lunes, 13 de enero de 2014

Debate presidencial en El Salvador

Por ContraPunto

Por primera vez desde la firma de los Acuerdos de Paz, El Salvador es testigo de un debate entre los candidatos a la presidencia a menos de tres semanas que se celebren las elecciones en las que se elegirá al sucesor de Mauricio Funes.

Las principales preocupaciones de la ciudadanía, según las encuestas, son la economía y la seguridad pública. ¿Cómo resolverá la violencia o qué hará para superar el bajo crecimiento? Estas son solo dos preguntas básicas que los presidenciables trataron de responder en el debate organizado por la Asociación de Radiodifusores (ASDER).


El evento, que tuvo como regla no permitir el enfrentamiento directo entre los candidatos, ni siquiera encuadres generales de las cámaras cuando exponían sus ideas, se enfocó en dos visiones de solución para la seguridad pública: militarizarla o seguir con la tesis del gobierno en funciones que ha propiciado un pacto entre pandillas para disminuir el número de homicidios.

Norman Quijano, candidato de ARENA, dijo que militarizará la seguridad pública; enfrentará a las pandillas y les aplicará el código militar en vez del código penal para eliminarlas. “Hasta yo pude haber pensado lo mismo (que la tregua es beneficiosa) pero fue una negociación oscura a espaldas de la población, le dio beligerancia a los delincuentes, aumentó el número de pandilleros,  de clicas y estableció un impuesto criminal que es la extorsión. Dijimos que vamos a lo que tengamos que hacer”.

Salvador Sánchez Cerén, del FMLN aseguró que en caso de ganar la presidencia continuará con los programas implementados en 2009 con Funes como son la depuración policial, inversión en armamento y en formación de policías. Propuso, asimismo, combatir la criminalidad invirtiendo en educación, aumentar los niveles de ingresos de las familias y en capacitaciones para incentivar la productividad. “No vamos a tolerar el crimen, la delincuencia, y vamos a invertir en garantizar efectividad”.

Elías Antonio Saca, de UNIDAD, después de la intervención de Quijano dijo que la “violencia no se puede combatir con violencia” y que, por lo complejo del tema, la solución no se puede encontrar en 30 o 100 días. “Es mentira, tenemos que comenzar paso a paso”. Según el expresidente las claves están en generar empleos y aplicar la ley; ha repetido además su propuesta de crear una unidad de “policía disuasiva”. No ha explicado cómo financiará sus programas.

René Rodríguez Hurtado, del Partido Salvadoreño Progresista (PSP) explicó que si ganase las presidenciales impulsará los planes “100” y “cadena segura”. El primero pretende desarticular los grupos delictivos en 100 días por cada fase; en total son tres ejecutados por los ministerios de Justicia y Seguridad así como Defensa. Posteriormente entra el segundo para evitar la reagrupación de los delincuentes. “Vamos a pacificar sin tirar un solo tiro, no se trata de militarizar”.

El candidato de Fraternidad Patriota Salvadoreña, Óscar Lemus, propuso la imposición de toques de queda en los municipios con altos índices de violencia para neutralizar a las pandillas y las extorsiones; dijo asimismo que los privados de libertad trabajarán con un sueldo asignado por el Estado. “Hay que tener energía para combatir la delincuencia”.

El siguiente tema espinoso fue cómo superar los índices negativos de la economía. Todos los aspirantes coincidieron en una especie de fórmula mágica: al aumentar la inversión privada desaparecen los porcentajes negativos. Ninguno explicó qué hará para que los empresarios inviertan en un país que, después de la guerra, nunca ha sido el destino predilecto de los inversionistas. Tampoco aclararon qué planes tienen para solventar la deuda pública y el posible quiebre del sistema de pensiones.

De acuerdo a Sánchez Cerén al garantizarse la seguridad jurídica hay más inversión y más empleos; dijo además que disminuirán los costos de la producción, y ampliarán los créditos productivos, tanto en el sector público como en el privado. “Vamos a apoyar a las empresas para que aumenten los salarios y a los pequeños negocios les aseguraremos financiamiento”.

Quijano, en tono similar al exministro de Educación, aseguró que la clave está en la confianza con los empresarios. “Es imposible tener confrontación con los privados”. Sus apuestas son: apoyo a pequeños productores, revisar los tratados de libre comercio, dinamizar la economía con los corredores logísticos y desarrollar proyectos de vivienda. Al moverse la maquinaria, automáticamente “permitirá sustentar toda la actividad del Estado”.

Saca, sin explayarse demasiado ni adentrarse en las fórmulas para lograrlo, dijo que generará “empleo y más empleo”. Sus propuestas son programas para jóvenes, mujeres y adultos desempleados. “Hay que darle chispazos a la economía”.

Lemus, mientras tanto, dijo que lo más importante es eliminar los “lujos y la grasa del Estado”; para producir riquezas aseguró que “se puede hacer uso del mar para cultivar algas y perlas marinas”.

Hurtado propuso crear leyes para reducir la burocracia – no detalló qué deben contener – y llevar a los comerciantes informales en la lista de la seguridad social lo que también reportará más impuestos.

El evento fue conducido por el periodista Armando Guzmán.


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