El 4 de febrero se conmemora el 58 aniversario de la Segunda Declaración
de La Habana donde Fidel señala el camino de los pueblos de Nuestra
América.
El 4 de febrero, el Presidente de los EEUU desde
el podio de su Congreso, lanza bravatas y amenazas contra Cuba y los
pueblos del mundo. Con el aire de un Mussolini de cabello rubio,
exponiendo la quijada igual que el Duce italiano, Trump se vanagloria de
haber asesinado al General iraní Qassem Soleimani, exhibe como títere
de circo al impresentable Guaidó y se rodea de militares quienes
respaldan su discurso guerrerista contra todos, contra toda la
humanidad, incluyendo migrantes por supuesto. Peligroso, grave,
antidemocrático que reforzará la represión fascista en el mundo entero y
las corrientes nacionalistas y xenófobas de los gobiernos de las
oligarquías. Muy peligroso Trump.
Nancy Pelosi, la líder demócrata en el congreso de los EEUU, rompe el discurso entregado por Trump y con ese gesto muestra la posición de los demócratas ante los ojos de los votantes estadounidenses.
Cincuenta y ocho
años después, como El Cid Campeador, que según el poema del 1200,
continúa cabalgando aún después de haber partido, Fidel resurge con su
voz proclamando la lucha y el derecho de los pueblos a conquistar su
destino. La Segunda Declaración de La Habana, vuelve para irritar a los
tiranos y a guiar a los patriotas, a los defensores de la justicia, de
los derechos humanos y de la Patria Grande.
"Resistiremos
en todos los campos: resistiremos en el campo de la economía;
seguiremos avanzando en el campo de la cultura (...) la patria no
trabaja para hoy, la patria trabaja para mañana. Y ese mañana lleno de
promesas no podrá nadie arrebatárnoslo, no podrá nadie impedírnoslo,
porque con la entereza de nuestro pueblo lo vamos a conquistar, con el
valor y el heroísmo de nuestro pueblo lo vamos a conquistar".
Declara Fidel y así lo creemos y así lucharemos en toda Nuestramérica.
Así lo muestran hoy los chicos chilenos, los muchachos colombianos, los
jóvenes y viejos ecuatorianos, los peruanos anticorrupción.
Así
señalan el camino los 54 asesinados por la represión en estas jornadas
de lucha americana. Así se viene el camino boliviano para recuperar la
democracia plurinacional. Ningún Plan Cóndor detendrá esta marcha y la
unidad es y será el camino para conquistar la segunda y definitiva
Independencia.
Por diferentes caminos, los pueblos hemos
buscado nuevas formas de combatir la brutal desigualdad y de encontrar
la redistribución de la riqueza de nuestros países, para beneficio de
todos. Desde Jacobo Árbenz en 1954, Salvador Allende, Juan Velasco
Alvarado, Juan José Torres, Omar Torrijos o Jaime Roldós, diferentes
caminos, buscando rumbos de multilateralismo y soberanía, de justicia y e
igualdad. Y toda esta nueva fase con Chávez, Lula, Kirchner, Fernández,
Lugo, Zelaya, Correa, Evo, Daniel.
Este clamor popular
fue ahogado de manera brutal o con trucos judiciales y mediáticos, desde
el norte de México hasta el sur de Chile y Argentina.
Sin
excepción todos nuestros países pasaron y pasan, por olas de represión
en contra de la democracia y en defensa de los privilegios de unos
pocos. Las sucesivas invasiones estadounidenses, los golpes de Estado
contra los procesos democráticos o progresistas, la violación
sistemática de los Derechos Humanos, de los derechos de todas y todos.
Nada de ello se olvida, todo acumula fuerzas en nuestro Continente. La
democracia no es del gusto de los oligarcas ni de las grandes
transnacionales, extractoras, industriales o financieras. Los
milmillonarios aumentan y la miseria también, a la misma velocidad.
Hoy
58 años después, seguimos batallando y Cuba continúa siendo la roca
inamovible que, a la entrada del Caribe, resiste los peores embates del
bloqueo de los Estados Unidos.
Seguimos batallando junto
con su pueblo, con Venezuela y Nicaragua. Hoy aparecen México y
Argentina como retornadas esperanzas. A los 58 años, una vez más las
palabras de Fidel siguen marcando el rumbo y Cuba sigue siendo el
ejemplo fraterno y solidario, de que es posible mantener muy en alto las
banderas de la dignidad y no dejarse avasallar por el imperio, dando
ejemplo a las cancillerías genuflexas.
Cada uno de los
procesos de cambio es y será diferente, y a pesar de esta ofensiva
voraz, los pueblos siguen su marcha de la dignidad con inmensos costos
individuales, pero caminando en defensa de las conquistas del Estado de
Derechos.
No señor Trump, ya los conocemos, no nos dan
miedo sus bravatas. Parece que nuevamente el costo será alto y los
mediocres se aprovecharán de sus amenazas para hacernos el camino más
duro y doloroso, pero ello no asusta a los pueblos de Nuestramérica. Por
lo pronto los electores en los Estados Unidos tienen la responsabilidad
de votar contra usted.
Los pueblos europeos tienen la
responsabilidad de salirse del camino guerrerista y exigir a sus
gobiernos el retorno a la democracia, el respeto a Venezuela y el
reconocimiento al Presidente legítimo Nicolás Maduro. El respeto a
Nicaragua que se le avecina una nueva ofensiva, el respeto a Bolivia
poniendo fin a la farsa y patraña de la OEA.
Las Naciones
Unidas hoy deben cumplir un papel de escudo protector de los Derechos
Humanos con mucha decisión y fuerza. Sin vacilaciones. Debemos salvar al
Planeta, primero de los locos, ignorantes y mediocres peligrosísimos
como Trump.
Debemos ponernos al lado del reclamo de los jóvenes y adolescentes en defensa de nuestra Tierra.
Todos
tenemos la responsabilidad de mantenernos firmes por la Unidad sin
dudar del camino contra el Imperio del Mal que representa lo peor y más
siniestro de la humanidad. El egoísmo, la codicia sin límites y la
vocación destructiva.
Cuba no está sola, Venezuela no está
Sola, Nicaragua no lo está. Estamos los pueblos americanos para salir
en la conquista de nuestros derechos. Retomo la Frase histórica de la
Segunda Declaración de la Habana. Nada mejor para entendernos claros.
“Porque esta gran humanidad ha dicho ¡Basta! y ha echado a andar". Fidel Castro Ruz, 4 de febrero 1962. La Habana
https://www.alainet.org/es/articulo/204592
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