El gobierno de facto quiere elecciones para que el mundo se olvide del golpe
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
La Comisión de Cancilleres de la OEA llegó a Honduras con la debil esperanza de convencer a los grupos fácticos y a los diferentes poderes del Estado, todos coludidos con el golpe, de que el Acuerdo de San José es la única salida para devolver al país cierto grado de paz y tranquilidad, a través de la restauración del orden democrático y la restitución del presidente Manuel Zelaya en su cargo.
Esa “misión imposible” terminó exactamente como todos los hondureños sabían de antemano: un “No” rotundo de parte del presidente de facto Roberto Micheletti.
“No tenemos miedo al embargo de nadie. Podemos salir adelante sin el apoyo de ustedes”, dijo Micheletti increpando a los siete cancilleres, al mismo tiempo que garantizaba el desarrollo de las elecciones, sin importar si los demás países del mundo reconocen o no los resultados.
Ante una situación que se vuelve cada día más complicada, el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado llamó nuevamente a la movilización en su día 60 de resistencia, evaluando como muy positiva la decisión de Estados Unidos de suspender la emisión de visas a los ciudadanos hondureños, y continuando su proceso de evaluación con respecto a un posible escenario electoral.
Es en este contexto muy delicado que Sirel dialogó con Carlos H. Reyes, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), miembro del Comité Mundial de la UITA y candidato presidencial independiente.
-¿Cómo ves la situación actual de la crisis institucional que está viviendo Honduras?
-Es una crisis que sigue agudizándose. Vino la delegación de cancilleres de la OEA, pero ya sabíamos cuál iba a ser la posición del gobierno golpista: un “No” a la restauración de la institucionalidad en el país. Y esto indica que las cosas se van a complicar más y que la lucha va a seguir, porque la agenda de la resistencia no depende de la agenda del presidente Manuel Zelaya, ni de la agenda de la OEA, sino de nuestra propia agenda, que es del pueblo, que incluye la restitución del orden institucional y constitucional, y los mecanismos para llegar a una Asamblea Constituyente y a una nueva Constitución.
-El movimiento popular y las diferentes organizaciones sociales y sindicales se han unido y han encabezado estos 60 días de resistencia. ¿Esta experiencia podría desembocar en algo más estructurado para el futuro?
-El nivel de unidad alcanzado en este momento y que cada día se sigue consolidando, tiene que influir en el futuro político del país y en los distintos campos de la vida, porque es primera vez que ocurre. En este sentido, si el gobierno de facto decide ir a elecciones en estas condiciones, elecciones que van a ser desconocidas a nivel nacional e internacional, el escenario para el próximo gobierno va a ser de total fracaso.
Se enfrentaría a una oposición muy seria, y esto va más allá, porque es difícil predecir en este momento los efectos económicos, políticos y sociales que tendrá en Honduras todo este proceso de unificarnos para luchar.
-Muchas veces es más fácil mantenerse unidos cuando hay que enfrentarse a un enemigo que usa la brutalidad y la represión, que en una situación de democracia y estabilidad en la cual salen a flote las diferencias ideológicas. ¿Crees que esto puede ser un elemento de división?
-Son dos niveles distintos. El primero es el Frente de Resistencia y debe seguir así, sin convertirse en un Frente Electoral. Es decir, no tenemos que confundir la dos cosas porque podrían surgir conflictos internos.
No debemos contaminar la lucha de resistencia con la lucha electoral porque son dos niveles distintos de acción, y en eso vamos a seguir insistiendo.
-¿Crees que los partidos políticos que han participado en la resistencia tiene claro ese concepto?
-Hay que promover este interés, y lo estamos haciendo con las acciones prácticas que realizamos todos los días. La gente ya tiene claro quién es quién, quién ha participado en el golpe y ha apoyado a la oligarquía. Mucha de la gente que se ha sumado a la lucha pertenece a partidos políticos, ahora saben que los partidos tradicionales ya no son una opción y van a buscar otras salidas. Estas salidas las encuentran en el Frente con su resistencia, en otros partidos que no han respaldado el golpe y en la candidatura independiente. Tal vez haya algún problema con algunos líderes por falta de visión, pero es un problema superable.
-La estrategia del gobierno de facto parece ser jugar con el tiempo y tratar de legitimar las elecciones con un regreso del presidente Zelaya ya faltando pocas semanas para el voto...
-Evidentemente el gobierno golpista está apuntando a mantener un proceso dilatorio, y lo que dices es una posibilidad. En este sentido habrá que analizarlo en su momento, y también el presidente Zelaya tendrá que tomar decisiones al respecto.
-¿Cuál es el futuro de tu candidatura presidencial independiente?
-Ya dijimos que la candidatura independiente va, pero consideramos que si se mantiene este estado de ilegitimidad que ha montado la dictadura no es posible participar en un proceso electoral.
No obstante, todos estos temas los vamos a discutir con las bases, como siempre lo hemos hecho, porque no queremos tomar decisiones desde arriba.
-El recién concluido XXII Congreso Ordinario del STIBYS ha sido un ejemplo del profundo debate que ha generado esta difícil situación que vive el país.
-En primer lugar quiero agradecer a la UITA por su presencia en los procesos que ha estado viviendo el STIBYS, tanto en sus últimas negociaciones con las empresas, como en la lucha de resistencia.
En este marco se ha realizado el XXII Congreso y eso ha permitido un debate ideológico y político muy elevado, y un salto cualitativo en la discusión entre los delegados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario