El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, avisó hoy al Congreso de su intención de retirar a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo, en la que ese país permanece desde 1982 y que supone la imposición de sanciones por parte de Washington.
“Hoy el presidente de EEUU envió al Congreso el informe y las certificaciones requeridas que indican la intención de la Administración de cancelar la designación de Cuba como SSOT (siglas en inglés de Estados Patrocinadores del Terrorismo)”, indicó el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca en su cuenta oficial de Twitter.
“Hoy el presidente de EEUU envió al Congreso el informe y las certificaciones requeridas que indican la intención de la Administración de cancelar la designación de Cuba como SSOT (siglas en inglés de Estados Patrocinadores del Terrorismo)”, indicó el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca en su cuenta oficial de Twitter.
Inmediatamente después de divulgado este anuncio, el Centro para la Democracia en las Américas (CDA) aplaudió la decisión del presidente Obama.
“Sacar a Cuba de la lista elimina un gran obstáculo para las metas de política exterior y, también, una afrenta a la dignidad de la Isla”, dijo Sarah Stephens, directora ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas.
“Ahora será más fácil a la economía de la isla normalizar el servicio bancario en EEUU para las operaciones consulares de Cuba, que podrían ser reanudadas, y debe facilitar a los bancos y empresas globales hacer negocios con Cuba. Esto también debería ayudar a mejorar las relaciones de Estados Unidos con el hemisferio occidental después de la histórica VII Cumbre de las Américas, así que aplaudo la decisión del Presidente.”
Cuba ha demandado reiteradamente que el gobierno de Estados Unidos diera este imprescindible paso antes de que fueran reanudadas las relaciones bilaterales y se abrieran las embajadas en Washington y La Habana.
Para la Isla resultaba inaceptable permanecer en la manipulada lista, además de las serias afectaciones financieras que ha implicado permanecer con ese estatus. Si el Congreso no emite una resolución en contra dentro de los próximos 45 días, la decisión entrará en vigencia.
Inmediatamente después de conocerse la decisión del Ejecutivo estadounidense, varios legisladores cubanoamericanos, de tendencia ultraderechista, expresaron su desacuerdo.
El senador republicano y aspirante a la presidencia del país Marco Rubio; el senador demócrata Bob Menéndez -quien tiene un proceso pendiente en tribunales por corrupción-; la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen y el legislador republicano Mario Díaz-Balart fueron algunos de los miembros del Congreso que lamentaron la medida.
Sin embargo, en América Latina las voces de apoyo a la decisión de Obama no se hicieron esperar.
Desde Colombia, la canciller, María Ángela Holguín, afirmó que este un avance importante en el acercamiento de Washington y La Habana con el que el Gobierno colombiano se siente “muy satisfecho”.
El director del diario colombiano El Heraldo, Marco Schwartz, aseguró que “la decisión que ha tomado Barack Obama de excluir a Cuba de la lista de países que amparan el terrorismo es su decisión lógica por dos razones. La primera muy coherente con la decisión de abrir una nueva etapa de entendimiento con el hemisferio y la otra también es coherente con la realidad. Cuba, a menos que se demuestre lo contrario, no puede ser calificada como un país promotor del terrorismo”, dijo.
Proceso de revisión “muy riguroso”
La salida de Cuba de la lista de países promotores del terrorismo se tomó con base en un análisis de los hechos, la garantía del gobierno cubano y el criterio legal del Congreso, señaló hoy el secretario estadunidense de Estado, John Kerry.
“Nuestra determinación, de acuerdo con los hechos, incluyendo garantías corroborativas del gobierno de Cuba y el estándar legal, es que la hora ha llegado para rescindir la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo”, apuntó Kerry en un comunicado.
Recordó que la semana pasada la dependencia presentó a la Casa Blanca un reporte con la recomendación al presidente Barack Obama de anular la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo.
Kerry destacó que la recomendación refleja la evaluación de que Cuba cumple con los criterios legales establecidos por el Congreso para excluirlo del listado.
“Las circunstancias han cambiado desde 1982, cuando Cuba fue originalmente designada como un Estado patrocinador del terrorismo por sus esfuerzos para promover una revolución armada en América Latina”, remarcó Kerry.
Puntualizó que el continente y el mundo lucen hoy en día muy diferentes con respecto a hace 33 años.
Por su parte, funcionarios gubernamentales que pidieron el anonimato subrayaron que el proceso de revisión fue “muy riguroso”, por lo que tomó alrededor de cuatro meses desde que el presidente Obama encomendó al Departamento de Estado analizar el caso de Cuba.
“Las garantías que ellos (entregaron) son de una gama relativamente amplia y de alto nivel”, dijo un funcionario estadounidense de alto rango.
En diciembre pasado, luego del anuncio de Obama y Raúl Castro sobre la normalización de relaciones, el mandatario solicitó al Departamento de Estado realizar la revisión “como un componente crítico para establecer una nueva dirección” en la relación Estados Unidos-Cuba.
Recordaron que el presidente Obama ha dicho que Estados Unidos continuará teniendo diferencias con Cuba en temas como derechos humanos y democracia, pero esos desacuerdos no necesariamente serían un factor para la determinación anunciada este martes.
Apuntaron que cuando la isla sea retirada de la lista de países promotores del terrorismo, luego del periodo de 45 días estipulado por la ley, se levantarán algunas sanciones impuestas por regulaciones inherentes a dicha designación.
Sin embargo, aclararon que el retiro de esa lista no tiene impacto en las sanciones que corresponden a otras regulaciones del bloqueo, incluyendo la prohibición de hacer transacciones con ciudadanos cubanos o el gobierno de Cuba.
Raúl en la VII Cumbre de las Américas
En la VII Cumbre de las Américas, el Presidente Raúl Castro reconoció el aprecio del gobierno cubano a la decisión, anticipada por Obama, de que recomendaría la salida de la Isla de esta unilataleral lista:
Aprecio como un paso positivo su reciente declaración de que decidirá rápidamente sobre la presencia de Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo en la que nunca debió estar —impuesta bajo el gobierno del Presidente Reagan.
¡País terrorista nosotros! Sí, hemos hecho algunos actos de solidaridad con otros pueblos, que pueden considerarse terroristas, cuando estábamos acorralados, arrinconados y hostigados hasta el infinito, solo había una alternativa: rendirse o luchar. Ustedes saben cuál fue la que escogimos con el apoyo de nuestro pueblo. ¡¿Quién puede pensar que vamos a obligar a todo un pueblo a hacer el sacrificio que ha hecho el pueblo cubano para subsistir, para ayudar a otras naciones?! (Aplausos). Pero “la dictadura de los Castro los obligó”, igual que los obligó a votar por el socialismo con el 97,5% de la población.
Reitero que aprecio como un paso positivo la reciente declaración del Presidente Obama de que decidirá rápidamente sobre la presencia de Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo en la que nunca debió estar, les decía, porque cuando esto se nos impuso resulta que los terroristas éramos los que poníamos los muertos —no tengo en la mente el dato exacto—, solo por terrorismo dentro de Cuba, y en algunos casos de diplomáticos cubanos en otras partes del mundo que fueron asesinados. Me aportan el dato ahora mis compañeros: en esa etapa tuvimos 3 478 muertos y 2 099 discapacitados de por vida; más otros muchos que fueron heridos.
Los terroristas eran los que ponían los muertos. ¿De dónde venía el terror entonces? ¿Quiénes lo provocaban? Algunos de los que incluso han estado por Panamá en estos días, como el agente de la CIA Rodríguez, que fue el que asesinó al Che y se llevó sus manos cortadas para probar por sus huellas digitales, no sé en qué lugar, que se trataba del cadáver del Che, que después recuperamos por la gestión de un gobierno amigo en Bolivia. Pero, bueno, desde entonces somos terroristas.
“Sacar a Cuba de la lista elimina un gran obstáculo para las metas de política exterior y, también, una afrenta a la dignidad de la Isla”, dijo Sarah Stephens, directora ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas.
“Ahora será más fácil a la economía de la isla normalizar el servicio bancario en EEUU para las operaciones consulares de Cuba, que podrían ser reanudadas, y debe facilitar a los bancos y empresas globales hacer negocios con Cuba. Esto también debería ayudar a mejorar las relaciones de Estados Unidos con el hemisferio occidental después de la histórica VII Cumbre de las Américas, así que aplaudo la decisión del Presidente.”
Cuba ha demandado reiteradamente que el gobierno de Estados Unidos diera este imprescindible paso antes de que fueran reanudadas las relaciones bilaterales y se abrieran las embajadas en Washington y La Habana.
Para la Isla resultaba inaceptable permanecer en la manipulada lista, además de las serias afectaciones financieras que ha implicado permanecer con ese estatus. Si el Congreso no emite una resolución en contra dentro de los próximos 45 días, la decisión entrará en vigencia.
Inmediatamente después de conocerse la decisión del Ejecutivo estadounidense, varios legisladores cubanoamericanos, de tendencia ultraderechista, expresaron su desacuerdo.
El senador republicano y aspirante a la presidencia del país Marco Rubio; el senador demócrata Bob Menéndez -quien tiene un proceso pendiente en tribunales por corrupción-; la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen y el legislador republicano Mario Díaz-Balart fueron algunos de los miembros del Congreso que lamentaron la medida.
Sin embargo, en América Latina las voces de apoyo a la decisión de Obama no se hicieron esperar.
Desde Colombia, la canciller, María Ángela Holguín, afirmó que este un avance importante en el acercamiento de Washington y La Habana con el que el Gobierno colombiano se siente “muy satisfecho”.
El director del diario colombiano El Heraldo, Marco Schwartz, aseguró que “la decisión que ha tomado Barack Obama de excluir a Cuba de la lista de países que amparan el terrorismo es su decisión lógica por dos razones. La primera muy coherente con la decisión de abrir una nueva etapa de entendimiento con el hemisferio y la otra también es coherente con la realidad. Cuba, a menos que se demuestre lo contrario, no puede ser calificada como un país promotor del terrorismo”, dijo.
Proceso de revisión “muy riguroso”
La salida de Cuba de la lista de países promotores del terrorismo se tomó con base en un análisis de los hechos, la garantía del gobierno cubano y el criterio legal del Congreso, señaló hoy el secretario estadunidense de Estado, John Kerry.
“Nuestra determinación, de acuerdo con los hechos, incluyendo garantías corroborativas del gobierno de Cuba y el estándar legal, es que la hora ha llegado para rescindir la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo”, apuntó Kerry en un comunicado.
Recordó que la semana pasada la dependencia presentó a la Casa Blanca un reporte con la recomendación al presidente Barack Obama de anular la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo.
Kerry destacó que la recomendación refleja la evaluación de que Cuba cumple con los criterios legales establecidos por el Congreso para excluirlo del listado.
“Las circunstancias han cambiado desde 1982, cuando Cuba fue originalmente designada como un Estado patrocinador del terrorismo por sus esfuerzos para promover una revolución armada en América Latina”, remarcó Kerry.
Puntualizó que el continente y el mundo lucen hoy en día muy diferentes con respecto a hace 33 años.
Por su parte, funcionarios gubernamentales que pidieron el anonimato subrayaron que el proceso de revisión fue “muy riguroso”, por lo que tomó alrededor de cuatro meses desde que el presidente Obama encomendó al Departamento de Estado analizar el caso de Cuba.
“Las garantías que ellos (entregaron) son de una gama relativamente amplia y de alto nivel”, dijo un funcionario estadounidense de alto rango.
En diciembre pasado, luego del anuncio de Obama y Raúl Castro sobre la normalización de relaciones, el mandatario solicitó al Departamento de Estado realizar la revisión “como un componente crítico para establecer una nueva dirección” en la relación Estados Unidos-Cuba.
Recordaron que el presidente Obama ha dicho que Estados Unidos continuará teniendo diferencias con Cuba en temas como derechos humanos y democracia, pero esos desacuerdos no necesariamente serían un factor para la determinación anunciada este martes.
Apuntaron que cuando la isla sea retirada de la lista de países promotores del terrorismo, luego del periodo de 45 días estipulado por la ley, se levantarán algunas sanciones impuestas por regulaciones inherentes a dicha designación.
Sin embargo, aclararon que el retiro de esa lista no tiene impacto en las sanciones que corresponden a otras regulaciones del bloqueo, incluyendo la prohibición de hacer transacciones con ciudadanos cubanos o el gobierno de Cuba.
Raúl en la VII Cumbre de las Américas
En la VII Cumbre de las Américas, el Presidente Raúl Castro reconoció el aprecio del gobierno cubano a la decisión, anticipada por Obama, de que recomendaría la salida de la Isla de esta unilataleral lista:
Aprecio como un paso positivo su reciente declaración de que decidirá rápidamente sobre la presencia de Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo en la que nunca debió estar —impuesta bajo el gobierno del Presidente Reagan.
¡País terrorista nosotros! Sí, hemos hecho algunos actos de solidaridad con otros pueblos, que pueden considerarse terroristas, cuando estábamos acorralados, arrinconados y hostigados hasta el infinito, solo había una alternativa: rendirse o luchar. Ustedes saben cuál fue la que escogimos con el apoyo de nuestro pueblo. ¡¿Quién puede pensar que vamos a obligar a todo un pueblo a hacer el sacrificio que ha hecho el pueblo cubano para subsistir, para ayudar a otras naciones?! (Aplausos). Pero “la dictadura de los Castro los obligó”, igual que los obligó a votar por el socialismo con el 97,5% de la población.
Reitero que aprecio como un paso positivo la reciente declaración del Presidente Obama de que decidirá rápidamente sobre la presencia de Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo en la que nunca debió estar, les decía, porque cuando esto se nos impuso resulta que los terroristas éramos los que poníamos los muertos —no tengo en la mente el dato exacto—, solo por terrorismo dentro de Cuba, y en algunos casos de diplomáticos cubanos en otras partes del mundo que fueron asesinados. Me aportan el dato ahora mis compañeros: en esa etapa tuvimos 3 478 muertos y 2 099 discapacitados de por vida; más otros muchos que fueron heridos.
Los terroristas eran los que ponían los muertos. ¿De dónde venía el terror entonces? ¿Quiénes lo provocaban? Algunos de los que incluso han estado por Panamá en estos días, como el agente de la CIA Rodríguez, que fue el que asesinó al Che y se llevó sus manos cortadas para probar por sus huellas digitales, no sé en qué lugar, que se trataba del cadáver del Che, que después recuperamos por la gestión de un gobierno amigo en Bolivia. Pero, bueno, desde entonces somos terroristas.
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