Ricardo Salgado
Rebelión
Hablar de la comunidad internacional se ha vuelto controversial; por momentos, parece que la misma es solo una forma de expresar demoras, retrasos, y entuertos que se “resolverán” con un juego de palabras sacado de un buen diccionario de sinónimos. Ahora mismo la lucha de intereses revela al imperio jugando todas sus cartas para recuperar el control sobre Honduras, pequeña nación centroamericana que, según un “analista serio” de la televisión golpista, tiene dimensión cero en el ámbito internacional.
Por un lado, lucha el departamento de estado porque se lleven a cabo algunos pequeños ajustes que presenten al gobierno de facto como una fuente de buena voluntad y compromiso con la democracia y los derechos humanos; por el otro, los halcones tutelan una política más bestial, manipulando a sus lacayos locales, promoviendo el cierre de filas contra toda forma de pacificación, aunque esta venga del propio corazón imperial.
Ahora bien, resulta ingenuo presumir que la comunidad internacional responderá para corregir el Golpe de Estado. En relación a ese evento quedo claro que lo que rige las relaciones en el mundo son los intereses económicos, y la dignidad no vale mucho. Salvo la acción decidida de los países de la ALBA y de UNASUR, que aún hoy siguen presionando, al mundo no le interesa quien gobierna o como lo hace, simplemente hacen lo que sus intereses le obligan a hacer.
Esta comunidad de países de todo el mundo pseudo democrático vio los eventos del 28 de junio en Honduras desde dos perspectivas completamente diferentes y encontradas: los pueblos y los movimientos sociales impávidos ante la impunidad sin límites que todavía tienen los militares en Latinoamérica, y el uso que de ellos puede hacer el imperio cuando lo estime conveniente; la otra posición, mas práctica, cínica y fría, los gobiernos jugando a no reconocer lo que en los hechos no dejo de pasar nunca. Ninguna condena sirvió para salvar una sola vida, o para evitar que se violara a ninguna mujer.
En realidad no debería sorprendernos la actitud de ninguno de los actores. Los gringos mantienen guerras criminales en varios puntos del planeta, y parecen estar interesados en abrir más frentes. No olvidemos que ellos viven de la sangre que derraman otros pueblos; Insulza, político “socialista”, que ya estuvo al frente de la política exterior de su país, Chile, y que nunca represento los intereses ni de su propio pueblo. La oligarquía hondureña, más salvaje que antes del golpe, se siente fuerte porque cuando se atrevió pudo; los chafas, estos señores marchan con el olor de la plata.
El estado hondureño ha sido condenado en múltiples foros internacionales por las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad sin que hasta ahora eso haya servido de nada. Estas comisiones, como la CIDH, o las mismas Naciones unidas, se ven ridículas y desprestigiadas, ordenando medidas cautelares que a la Corte golpista le valen madres. Más bien parece que las dichosas medidas sirven para marcar los objetivos de los sicarios al servicio de este régimen asesino.
Parece mentira que hoy anden presidentes de los países vecinos dando declaraciones sobre lo bien que van las cosas en este país, y tratando de darle un tinte inmaculado al gobierno ilegitimo que es culpable de todos los crímenes, por acción o por omisión. Bueno, es cierto que el señor dinero está de por medio, y que Lobo Sosa esta frente a una crisis económica sin precedentes en la historia nacional.
Según cálculos simples, las dificultades presupuestarias podrían andar por los 58 mil millones de lempiras, de un presupuesto nacional de 125 mil millones, casi la mitad! Si nos ubicamos en mayo, ¿de donde ha salido el dinero con que se mantiene el Estado de Honduras?, ¿Está el estado produciendo papel moneda sin respaldo y generando una severa inflación para mantenerse?, ¿será posible que la prevista devaluación servirá como mascara para tapar el desastre inflacionario?
LEER TODO:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=105525
Rebelión
Hablar de la comunidad internacional se ha vuelto controversial; por momentos, parece que la misma es solo una forma de expresar demoras, retrasos, y entuertos que se “resolverán” con un juego de palabras sacado de un buen diccionario de sinónimos. Ahora mismo la lucha de intereses revela al imperio jugando todas sus cartas para recuperar el control sobre Honduras, pequeña nación centroamericana que, según un “analista serio” de la televisión golpista, tiene dimensión cero en el ámbito internacional.
Por un lado, lucha el departamento de estado porque se lleven a cabo algunos pequeños ajustes que presenten al gobierno de facto como una fuente de buena voluntad y compromiso con la democracia y los derechos humanos; por el otro, los halcones tutelan una política más bestial, manipulando a sus lacayos locales, promoviendo el cierre de filas contra toda forma de pacificación, aunque esta venga del propio corazón imperial.
Ahora bien, resulta ingenuo presumir que la comunidad internacional responderá para corregir el Golpe de Estado. En relación a ese evento quedo claro que lo que rige las relaciones en el mundo son los intereses económicos, y la dignidad no vale mucho. Salvo la acción decidida de los países de la ALBA y de UNASUR, que aún hoy siguen presionando, al mundo no le interesa quien gobierna o como lo hace, simplemente hacen lo que sus intereses le obligan a hacer.
Esta comunidad de países de todo el mundo pseudo democrático vio los eventos del 28 de junio en Honduras desde dos perspectivas completamente diferentes y encontradas: los pueblos y los movimientos sociales impávidos ante la impunidad sin límites que todavía tienen los militares en Latinoamérica, y el uso que de ellos puede hacer el imperio cuando lo estime conveniente; la otra posición, mas práctica, cínica y fría, los gobiernos jugando a no reconocer lo que en los hechos no dejo de pasar nunca. Ninguna condena sirvió para salvar una sola vida, o para evitar que se violara a ninguna mujer.
En realidad no debería sorprendernos la actitud de ninguno de los actores. Los gringos mantienen guerras criminales en varios puntos del planeta, y parecen estar interesados en abrir más frentes. No olvidemos que ellos viven de la sangre que derraman otros pueblos; Insulza, político “socialista”, que ya estuvo al frente de la política exterior de su país, Chile, y que nunca represento los intereses ni de su propio pueblo. La oligarquía hondureña, más salvaje que antes del golpe, se siente fuerte porque cuando se atrevió pudo; los chafas, estos señores marchan con el olor de la plata.
El estado hondureño ha sido condenado en múltiples foros internacionales por las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad sin que hasta ahora eso haya servido de nada. Estas comisiones, como la CIDH, o las mismas Naciones unidas, se ven ridículas y desprestigiadas, ordenando medidas cautelares que a la Corte golpista le valen madres. Más bien parece que las dichosas medidas sirven para marcar los objetivos de los sicarios al servicio de este régimen asesino.
Parece mentira que hoy anden presidentes de los países vecinos dando declaraciones sobre lo bien que van las cosas en este país, y tratando de darle un tinte inmaculado al gobierno ilegitimo que es culpable de todos los crímenes, por acción o por omisión. Bueno, es cierto que el señor dinero está de por medio, y que Lobo Sosa esta frente a una crisis económica sin precedentes en la historia nacional.
Según cálculos simples, las dificultades presupuestarias podrían andar por los 58 mil millones de lempiras, de un presupuesto nacional de 125 mil millones, casi la mitad! Si nos ubicamos en mayo, ¿de donde ha salido el dinero con que se mantiene el Estado de Honduras?, ¿Está el estado produciendo papel moneda sin respaldo y generando una severa inflación para mantenerse?, ¿será posible que la prevista devaluación servirá como mascara para tapar el desastre inflacionario?
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