En
mis años mozos, cuando mi abuelo me sorprendida entretenido, sin
prestarle atención a lo que hacia, me espetaba un regaño aleccionador
por lo simple: “¿Qué haces, estás pensando en la inmortalidad del
cangrejo?” y de inmediato tenia que “ponerme las pilas”, porque de lo
contrario, detrás de la filosófica reprimenda, podía venir un aluvión de
rapapolvos un poco más fuertes.
Con el tiempo aprendí que lo que mi
abuelo me quería decir era que dejará la distracción, que no siguiera
fantaseando.
Esta locución española se basa en que el cangrejo no tiene conciencia de si mismo y por tanto no tiene conciencia de su existencia, por lo que desde su punto de vista, a los efectos prácticos, es inmortal. De donde se deduce que, para el que los observa, todos los cangrejos son iguales, saben lo mismo, hacen lo mismo, en fin que el cangrejo siempre está pensando en la inmortalidad del cangrejo. ¿No se les asemeja esta explicación del significado de la antedicha frase a lo que conocemos sobre la mayoría de los llamados “disidentes” cubanos? Saben lo mismo, hacen lo mismo, dicen lo mismo, se montan en el mismo carro del enredo y la falacia, reciben la paga del mismo fondo aunque algunas veces aparezca disfrazado, no tienen conciencia de si mismos, por lo que, desde su punto de vista (y del de sus promotores), son inmortales como el cangrejo.
Los invito a echarle una ojeada al siguiente grupo de viajeros elegidos, émulos del cangrejo, que han salido temporalmente de Cuba con la misión de desbarrar contra el país que los vio nacer con acusaciones, entre otras, de que en Cuba se violan los Derechos Humanos. En esa “conspicua” lista se incluyen Yoani Sánchez la “ciberdisidente”, Antonio Rodiles, el flamante director de un mini-grupúsculo denominado “Estado de Sats”; Berta Soler, la auto titulada portavoz de las llamadas Damas de Blanco; Elizardo Sánchez Santacruz, el futuro “presidente de Cuba” y actual director de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, y el rollizo y bien alimentado Guillermo “Coco” Fariñas, quien dice representar a la bastante inflada por su cabecilla, Unión Patriótica de Cuba.
De las pavadas que han dicho estos “disituristas” tomo nota de lo que he leído al voleo en comentarios de todo tipo. La revista Espacio Laical, dirigida por el Consejo de Laicos de la Arquidiócesis de La Habana, criticó abiertamente en una de sus recientes ediciones “a los opositores que abogan por mantener las sanciones económicas contra la isla, (…) algunas personas, tanto cubanas como extranjeras, insisten en pedirle a importantes centros de poder en el mundo que desestabilicen al gobierno cubano”, “(…)ni los disidentes ni los exiliados tienen proyectos “claros y universales” para el destino de la nación”.
La Cabecilla de las Damas de Blanca pidió recientemente “que se mantenga el embargo comercial de Estados Unidos y que se limiten los viajes a la isla hasta que el gobierno de Raúl Castro acate los derechos humanos”, (…) respeto las opiniones de todo el mundo, pero la mía, la de las Damas de Blanco, es que no se levante el embargo”.
Antonio Rodiles por su parte dijo “que ahora sería el peor momento para levantar el embargo”, mientras que Yoani Sánchez, tutelada por la Fundación Nacional Cubano Americana, se regodeo repitiendo hasta el cansancio el estribillo anticubano: “Cuba viola los Derechos Humanos”, acotó que “condenaba el embargo” pero acto seguido aclaró “que no se debe levantar hasta que no se discutan algunas cosas”, que es como si apoyara la Ley Helms-Burton. El colofón lo puso la Soler cuando declaró que en los años 50, antes de la Revolución, “Cuba era una tacita de oro”. Permítanme recordarles que en esos años la Dictadura de Batista se enseñoreaba asesinando a mansalva a miles de cubanos. A la Soler le faltó decir que la “tacita de oro” estaba llena de sangre.
Es menester que repita aquí lo que han dicho en múltiples foros y conferencias internacionales nuestros representantes y otras personas sensatas que valoran objetivamente esta situación: el bloqueo económico, comercial y financiero de los EEUU contra Cuba es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de nuestro pueblo, y esas sanciones, vigentes desde 1960, afectan a las categorías más vulnerables de la sociedad cubana , a saber las mujeres, los ancianos y los niños.
Somos un pueblo digno, solidario y comprometido con la causa de los Derechos Humanos. Las detenciones arbitrarias y el tratamiento penitenciario por largos periodos, sin una base legal, donde único se produce en Cuba es en la Base Naval de Guantánamo, que está bajo la ilegal jurisdicción del Gobierno de los EE.UU. Hace 31 años, 4 meses y 20 días que el periodista afro norteamericano Mumia Abu-Jamal se encuentra en prisión. Pasó 28 años en condiciones de aislamiento casi total, privado de todo contacto físico, hasta de sus propios familiares. He ahí ejemplos de que ese Gobierno al que Uds. le rinden obediencia si viola los DD.HH. y no el Gobierno de Cuba.
Adquieran conciencia. Uds. no representan a Cuba. No importa lo que se les ocurra hacer o decir, en cualquier circunstancia, fecha y lugar, van a chocar abruptamente contra la muralla popular que defiende sus derechos de todo tipo. ¡Dejen de pensar en la inmortalidad del Cangrejo! y pongan los pies sobre la tierra.
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