lunes, 5 de marzo de 2018

Costa Rica: ¡Azúcar Nobel, azúcar maldita!

Foto G. Trucchi | Rel-UITA
La gente de cuerpo cansado, se cansó del maltrato y el sindicato mandó a parar. Se trata del Ingenio Taboga, propiedad de la familia del ex presidente y Premio Nobel de la Paz, Óscar Arias.

Por Gerardo Iglesias y Giorgio Trucchi | Rel-UITA


“¡Hay que parar la explotación ya!”. Sentencia Saray López, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Caña (Sintraica), organización que integra la Federación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria (Fentrag), afiliada a la UITA.

“Hace unos años hubo un cambio de gerencia en el Ingenio Taboga y las condiciones de trabajo y los salarios desmejoraron.

Entonces nosotros comenzamos un proceso organizativo, sabiendo que teníamos que llegar al personal permanente como al temporal, que se contrata por el período de zafra que en su mayoría son migrantes nicaragüenses.

Esta situación –continúa Saray– hizo que el sindicato conjuntamente con la federación elaborara un plan para replantear la estrategia sindical, intensificando la campaña de afiliación masiva entre los cortadores de caña, que son los que más sufren la explotación y la discriminación.


En menos de tres meses logramos triplicar la cantidad de afiliados”.

En el país hay 13 ingenios y en esos cañaverales solo en el Ingenio Taboga hay sindicato y convención colectiva. Por lo tanto no es difícil imaginar cómo será el grado de explotación en los otros ingenios donde la gente no está organizada.

Una historia de engaños
¿Tercerización o trata de personas?


La mano de obra nicaragüense es contratada directamente por la empresa que viaja a Nicaragua. Allí se firma un contrato[1] que garantiza beneficios y salarios y luego los trae a Costa Rica.

“Una vez aquí, la empresa los terceriza y los reparte entre contratistas que desconocen el contenido del contrato firmado directamente con Taboga, violentando así el convenio binacional de movilidad laboral para migrantes firmado en el 2012 entre Nicaragua y Costa Rica”, enfatiza Saray.

Para Maikol Hernández, secretario general de la Fentrag, la situación raya con la trata de personas. “Para el engaño el ingenio se aprovecha de la falta de trabajo en Nicaragua, de las necesidades que padecen esos trabajadores y de su desesperación.

Una vez en Costa Rica, se quitan sus documentos y el permiso de trabajo, los explotan, los maltratan, los albergan en lugares insalubres y por cualquier cosa tienen que pagar.

Son muchos los que regresan a su país sin haber ahorrado casi nada. Otros se enferman de insuficiencia renal crónica y ya no son contratados. Otros simplemente fallecen.

El papel desempeñado por los contratistas es nefasto. Son ellos, con la complicidad de la empresa, que están generando esta situación”, aseguró Maikol Hernández.

“¡No más explotación!”
Estalla la protesta


Entre las principales violaciones que sufren trabajadores y trabajadoras el sindicato señala bajos salarios, recargo de funciones por eliminación de puestos, ocultamiento de accidentes laborales, evasión a la seguridad social, desigualdad salarial.

También el no pago de la cesantía, pésimas condiciones de seguridad e higiene, cobro indiscriminado de herramientas de trabajo y por exámenes médicos, así como el desfalco del 10 por ciento por adelanto de salario, discriminación, acoso, maltrato.

Todas estas circunstancias generaron el caldo de cultivo para que se desatara la protesta que reivindica el respeto a la dignidad humana

“Los trabajadores están hastiados de la forma en que los tratan y dijeron ¡Basta ya! Nos preparamos y a las 2 de la madrugada del 28 de febrero comenzamos a paralizar las actividades.

La empresa no tuvo más opciones que sentarse a negociar. Nunca se había visto una protesta tan contundente en el sector caña”, relata emocionada Saray López.

Tras más de 12 horas de negociaciones, las partes acordaron[2] respetar las condiciones salariales estipuladas en el contrato de trabajo y crear una mesa tripartita de alto nivel.

Dicha mesa tendrá la tarea de realizar una revisión integral de puestos y salarios, abordar todos los puntos presentes en el pliego de peticiones del Sintraica, y discutir el reconocimiento de parte de Taboga de los contratos de trabajo y el rol de los contratistas.

Finalmente, el Ingenio Taboga se comprometió a no tomar represalias en contra de los trabajadores que se sumaron a la protesta.

“Esto es solamente el comienzo. Trabajadores y trabajadoras están tomando conciencia de sus derechos y están entendiendo que la única manera de que se les respete es organizándose, manteniéndose unidos y luchando.

Se ha sentado un precedente importante y el resultado es que más gente está llegando a la oficina del sindicato para afiliarse, reportar violaciones a sus derechos, solicitando apoyo para que se les garanticen sus derechos.

No logramos todo lo que queríamos, pero se ha dado un paso importante y vamos a velar para que se cumpla con lo pactado y se avance con lo que falta por negociar”, concluyó López.

En el cañaveral la gente, dejó de ser solo sombras y hoy tienen voz.


Fuente: Rel-UITA

 

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