Foto G. Trucchi | Rel-UITA |
Sitrafcorebgascelis solidario y comprometido con la clase obrera
Por Giorgio Trucchi | Rel-UITA
Alejandro John es el secretario general del Sitrafcorebgascelis[1], organización que junto al STICP[2] integran la Federación Unitaria de la Clase Trabajadora (FUCLAT). La Rel aprovechó su presencia en Honduras en el marco del 26° Congreso Ordinario del STIBYS para analizar los avances logrados, así como la situación del movimiento sindical panameño.
-¿Cuál es la situación actual en Cervecería Nacional y en Coca Cola Femsa?
-Cervecería Nacional fue recientemente adquirida por la transnacional AB InBev. Siempre se ha caracterizado por tener una administración de línea dura. Afortunadamente, durante los últimos meses hemos podido dialogar con altos ejecutivos de la empresa y se logró resolver algunos temas de carácter económico.
Se han mejorado significativamente los salarios de los conductores internos que mueven los camiones y de los operadores de montacargas. También se incrementó el sueldo de los conductores de ruta que deberán hacerse cargo del cobro a los clientes, aunque no hemos resuelto todavía el tema de la contratación de personal de seguridad para los camiones.
Son avances importantes, aunque para nosotros no todo se resuelve con mejorar el aspecto económico, sino también garantizando el respeto a la dignidad del personal y asegurando la estabilidad laboral. En este sentido seguimos luchando contra la tercerización y precarización del trabajo.
En Coca Cola Femsa tenemos una situación bastante estable, con algunos altibajos, como por ejemplo la invasión de productos (provenientes de Estados Unidos) de Coca Cola Clásica que hemos venido denunciando y que se ha subsanado a medias.
Pero lo que más nos preocupa es la situación económica, política y social del país.
La criminalización de la protesta social
Estado enano, represión y corrupción
-¿Qué está pasando en Panamá?
-El actual gobierno ha venido profundizando la represión de la protesta social y el presidente Juan Carlos Varela ha demostrado ser un violador de los derechos humanos, en cuanto no está respetando el derecho que tiene el pueblo a manifestarse por problemas como el acceso al agua, a la vivienda, a la salud y a la educación.
Además estamos teniendo serios problemas en cuanto a la seguridad y al aumento del costo de la vida.
Actualmente hay unas 200 escuelas rurales cuyos docentes están en huelga por la falta de rutas seguras. Ya han muerto varios maestros tratando de llegar a lugares que aún son de difícil acceso.
También hay un plan para acabar con la educación pública. Quieren crear un modelo educativo acorde al modelo político y económico que domina nuestras sociedades.
Asimismo, el gobierno ha reprimido las protestas de los taxistas por el ingreso de Uber al país. Un sistema que es ilegal y que representa una competencia desleal.
Y todo eso en medio de una corrupción creciente que ha permeado todas las esferas públicas y privadas, generando crisis económica, política y social. Una verdadera bomba de tiempo.
Todas las personas que salen a las calles a protestar son criminalizadas y reprimidas brutalmente.
"Ejemplo de ello es la violenta detención la semana pasada de la compañera Rita Ramos, secretaria de Género de nuestra organización, durante una movilización de protesta por la presencia en Panamá del vicepresidente estadounidense Mike Pence. Solo la movilización inmediata del pueblo organizado pudo lograr la libertad de la compañera".
-¿Cuál ha sido la reacción del movimiento sindical?
-El movimiento sindical está siendo rebasado por expresiones sociales, populares y por las propias comunidades.
Panamá ha sido históricamente dominado por un sistema oligárquico y buena parte del movimiento sindical ha sido cooptado por este sector. La única salida es romper este esquema y unirnos con el objetivo de frenar el avance del modelo neoliberal.
La conformación el año pasado de la FUCLAT tiene justamente este objetivo.
Lamentablemente, las autoridades están cercenando su derecho a existir y se rehúsan a entregarnos la personería jurídica. Sin embargo, ya estamos actuando de hecho y hay varios sindicatos que sólo están esperando el momento más adecuado para sumarse.
-La solidaridad internacional ha sido otro eje fundamental tanto del sindicato, como de la nueva federación.
-No hay duda de eso. Recientemente nos movilizamos frente a Cervecería Nacional, exigiendo a AB InBev la firma inmediata del nuevo convenio colectivo con el Stibys. Lo mismo hicimos el año pasado con Coca Cola Femsa, solidarizándonos con los compañeros del Stecsa de Guatemala, junto a la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Coca Cola (Felatrac).
Lo mismo haremos con todos aquellos compañeros y compañeras que necesiten de nuestra solidaridad, porque nuestro compromiso es con la clase obrera.
Pero tenemos que ir más allá y extender nuestra protesta.
Tenemos que manifestarnos frente a las embajadas, porque lo que estamos repudiando es un sistema político y económico impulsando por gobiernos neoliberales, que permiten a las transnacionales violentar los derechos de las y los trabajadores, condenándolos al hambre y la miseria.
Vamos a seguir en la calle y de allí nadie nos va a sacar.
[1] Sindicato Industrial de Trabajadores de la Fabricación y Comercialización de Refrescos, Bebidas, Gaseosas, Cervezas, Licores y Similares de Panamá
[2] Sindicato de Trabajadores de la Industria Cervecera en Panamá
Fuente: Rel-UITA
Por Giorgio Trucchi | Rel-UITA
Alejandro John es el secretario general del Sitrafcorebgascelis[1], organización que junto al STICP[2] integran la Federación Unitaria de la Clase Trabajadora (FUCLAT). La Rel aprovechó su presencia en Honduras en el marco del 26° Congreso Ordinario del STIBYS para analizar los avances logrados, así como la situación del movimiento sindical panameño.
-¿Cuál es la situación actual en Cervecería Nacional y en Coca Cola Femsa?
-Cervecería Nacional fue recientemente adquirida por la transnacional AB InBev. Siempre se ha caracterizado por tener una administración de línea dura. Afortunadamente, durante los últimos meses hemos podido dialogar con altos ejecutivos de la empresa y se logró resolver algunos temas de carácter económico.
Se han mejorado significativamente los salarios de los conductores internos que mueven los camiones y de los operadores de montacargas. También se incrementó el sueldo de los conductores de ruta que deberán hacerse cargo del cobro a los clientes, aunque no hemos resuelto todavía el tema de la contratación de personal de seguridad para los camiones.
Son avances importantes, aunque para nosotros no todo se resuelve con mejorar el aspecto económico, sino también garantizando el respeto a la dignidad del personal y asegurando la estabilidad laboral. En este sentido seguimos luchando contra la tercerización y precarización del trabajo.
En Coca Cola Femsa tenemos una situación bastante estable, con algunos altibajos, como por ejemplo la invasión de productos (provenientes de Estados Unidos) de Coca Cola Clásica que hemos venido denunciando y que se ha subsanado a medias.
Pero lo que más nos preocupa es la situación económica, política y social del país.
La criminalización de la protesta social
Estado enano, represión y corrupción
-¿Qué está pasando en Panamá?
-El actual gobierno ha venido profundizando la represión de la protesta social y el presidente Juan Carlos Varela ha demostrado ser un violador de los derechos humanos, en cuanto no está respetando el derecho que tiene el pueblo a manifestarse por problemas como el acceso al agua, a la vivienda, a la salud y a la educación.
Además estamos teniendo serios problemas en cuanto a la seguridad y al aumento del costo de la vida.
Actualmente hay unas 200 escuelas rurales cuyos docentes están en huelga por la falta de rutas seguras. Ya han muerto varios maestros tratando de llegar a lugares que aún son de difícil acceso.
También hay un plan para acabar con la educación pública. Quieren crear un modelo educativo acorde al modelo político y económico que domina nuestras sociedades.
Asimismo, el gobierno ha reprimido las protestas de los taxistas por el ingreso de Uber al país. Un sistema que es ilegal y que representa una competencia desleal.
Y todo eso en medio de una corrupción creciente que ha permeado todas las esferas públicas y privadas, generando crisis económica, política y social. Una verdadera bomba de tiempo.
Todas las personas que salen a las calles a protestar son criminalizadas y reprimidas brutalmente.
"Ejemplo de ello es la violenta detención la semana pasada de la compañera Rita Ramos, secretaria de Género de nuestra organización, durante una movilización de protesta por la presencia en Panamá del vicepresidente estadounidense Mike Pence. Solo la movilización inmediata del pueblo organizado pudo lograr la libertad de la compañera".
-¿Cuál ha sido la reacción del movimiento sindical?
-El movimiento sindical está siendo rebasado por expresiones sociales, populares y por las propias comunidades.
Panamá ha sido históricamente dominado por un sistema oligárquico y buena parte del movimiento sindical ha sido cooptado por este sector. La única salida es romper este esquema y unirnos con el objetivo de frenar el avance del modelo neoliberal.
La conformación el año pasado de la FUCLAT tiene justamente este objetivo.
Lamentablemente, las autoridades están cercenando su derecho a existir y se rehúsan a entregarnos la personería jurídica. Sin embargo, ya estamos actuando de hecho y hay varios sindicatos que sólo están esperando el momento más adecuado para sumarse.
-La solidaridad internacional ha sido otro eje fundamental tanto del sindicato, como de la nueva federación.
-No hay duda de eso. Recientemente nos movilizamos frente a Cervecería Nacional, exigiendo a AB InBev la firma inmediata del nuevo convenio colectivo con el Stibys. Lo mismo hicimos el año pasado con Coca Cola Femsa, solidarizándonos con los compañeros del Stecsa de Guatemala, junto a la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Coca Cola (Felatrac).
Lo mismo haremos con todos aquellos compañeros y compañeras que necesiten de nuestra solidaridad, porque nuestro compromiso es con la clase obrera.
Pero tenemos que ir más allá y extender nuestra protesta.
Tenemos que manifestarnos frente a las embajadas, porque lo que estamos repudiando es un sistema político y económico impulsando por gobiernos neoliberales, que permiten a las transnacionales violentar los derechos de las y los trabajadores, condenándolos al hambre y la miseria.
Vamos a seguir en la calle y de allí nadie nos va a sacar.
[1] Sindicato Industrial de Trabajadores de la Fabricación y Comercialización de Refrescos, Bebidas, Gaseosas, Cervezas, Licores y Similares de Panamá
[2] Sindicato de Trabajadores de la Industria Cervecera en Panamá
Fuente: Rel-UITA
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