Los sectores más radicales de la oposición en Nicaragua se lanzaron feroces desde ayer en las redes sociales contra el Secretario General de la OEA, Luis Almagro por haber dicho que ve avances significativos en Nicaragua al liberarse a todos los privados de libertad y que el presidente Daniel Ortega gobierna en favor de los nicaragüenses, mejorando la salud y la educación.
Desde los medios masivos y las redes sociales acusaron a Almagro de congraciarse con el gobierno sandinista y con fuertes recriminaciones trataron de desacreditar sus declaraciones al periódico El Colombiano. Almagro prácticamente ha desmentido la narrativa de la oposición en el exterior.
La sociedad civil, empresarios, excarcelados y políticos, hacían ingentes esfuerzos en Colombia, antes de instalarse la Asamblea General de la OEA para que se le aplicara la Carta Democrática a Nicaragua y sacar al país de dicho organismo, sin éxito alguno.
La sociedad civil, empresarios, excarcelados y políticos, hacían ingentes esfuerzos en Colombia, antes de instalarse la Asamblea General de la OEA para que se le aplicara la Carta Democrática a Nicaragua y sacar al país de dicho organismo, sin éxito alguno.
La oposición cifra todas sus esperanzas en la Asamblea General de la OEA, aunque no existen los 24 votos para tales objetivos sino la posibilidad de otra resolución. Existe en la ciudad colombiana de Medellín una fuerte presión por parte de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá para que salga una resolución contra Nicaragua.
A la par de la sesión de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos los opositores nicas están montando una estrategia mediática para presentar su versión de lo que pasa en Nicaragua, sin reconocer la paz, los avances sociales y económicos. Pero al mismo tiempo se refleja una escisión entre los grupos opositores.
A la par de la sesión de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos los opositores nicas están montando una estrategia mediática para presentar su versión de lo que pasa en Nicaragua, sin reconocer la paz, los avances sociales y económicos. Pero al mismo tiempo se refleja una escisión entre los grupos opositores.
Están los que abogan por la aplicación a su país de la Carta Democrática de la OEA (Artículo 20) y quienes están conscientes de que en Medellín no lograrán los 24 votos necesarios para ello. Y al propio tiempo los que apuestan a regresar a los tiempos de la violencia vividos entre abril-julio de 2018 y quienes se dedican a cabildear en el exterior en busca de sanciones contra nuestro país.
Algunos representantes de la alianza opositora, analistas y washingtólogos comenzaron a bajarse del caballo de la supuesta expulsión de Nicaragua de la OEA. Aunque hace un mes alardeaban con que gracias a la presión de Estados Unidos ya se tenían 24 votos para tal fin, ahora admiten que eso es imposible.
Algunos representantes de la alianza opositora, analistas y washingtólogos comenzaron a bajarse del caballo de la supuesta expulsión de Nicaragua de la OEA. Aunque hace un mes alardeaban con que gracias a la presión de Estados Unidos ya se tenían 24 votos para tal fin, ahora admiten que eso es imposible.
El miembro de la alianza, José Pallais reconoció que la aplicación de la Carta Democrática “no es factible” y que “la expectativa que mucha gente tiene de que en Medellín se pueda aplicar la suspensión de Nicaragua de la OEA, no es correcta, porque no es factible que ocurra”.
La alianza opositora abandonó el mes pasado la mesa de negociaciones y el gobierno cumplió con la excarcelación de todos los privados de libertad de conformidad con la lista consensuada con el Comité Internacional de la Cruz Roja, pero ahora a base de presiones y recostados en sanciones externas, quieren volver a la mesa de negociación.
La alianza opositora abandonó el mes pasado la mesa de negociaciones y el gobierno cumplió con la excarcelación de todos los privados de libertad de conformidad con la lista consensuada con el Comité Internacional de la Cruz Roja, pero ahora a base de presiones y recostados en sanciones externas, quieren volver a la mesa de negociación.
El mismo Pallais reveló que ellos a base de presiones quieren obligar al Poder Ejecutivo a negociar las reformas electorales directamente con ellos. El gobierno sin embargo avanza en la implementación del PIAV; el plan de retorno de quienes abandonaron Nicaragua e impulsa una ley de reconciliación creando comisiones de paz y reconciliación a todo lo largo y ancho del país.
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