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Por El 19 Digital
El expresidente salvadoreño Mauricio Funes ahonda sobre las causas de su asilo político en Nicaragua, las razones que lo obligaron a tomar esa decisión y se define como un perseguido político de la derecha oligárquica de El Salvador, que no le perdonan haber cortado los privilegios de los grupos de poder económico acostumbrados a utilizar los resortes del Estado para beneficio propio y en detrimento de las grandes mayorías.
En esta entrevista exclusiva brindada por el expresidente Funes a los periodistas Alberto Mora, del programa En Vivo, del Canal 4 de televisión, y Juan José Lacayo, del portal informativo El 19 Digital, asegura que la derecha oligárquica pretende conducirlo a una muerte política y civil, con la persecución política y mediática que ha desatado en su contra, y amenaza su integridad física y la de su familia.
Dijo que recibió con beneplácito el asilo político que le otorgó el gobierno nicaragüense que preside el Comandante Daniel Ortega, el que consideró como un reconocimiento a los lazos de hermandad que existen entre ambos pueblos.
"Ideológicamente yo estoy identificado no sólo con el actual gobierno de El Salvador, sino que también con el gobierno de Nicaragua y de hecho en muchos de los esfuerzos realizados conjuntamente con el presidente Ortega desde el SICA, había una identidad de intereses y de propósitos comunes, ambos como mandatarios", confesó.
Y añadió que lo que más le impactó es la solidaridad con que el presidente Ortega atendió su solicitud.
A continuación presentamos una transcripción libre de las declaraciones del expresidente Mauricio Funes, que gobernó El Salvador de 2009 a 2014:
Alberto Mora:
Bien amigos televidentes continuamos con el programa, me acompaña Juan José Lacayo de El 19 Digital, y nos es grato conversar con el expresidente de la hermana República de El Salvador, Carlos Mauricio Funes, quien ejerciera la presidencia del país hermano, del periodo 2009-2014, gracias por permitirnos presidente conversar con nosotros y queríamos hablar un poco de cuáles fueron las razones que le llevaron a solicitar a Nicaragua asilo político para Usted y su familia. Usted ha expresado que su vida podría estar en peligro, nos gustaría conocer más sobre esta situación.
Mauricio Funes:
Desde que dejé la presidencia en junio del 2014 esperaba un escenario como el que estoy enfrentando en estos momentos, y lo digo porque mi gobierno que inició en junio del 2009, marcó un punto de inflexión en la concepción del quehacer político gubernamental y sobre todo en la relación con los tradicionales grupos de poder en el país.
Hay que tener presente que El Salvador fue gobernado durante 20 años, por el principal partido, ahora de oposición, de la derecha, que expresa los intereses de los más importantes grupos empresariales del país que son los que han detentado el poder total en El Salvador.
En esta entrevista exclusiva brindada por el expresidente Funes a los periodistas Alberto Mora, del programa En Vivo, del Canal 4 de televisión, y Juan José Lacayo, del portal informativo El 19 Digital, asegura que la derecha oligárquica pretende conducirlo a una muerte política y civil, con la persecución política y mediática que ha desatado en su contra, y amenaza su integridad física y la de su familia.
Dijo que recibió con beneplácito el asilo político que le otorgó el gobierno nicaragüense que preside el Comandante Daniel Ortega, el que consideró como un reconocimiento a los lazos de hermandad que existen entre ambos pueblos.
"Ideológicamente yo estoy identificado no sólo con el actual gobierno de El Salvador, sino que también con el gobierno de Nicaragua y de hecho en muchos de los esfuerzos realizados conjuntamente con el presidente Ortega desde el SICA, había una identidad de intereses y de propósitos comunes, ambos como mandatarios", confesó.
Y añadió que lo que más le impactó es la solidaridad con que el presidente Ortega atendió su solicitud.
A continuación presentamos una transcripción libre de las declaraciones del expresidente Mauricio Funes, que gobernó El Salvador de 2009 a 2014:
Alberto Mora:
Bien amigos televidentes continuamos con el programa, me acompaña Juan José Lacayo de El 19 Digital, y nos es grato conversar con el expresidente de la hermana República de El Salvador, Carlos Mauricio Funes, quien ejerciera la presidencia del país hermano, del periodo 2009-2014, gracias por permitirnos presidente conversar con nosotros y queríamos hablar un poco de cuáles fueron las razones que le llevaron a solicitar a Nicaragua asilo político para Usted y su familia. Usted ha expresado que su vida podría estar en peligro, nos gustaría conocer más sobre esta situación.
Mauricio Funes:
Desde que dejé la presidencia en junio del 2014 esperaba un escenario como el que estoy enfrentando en estos momentos, y lo digo porque mi gobierno que inició en junio del 2009, marcó un punto de inflexión en la concepción del quehacer político gubernamental y sobre todo en la relación con los tradicionales grupos de poder en el país.
Hay que tener presente que El Salvador fue gobernado durante 20 años, por el principal partido, ahora de oposición, de la derecha, que expresa los intereses de los más importantes grupos empresariales del país que son los que han detentado el poder total en El Salvador.
Un punto de inflexión
Con mi victoria en el 2009, insisto, marcamos un punto de inflexión porque rompimos con una tradición corporativista de la concepción política, del quehacer político ejercido desde el gobierno.
Una concepción que durante 20 años, ponía el gobierno, el aparato público, al servicio de los intereses de los más importantes grupos empresariales, de los grupos económicos, en detrimento de las grandes mayorías de la población.
Y de hecho durante esos cinco años nosotros logramos reducir considerablemente los niveles de pobreza en el país y reducir en más de cinco puntos porcentuales de acuerdo a la CEPAL, las desigualdades sociales.
Grupos de poder económico perdieron privilegios
¿Quiénes perdieron sus privilegios? Los grupos de poder económico que estaban acostumbrados a utilizar los resortes del Estado para beneficio propio.
Vivían de los negocios del Estado. Yo no les permití hacer negocios del Estado, por lo menos no negocios ilícitos. Si participaban en una licitación y la ganaban pues en hora buena. Pero no pudieron seguir ejerciendo más negocios con el Estado ni los privilegios que tenían en el pasado.
Eso nunca me lo iban a perdonar y no me lo han perdonado hasta ahora. Y hay que mencionar también otra situación que es importante y eso explica mi solicitud de asilo político.
Investigó casos de corrupción
Mi gobierno se caracterizó por un ejercicio más transparente del quehacer gubernamental. De hecho, investigamos 152 casos de corrupción de gobiernos anteriores, que los presentamos a conocimiento del Ministerio Público.
El Ministerio Público hizo muy poco. El Ministerio Público es independiente del gobierno central, la Fiscalía General de la República es elegida por mayoría calificada por la Asamblea Legislativa y es independiente del gobierno central.
Nuestra obligación era presentar esos casos a consideración del Ministerio Público, para que el Ministerio Público los judicializara.
De esos casos que presentamos judicializó dos, que son realmente importantes.
Uno tenía que ver con la venta ilegal de acciones de la única y principal compañía generadora del Estado de energía geotérmica, una corporación transnacional italiana que buscaba hacerse del control de esa fuente generación de energía y por lo tanto, fuente de riqueza.
Acusados funcionarios y exfuncionarios de ARENA
Ahí fueron acusados ante los tribunales, ex funcionarios de gobiernos anteriores de ARENA y sobre todo algunos empresarios vinculados a familias pudientes del país.
Nunca en El Salvador un miembro de una familia pudiente, poderosa, había pisado un tribunal de justicia, esta era la primera vez que lo hacía. Eso nunca me lo perdonaron, aunque al final fueron sobreseídos porque amañaron la investigación de la Fiscalía, compraron a los jueces, pero el hecho es que se exhibieron públicamente como presuntos responsables de un acto evidente de corrupción.
Y quizás la investigación más importante que yo promoví siendo presidente de la República, un año antes de que dejara el poder, es contra el expresidente Francisco Flores que gobernó el país de 1999 al 2004. Un expresidente ya fallecido, muy apreciado por la oligarquía salvadoreña, que le hizo muchos favores a la oligarquía salvadoreña.
Yo lo denuncié por haber desviado millonarios fondos de la cooperación taiwanesa que estaban destinados a los damnificados del terremoto del 2001, del 13 de enero del 2001, que en lugar de ir a parar a los damnificados, fueron a parar a bolsillos privados y a las arcas del partido ARENA.
El expresidente lamentablemente falleció y el caso no pudo concluirse, de hecho ha quedado inconcluso. Se extinguió la acción penal por el hecho de que él falleció. Se mantiene la acción civil, pero la Fiscalía no está haciendo absolutamente nada para averiguar adónde han ido a parar esos recursos y quiénes son los principales beneficiarios.
Ya esperaba persecución política y mediática
Esos dos casos la oligarquía nunca me los perdona. Por lo tanto, yo me esperaba que al dejar la Presidencia de la República, iba a ser objeto de persecución política, de persecución mediática, de acoso político, para provocar mi muerte civil.
De hecho a finales del año pasado, la sección de probidad de la Corte Suprema de Justicia inició una investigación por enriquecimiento ilícito en contra de algunos funcionarios, incluyéndome a mí.
Me irrespetaron mi derecho de audiencia, me irrespetaron mi derecho de defensa, la investigación fue totalmente arbitraria, me acumularon ingresos que yo había tenido antes de ser presidente y después de ser presidente y que por lo tanto, de acuerdo a la ley y la Constitución no deberían de ser auditados y me mandaron a un juicio civil, a una Cámara de lo Civil, que es el que actualmente enfrento.
Pero fíjese bien, son cuatro funcionarios, exfuncionarios, incluyendo otro expresidente de la República, el expresidente Elías Antonio Saca, que es mi antecesor, que también enfrenta un juicio civil. Pero ninguno de ellos ha enfrentado una investigación penal, yo soy el único funcionario o exfuncionario que enfrenta un proceso civil, que no implica cárcel, en todo caso, si soy condenado, al final lo que tengo es que devolver la cantidad que ellos consideran que fue sustraída al Estado.
Funes presentó pruebas
Yo presenté pruebas de descargo para demostrar que esos recursos tienen un origen lícito, que no provienen de las arcas del Estado. No obstante, la Corte Suprema de Justicia no los aceptó y me mandó a juicio civil y lo estoy enfrentando.
El proceso judicial se mantiene. Yo soy el único que ha enfrentado una investigación penal, soy el único que le han allanado su casa y soy el único al que le han decomisado sus bienes que son los que yo pensaba trasladar acá, para radicarme acá.
Razones de trabajo
Y le voy a explicar por qué razón pensaba radicarme acá, que es fundamentalmente por razones de trabajo.
¿Qué estoy enfrentando en estos momentos? Un proceso judicial revestido de proceso judicial, pero que en el fondo es un proceso de persecución política donde la derecha está utilizando las instituciones del Estado para afectar, para provocar mi muerte civil y de ser posible mi exterminio físico. Y por qué pienso eso? Estando en El Salvador, y ahora que iba y venía acá a Managua, recibí información de personas muy cercanas a poderosos grupos económicos del país donde me mandaban a decir que no iban a cejar esfuerzos, no iban a detenerse en verme en la cárcel y de ser posible en verme muerto.
No le perdonan que les haya quitado el poder
Que ellos no estaban dispuestos a perdonarme el hecho que yo les haya quitado el poder que tenían sobre el Ejecutivo y que haya exhibido importantes casos de corrupción donde aparecían vinculados algunos connotados hombres de negocios, vinculados a importantes familias empresariales de El Salvador.
Esas dos razones son las que me llevaron a buscar protección y asilo acá en Managua, donde estoy residiendo.
Alberto Mora:
Por qué decidió solicitar el asilo al gobierno del presidente Ortega en Nicaragua.
Mauricio Funes:
Yo diría que por dos razones. Una de carácter circunstancial. En El Salvador a raíz del proceso por enriquecimiento ilícito que se inició en mi contra, perdí un contrato de trabajo que tenía como consultor con un emergente medio de comunicación en el país.
Particularmente con un grupo mediático que tiene un canal de televisión, una radio y un periódico digital de amplia difusión-
A raíz de la acusación que se presentó en mi contra me cancelaron el contrato. Entonces yo tuve que buscar nuevos derroteros.
En El Salvador como en muchos países de América Latina, un expresidente de la República no goza de pensión. Nosotros no tenemos ninguna pensión. Una vez dejamos la presidencia de la República dejamos de tener los ingresos que provienen de nuestro cargo público.
Yo tengo que buscar cómo sobrevivir, cómo mantener a mi grupo familiar. Al no tener ingresos en El Salvador, decido buscar nuevos derroteros afuera.
Yo cree una sociedad con uno de mis hijos, con mi hijo mayor, de consultoría, para consultoría de imagen corporativa, medios de comunicación y también algunos temas que fueron de mi dominio por mi ejercicio presidencial, como es el tema de la Integración Centroamericana.
Exploró posibilidades de trabajo en Nicaragua
Vine acá a Nicaragua a explorar la posibilidad de adquirir un trabajo en un país que me agrada y del cual fui muy cercano durante mi ejercicio como Presidente de la República.
Encontré trabajo, logré trabajo, logré arraigo laboral.
Entonces hay una razón de carácter circunstancial. ¿Por qué en Nicaragua? Bueno porque aquí estoy trabajando. Porque aquí estoy residiendo. Porque aquí he trasladado mi grupo familiar.
¿Pero por qué también? Porque este es un gobierno democrático, que respeta la Constitución, y la Constitución nicaragüense le da la facultad al Estado de Nicaragua, al gobierno de Nicaragua, para que aquellos que se consideren perseguidos políticos o por razones de filiación política, o por haber luchado por la democracia, por los derechos humanos, por la justicia social y porque se consideran perseguidos, no necesariamente por el gobierno en turno, si no que por poderes fácticos, como es el caso mío, puedan acogerse a la protección que brinda el gobierno nicaragüense.
Relación con el presidente Ortega en cinco años como gobernante
Dada mi relación con el presidente Ortega, que cultivé durante mis cinco años como gobernante, con quien sostuve una estrecha relación y trabajamos en forma conjunta y coordinada en algunos temas que empujamos en el ámbito de la Integración Centroamericana, a través del SICA, dada esa relación de hermandad que tenía con él, entonces yo me decidí, porque me encontraba acá y por que Nicaragua, dada su Constitución, su gobierno puede ofrecer asilo político a aquellos que se consideren perseguidos, o aquellos que consideren que su integridad física en su país de origen está en riesgo, por eso fue que decidí solicitarla acá.
Juan José Lacayo:
¿Cómo recibió la decisión del gobierno nicaragüense de otorgarle asilo político a Usted y su familia?
Recibió asilo con beneplácito
Mire, con beneplácito, como un reconocimiento a los lazos de hermandad que existen entre ambos pueblos . Ideológicamente yo estoy identificado no solo con el actual gobierno de El Salvador, sino que también con el gobierno de Nicaragua y de hecho, como le expliqué anteriormente, en muchos de los esfuerzos que realizados conjuntamente con el presidente Ortega desde el SICA, había una identidad de intereses y de propósitos comunes. Ambos como mandatarios, pero lo que más me impactó es la solidaridad con que él atiende mi solicitud.
Estando en El Salvador, el Fiscal General de la República, dos o tres semanas atrás dijo que él tenía información de inteligencia fiscal de que yo estaba solicitando asilo político. Y yo le respondí a través de las redes sociales que yo no había solicitado asilo en Nicaragua, ni estaba tramitando ningún asilo en Nicaragua, porque no mentí en ese momento.
De hecho no lo había hecho, ni lo había considerado.
A raíz de la manera como se llevaron los allanamientos a mi casa, a raíz de la forma cómo confiscaron mis bienes que pensaba traer acá para radicarme en Managua, a raíz de la manera cómo se han conducido las investigaciones penales en mi contra, a raíz también de ese proceso que inició el año pasado y que inició la sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia, una Corte totalmente copada por la derecha en El Salvador.
A raíz de eso es que yo hago algunas consultas con mis abogados y es que tomo la decisión de pedir el asilo político.
La decisión la tomo el 31 de agosto, la solicitud la mando el primero de septiembre y afortunadamente el gobierno respondió en una forma expedita mi solicitud.
Gobierno nicaragüense es soberano para otorgar asilo
Hay quienes han dicho: Asilo express. El gobierno nicaragüense es soberano en el otorgamiento de asilos, no le tiene que pedir permiso a nadie. Si las razones expuestas ante las autoridades nicaragüenses son razones que ellos consideran fundadas y de peso, yo expresé entre las razones que solicité que me consideraba un perseguido por mi filiación política, por lo que había hecho durante mi gobierno en cinco años, por los cambios que había provocado en El Salvador que habían generado una especie de vendetta política de parte de la derecha salvadoreña.
Y además, porque tenía fundadas razones, tenía suficiente información para considerar que podía estar en riesgo si regresaba a El Salvador, mi integridad física.
FMLN le advirtió de riesgos si volvía a El Salvador
Los compañeros del partido FMLN, que es el partido que está en el FMLN ellos tenían contacto conmigo y ellos mismos me mandaron a decir que también ellos tenían información de que si yo regresaba a El Salvador, no solo ponía en riesgo mi integridad física sino que seguramente iban a violar mis derechos e iba a ser capturado inmediatamente.
Y ellos mismos, incluso, me recomendaron que procediera a solicitar el asilo político acá en Nicaragua.
Juan José Lacayo:
Considera que el clima de seguridad, de paz, de tranquilidad y de desarrollo que hay en Nicaragua es propicio para desarrollar aquí su labor?
Mauricio Funes:
Mire hay que decirlo: Y no lo digo necesariamente porque esté viviendo en Nicaragua y el pueblo y el gobierno nicaragüense haya sido hospitalario conmigo. Es un hecho, que no se puede cuestionar, Nicaragua en toda la región centroamericana tiene los niveles más bajos de inseguridad.
Yo vengo de un país donde solo en un corto periodo de 18 meses que goberné logramos bajar la tasa de homicidios a 30 homicidios por cada 100 mil habitantes, pero ahora lamentablemente, las políticas de seguridad pública no han sido lo efectivo que quisiéramos y los niveles de seguridad, de inseguridad ciudadana se han elevado.
Tenemos la tasa de homicidios más alta del mundo. Tenemos una frecuencia de homicidios que oscilan entre 15 a 20 homicidios diarios, hay algunos días que baja un poco. Nicaragua no tiene ese problema. Nicaragua tiene la tasa de homicidio más baja de la región, tiene la frecuencia de homicidios y de crímenes más baja de la región, es un país donde la Policía ha sido efectiva en el control territorial y donde las políticas de seguridad ciudadana también han sido efectivas.
Propone que Nicaragua sea integrada al Triángulo del Norte
De hecho estando en el gobierno yo propuse que el Triángulo Norte, que está integrado por Honduras, Guatemala y El Salvador, tres países que compartimos, más o menos, los mismos niveles de inseguridad ciudadana, que nos vemos golpeados por el crimen organizado y por las pandillas y por el fenómeno de las pandillas, viniéramos a conocer la experiencia exitosa de Nicaragua.
Y me parece y lo digo con toda seguridad, que es un error que no se incluya en este esfuerzo del Triángulo Norte a Nicaragua.
Hoy El Salvador, Honduras y Guatemala acaban de firmar un acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos para garantizar la seguridad de la región.
Por qué dejar fuera a Nicaragua, siendo que tiene una experiencia exitosa. Los niveles de seguridad, de paz y tranquilidad en Nicaragua son envidiables. Algo se ha hecho bien y eso que se ha hecho bien habría que aprenderlo y por lo tanto esa experiencia ya acumulada, sería bueno que se trasladara a los gobiernos de la región.
La Policía (de Nicaragua) está siendo más efectiva que las Policías de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Las fuerzas de seguridad pública igual. Y en términos de niveles de desarrollo, ustedes tienen una tasa de crecimiento envidiable, creo que del orden del 4 o 5%. Nosotros por años, históricamente, hemos pasado, cuando yo recibí el gobierno, de una tasa negativa de menos 3,5 % yo terminé mi gobierno con una tasa de casi el 2 %, que es la que se ha mantenido hasta ahora.
Tienen los niveles de inversión extranjera mayores en toda la región centroamericana, es una nación que está en pleno desarrollo, en franco desarrollo, oportunidades de trabajo para mí las hay, para muchos salvadoreños también, por eso es que no es extraño que mucho grupo empresarial salvadoreño y salvadoreños que vienen a trabajar con esos grupos empresariales, estén acá.
Es decir, es una nación que está en franco desarrollo y que ha logrado el ambiente de paz, tranquilidad y seguridad que se requiere para lograr altas tasas de crecimiento y mayor desarrollo social.
Y han tenido también políticas efectivas de combate a la pobreza y reducción de la desigualdad social.
Experiencia envidiable
Eso es envidiable. Eso es una experiencia que habría que asimilarla. Ahora estoy acá no porque sea el país más seguro, estoy acá no porque sea el país con las mayores tasas de crecimiento de la región, las mayores tasas de inversión extranjera, estoy acá sencillamente porque es un país solidario, cuyo gobierno me ha dado hospitalidad y me garantiza la protección que yo requiero para asegurar la integridad física mía y la de mi grupo familiar.
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