martes, 7 de abril de 2009

Intentan asesinar al Procurador General

Jerarquía católica y medios en abierta campaña del miedo

de Giorgio Trucchi

El Procurador general de la República, Hernán Estrada, fue interceptado el día de ayer por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta mientras salía de su casa a las 7.20 de la mañana, y fue alcanzado al cuello por uno de los cuatro disparos que realizaron contra su persona.

Estrada dijo que la persona que se bajó de la motocicleta para realizar los disparos con una pistola 9 mm había comenzado a insultarlo y que probablemente conocía perfectamente el recorrido que acostumbra hacer todas las mañanas cuando sale a hacer ejercicios. Señaló también que este atentado es el resultado de los "llamados a la violencia de algunos religiosos, de algunos medios de comunicación, que hacen apología a la violencia, incitando o estimulando a sujetos o grupos a realizar acciones criminales como ésta".

Los señalamientos del procurador Estrada tienen que ver con las declaraciones vertidas a El Nuevo Diario por el obispo de Estelí y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Cen, Abelardo Mata, en las que se refirió a supuestos grupos que se estarían rearmando en el norte del país. Estas declaraciones, que contribuyen a crear un clima de desestabilización en el país, fueron respaldada en un primer momento por el arzobispo de Managua y presidente de la Cen, Leopoldo Brenes.

Para los dos religiosos, el supuesto fraude electoral organizado por el partido de gobierno durante las pasadas elecciones municipales habría desencadenado reacciones violentas entre la población, hasta el punto de volver a conformar grupos armados que podrían llevar a una nueva guerra civil.
"Es desastroso -dijo Mata a El Nuevo Diario- que los nicaragüenses para poder pelear por sus derechos tengamos que pensar en el arma. Lo sabemos, hay grupos armados, es afirmativo. El detonante para que la gente se empezara a armar fueron las elecciones municipales, eso es lo que se habla en el campo. Hay que esperar que empiecen a balearse en el campo los campesinos que son los que dan su sangre siempre en todo esto, y que venga el Ejército y que empiece a balear para empezar a buscar solución a los problemas.

No podemos vivir con ese baño de sangre, con dolor lo veo venir, y lo vengo hablando y los obispos de la Costa (Atlántica) lo vienen diciendo, pero hay oídos sordos que no quieren hacer caso, no sé hasta qué punto nos quieren llevar. Yo lo reafirmo -continuó el obispo- , veo desde afuera, como ciudadano y como pastor y da pena ver una ceguera, una sordera espantosa y no quiere escucharse la voz del pueblo, solo a ciertos sectores del pueblo, y a estos sectores son los que llaman pueblo, los demás sectores no son pueblo", expresó el vicepresidente de la Conferencia Episcopal.

La misma dosis de miedo en medio de una campaña mediática antigubernamental la repartió al siguiente día el arzobispo de Managua, Mons. Leopoldo Brenes.
"Verdaderamente es una preocupación de todos nosotros, porque también monseñor Jorge (Solorzano) nos comunicó que en ese sector de Matagalpa se estaban dando algunas situaciones muy especiales de grupos con tendencia a armarse”.

Estas declaraciones fueron prontamente rechazadas y desmentidas por el Ejercito de Nicaragua y la misma Policía Nacional, y aparentemente forman parte de un plan desestabilizador orquestado por una oposición que hasta la fecha no ha demostrado tener un proyecto político, económico y mucho menos de nación, alternativo al que desde hace más de dos años y con todos sus errores y aciertos, está implementando el gobierno Ortega.

Resulta además evidente como la estrategia gubernamental para buscar un entendimiento con la jerarquía católica haya fracasado.
De nada parece haber servido ofrecer en bandeja de plata la penalización del aborto terapéutico, llenar los discursos presidenciales con citas religiosas y las rotondas de la capital con rezadores y estatuas de la Vírgen María.
La jerarquía católica ha ampliamente demostrado no querer nada con este gobierno y estar dispuesta a sumarse al discurso destructivo de la oposición.

Pese al atentado sufrido el día de ayer, el procurador Hernan Estrada compareció en conferencia de prensa y advirtió que no se va a dejar amedrentar, y más bien "me hace reafirmar mi convicción de trabajar por la restitución de los derechos de los pobres, como lo ha definido el gobierno del presidente Daniel Ortega. Quiero ser claro en señalar a esos grupos que pretenden y quieren instigar y romper con nuestra seguridad ciudadana, para impedir gocemos de la paz y la estabilidad construida por todos los nicaragüenses, que no van a tener éxito".

Hizo también un llamado directo a la jerarquía católica y a algunos medios de comunicación para que "no sigan instigando a la violencia, que ven alzamientos en armas donde no existen, y hacen apología para que existan, a fin de desestabilizar la labor de un gobierno que trabaja restituyendo los derechos de miles de personas".
Instó a sus compañeros de Gabinete a no dejarse atemorizar y reiteró que este atentado en su contra reafirma su convicción en seguir restituyendo los derechos del pueblo en detrimento de grupos que han sido golpeados en sus intereses.

La primera comisionada de la Policía Nacional, Aminta Granera, aseguró que se ha creado un equipo especial para investigar el caso y dar con el paradero de los que están involucrados en el atentado.



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