arzobispo de San Salvador, monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez, fue asesinado cuando oficiaba la misa en la capilla del Hospital de la divina Providencia.
La Comisión concluye lo siguiente:
1. El ex Mayor Roberto D`Aubuisson dio la orden de asesinar al Arzobispo y dio instrucciones precisas a miembros de su entorno de seguridad, actuando como escuadrón de la muerte, de organizar y supervisar la ejecución del asesinato.
2. Los capitanes Álvaro Saravia y Eduardo Ávila tuvieron una participación activa en la planificación y conducta del asesinato; así como Fernando Sagrera y Mario Molina.
3. Amado Antonio Garay, motorista del ex Capitán Saravia, fue asignado para transportar al tirador a la capilla, el señor garay fue testigo de excepción cuando, desde un Volkswagen rojo de cuatro puertas, el tirador disparó una sola bala calibre 22 de alta velocidad para matar al Arzobispo.
Conclusiones
La comisión concluyo lo siguiente:
1. Existe plena evidencia de que: el ex mayor Roberto D`Aubuisson dio la orden de asesinar al arzobispo y dio instrucciones precisas a miembros de su entorno de seguridad, actuando como escuadrón de la muerte de organizar y supervisar la ejecución del asesinato. Y los capitanes Álvaro Saravia y Eduardo Ávila tuvieron una participación activa en la planificación y conducta del asesinato, así como Fernando Sagrera Mario Molina.
2. Hay suficiente evidencia de que Walter Antonio Musa Alvares, junto con el ex capitán Saravia, tuvo que ver en la cancelación de los honorarios del autor material del asesinato.
3. Hay suficiente evidencia de el fallido intento de asesinato".
"Lo que impulsó a sus agresores no fue la simple intención de eliminar a un enemigo político, sino el odio contra el amor por la justicia y contra la predilección por los pobres que Romero manifestaba, como eco directo de su fe en Cristo y de su fidelidad al magisterio de la Iglesia", afirmó la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano.
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