domingo, 5 de julio de 2009

Honduras ensangrentado (Fotos G. Trucchi)

El deseo del presidente Zelaya de volver a pisar suelo hondureño no se pudo realizar, ya que el régimen de facto, tal como lo clasificó el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en su relación ante la Asamblea Nacional de esta organización, en la que los delegados suspendieron de forma unánime y por aclamación a Honduras en aplicación del artículo 21 de la Carta Democrática, dio la orden al Ejército de no permitir su aterrizaje.

El avión con el que venían el presidente Zelaya, la canciller Patricia Rodas y el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D’Escoto, fue amenazado de ser interceptado por la torre de control, mientras en la pista de aterrizaje el Ejército desplegaba vehículos particulares y camiones militares.

Unas dos horas antes del intento fallido de regresar al país, la multitudinaria marcha –se habla de 200 mil o más personas– logró llegar hasta la entrada principal del aeropuerto. Lo que fue considerado un éxito para los movimientos sociales, populares y las organizaciones sindicales, campesinas e indígenas fue el resultado de largas negociaciones con el Ejército y la Policía.

En este sentido resulta aún más inexplicable y vergonzoso el hecho de que el Ejército haya abierto el fuego contra una población pacífica que estaba manifestando su esperanza de poder ver reestablecido el orden constitucional, brutalmente violado por el golpe de estado del pasado domingo, a través del retorno en patria del presidente democráticamente electo Manuel Zelaya Rosales.

Hasta el momento se ha confirmado la muerte de un joven menor de edad que fue alcanzado por una bala en la cabeza. Muchos los heridos de bala o intoxicado por los gases lacrimógenos lanzados indiscriminadamente por el Ejercito.

Videos: http://www.youtube.com/watch?v=xcAT_o6mZ24
http://www.youtube.com/watch?v=EW8WpP8yyHk



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