lunes, 20 de julio de 2020

"Este es un pueblo que no se acobarda"

Fotos César Pérez | CCC
Nicaragua 41/19: Avances en salud, control de la pandemia y la obsesión de EEUU por acabar con el sandinismo

Por Giorgio Trucchi | LINyM

Por primera vez en más de cuatro décadas el pueblo nicaragüense no pudo movilizarse hacia "la plaza" para conmemorar y celebrar un aniversario más del triunfo sobre la dictadura feroz de los Somoza.

Este año, en tiempos de pandemia, las banderas rojinegras, mezcladas con las azuliblanco y  las de otras naciones, movimientos y partidos hermanos, no abarrotaron la Plaza la Fe, ni la Plaza de la Revolución y la Avenida Bolívar, que parte verticalmente en dos la capital.

Solamente la noche anterior, en la víspera del 41 aniversario de la revolución popular sandinista, cientos de vehículos recorrieron las calles de la capital (lo mismo ocurrió en otras ciudades) hasta reconcentrarse en el malecón del Lago Xolotlán donde recibieron, con música testimonial y juegos pirotécnicos, otro 19 de julio.

En el acto que se realizó en Plaza de la Revolución, donde reposan los restos mortales de Carlos Fonseca Amador y Tomás Borge Martínez, fundadores del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (Fsln), el presidente Daniel Ortega destacó los avances alcanzados en materia de salud durante los últimos 13 años.

Avances en salud

Entre otros, el mandatario señaló la construcción de 19 hospitales (2 nacionales, uno departamental y 16 primarios), 18 centros de salud, 452 puestos de salud, 128 casas maternas, un instituto y 188 clínicas de medicina natural y terapias complementarias (con 15 filiales de dicho instituto) y 70 clínicas para la atención del dolor.

También se están construyendo 7 hospitales y una casa materna más, un laboratorio epidemiológico regional y se incorporaron al sistema de salud pública
28 tomógrafos y 9 resonadores.

Con el programa Todos con Voz se realizaron casi 2.5 millones de visitas y se atendieron a más de 156 mil personas con alguna discapacidad. 

Asimismo se activaron 80 clínicas móviles, que durante los meses de la pandemia (marzo-junio) dieron atención a más de 14 mil comunidades, y se realizaron 8,132 ferias de salud. Para varias de estas clínicas se usaron furgones decomisados a narcotraficantes durante operaciones antinarcóticos. 

Entre 2017 y 2020 con estas clínicas se atendieron a más de 5 millones de personas. De la misma manera, en menos de 7 años (2013-2020), en el hospital para niños y niñas La Mascota se realizaron 920 cirugías de corazón.

Un tema muy sentido es el de la insuficiencia renal (situación que enfrentan miles de ex trabajadores del Ingenio San Antonio propiedad de la Nicaragua Sugar Estates Limited | Grupo Pellas).

En 13 años (2007-2020) Nicaragua pasó de 34 a 332 máquinas para hemodiálisis, atendiendo de 96 a 2,270 pacientes. También se realizaron 159 trasplantes de riñón, cuyo costo aproximado oscila entre 20 y 25 mil dólares cada uno.

Se atendieron a casi 6 mil pacientes con VIH, se cuadruplicó la cantidad de cirugías y se incrementó de 22 mil a 37 mil el personal de salud  y de 2,700 a 6,200 los médicos a nivel nacional.

Para la atención del cáncer de la mujer se incorporaron al servicio público 27 mamógrafos (había sólo uno en 2006), 128 equipos de crioterapia y 97 colposcopios. De esta manera ya se podrá atender las lesiones cérvico-uterinas en el 80% de los municipios.

Con el apoyo del gobierno de Japón, Nicaragua ya dispone de un acelerador lineal para la atención del cáncer y, con fondos propios, se ha iniciado la instalación de un segundo. Vale la pena recordar que a partir de 2007, se está garantizando la atención integral oncológica tanto en el sistema público como para los derechohabientes del Seguro Social.

Para logar todos estos objetivos, el presupuesto de salud ha ido creciendo cada año, pasando del 13% del presupuesto general en 2006 al 20% del 2020, prácticamente quintuplicando el desembolso anual.

El acceso a todos estos servicios y al suministro de medicinas ha sido totalmente gratuito.

Doble cara

Lo que los medios masivos de comunicación no se atreven a decir o prefieren callar es que, después de las políticas privatizadoras impulsadas durante los 16 años de gobiernos neoliberales (1990-2006), que dejaron a la inmensa mayoría de la población sin acceso a una salud y educación dignas, a partir de 2007 el gobierno sandinista volvió a encarrilar a Nicaragua hacia un modelo de atención integral en salud, familiar y comunitario, basado en la prevención primaria, la gratuidad, descentralización y universalidad.

"Es porqué teníamos todas esas capacidades instaladas y que seguimos instalando, que hemos logrado enfrentar con éxito esta pandemia", dijo Ortega durante su discurso a la nación.

Los datos que cada semana brindan las autoridades de salud nicaragüenses sobre los efectos del coronavirus en el país están siendo cuestionadas por opositores políticos y supuestos observatorios y asociaciones médicas.

Lo singular de todo esto es que los sujetos que claman hoy por salud de calidad y denuncian, sin señalar fuentes creíbles, la falta de atención y capacidad de respuesta ante la pandemia, son los mismos que en los años 90 promovieron o avalaron la privatización de salud y educación pública, la difusión de clínicas y colegios privados, así como la oferta de atención sanitaria privada dentro de las estructuras públicas.

La obsesión del norte

Y mientras un país como Nicaragua, con una economía frágil y golpeada por la intentona golpista de 2018, intenta seguir adelante en medio de una crisis sanitaria global, los Estados Unidos no pierden ocasión para tratar de acabar, de una vez por todas, con el sandinismo.

"Una cosa totalmente brutal. Es decir, un imperio tan poderoso como ese, ensañándose en un país como Nicaragua, tratando de hacerle daño al pueblo nicaragüense, tratando de desmoralizarlo y acobardarlo. Pero el pueblo ha demostrado, en las más difíciles circunstancias, que no es cobarde, que este es un pueblo valiente (...). Un pueblo que ha luchado y ha levantado la bandera rojinegra  con Sandino y ha rescatado la azuliblanca expulsando a los invasores.

Nuestro compromiso hoy es el mismo de hace 41 años. Es el compromiso con la paz, la unidad, la vida y la estabilidad del pueblo nicaragüense", concluyó el mandatario.

(Fotos César Pérez | CCC)


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