www.resumenlatinoamericano.org
El Congreso sigue sin sesionar. Los golpistas aseguran que hasta después de las elecciones no va a ser fácil reunirlo, porque los diputados "están recorriendo el país, en campaña electoral". Mientras, Zelaya trata de ver de qué forma se lleva adelante el pacto que firmó con los golpistas, a instancias del gringo Thomas Shannon.
Por otra parte, otra perlita: el ex presidente chileno Ricardo Lagos fue nombrado en la comisión verificadora del pacto forzado por los yanquis. ¡Con amigos como ése quien necesita enemigos.
Mientras tanto, la embajada norteamericana en Tegucigalpa monitorea los acontecimientos e incita, por lo bajo, a Zelaya para que abandone ya la embajada de Brasil.
Nervioso, Zelaya conversa y trata de pactar con el candidato derechista (y según las encuestas el futuro presidente de Honduras) Porfirio Lobo, para que su bancada en el Congreso le otorgue los votos que le permitan volver al Gobierno...por pocas horas.
Mientras tanto, el pueblo hondureño sigue resistiendo y exigiendo la Constituyente, aunque su líder Zelaya, ya no la reclame como una condición indispensable para arreglar el conflicto.
El pacto pro yanqui, como se ve, sigue su marcha.
La pregunta indispensable en estas circunstancias es: ¿Soportará la Resistencia esta maniobra sin reaccionar contra quienes la han tejido pacientemente? Alguien en su sano juicio puede pensar que después de cuatro meses de poner el cuerpo y los muertos, todo va a quedar en calma como desean los gringos, la OEA, la Unión Europea y hasta el Papa que vive en Roma. El sapo es muy grande e indigerible.
Otra vez y como siempre: de lo que haga el pueblo hondureño dependerá su futuro. O en otras palabras: Sólo el pueblo salva al pueblo.
Por otra parte, otra perlita: el ex presidente chileno Ricardo Lagos fue nombrado en la comisión verificadora del pacto forzado por los yanquis. ¡Con amigos como ése quien necesita enemigos.
Mientras tanto, la embajada norteamericana en Tegucigalpa monitorea los acontecimientos e incita, por lo bajo, a Zelaya para que abandone ya la embajada de Brasil.
Nervioso, Zelaya conversa y trata de pactar con el candidato derechista (y según las encuestas el futuro presidente de Honduras) Porfirio Lobo, para que su bancada en el Congreso le otorgue los votos que le permitan volver al Gobierno...por pocas horas.
Mientras tanto, el pueblo hondureño sigue resistiendo y exigiendo la Constituyente, aunque su líder Zelaya, ya no la reclame como una condición indispensable para arreglar el conflicto.
El pacto pro yanqui, como se ve, sigue su marcha.
La pregunta indispensable en estas circunstancias es: ¿Soportará la Resistencia esta maniobra sin reaccionar contra quienes la han tejido pacientemente? Alguien en su sano juicio puede pensar que después de cuatro meses de poner el cuerpo y los muertos, todo va a quedar en calma como desean los gringos, la OEA, la Unión Europea y hasta el Papa que vive en Roma. El sapo es muy grande e indigerible.
Otra vez y como siempre: de lo que haga el pueblo hondureño dependerá su futuro. O en otras palabras: Sólo el pueblo salva al pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario