Foto Micaela Ayala | Andes |
Por Andes
Cuando la tarde no había comenzado en Quito a la hora señalada, 16:00 (hora local), varios miles aclamaban ya al presidente Rafael Correa para que saliera al balcón del Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, donde había sido convocada para este jueves una concentración popular de apoyo a la Revolución Ciudadana.
¡“Presi Rafael, Presi Rafael!”, coreaban a ratos varios grupos de simpatizantes del gobierno ecuatoriano a quienes el mandatario ecuatoriano citó para una jornada de vigilia que se convirtió en una fiesta cívica, en la que ondearon banderas del gubernamental Movimiento Alianza PAIS y otras tantas de los movimientos sociales, mientras el grupo “Son PAIS” y trovadores interpretaban canciones.
¡“Presi Rafael, Presi Rafael!”, coreaban a ratos varios grupos de simpatizantes del gobierno ecuatoriano a quienes el mandatario ecuatoriano citó para una jornada de vigilia que se convirtió en una fiesta cívica, en la que ondearon banderas del gubernamental Movimiento Alianza PAIS y otras tantas de los movimientos sociales, mientras el grupo “Son PAIS” y trovadores interpretaban canciones.
Desde el balcón del primer piso del Palacio de Gobierno, un grupo de oradores arengaban a los presentes y explicaban las razones que motivaron a unos 5.000 jóvenes de varias regiones del país llegados a la capital para apoyar al presidente Correa, al tiempo que la multitud coreaba consignas de “Uh, ah, Correa no se va” y “en la lucha del pueblo, nadie se cansa”, hasta que apareció el presidente entre víctores.
El mandatario les saludó desde el balcón alto y les dijo que “los de luto” se dirigían hasta el centro, en alusión a los grupos de la oposición que en las últimas semanas portan banderas negras en sus manifestaciones en las calles para expresar su rechazo a dos iniciativas de leyes (de Herencias y de Plusvalía), pero con consignas de “fuera, Correa, fuera”.
“Hoy se visten de luto por las escuelas, caminos, por la dignidad”, dijo Correa, quien contrastó cómo, sin embargo, estos mismos sectores protestan contra esas iniciativas -que él ordenó posteriormente retirar de la Asamblea Nacional para dar paso a un “Diálogo Nacional por la Equidad y Justicia Social”- no salieron a las calles cuando el feriado bancario de 1999, y vistieron de luto pero para defender a esa oligarquía.
El presidente Correa, quien salió unas cuatro veces al balcón, aclamado por los participantes en la movilización, dijo que “los golpistas fracasarán en sus intentos”, pero alertó que lo intentarán una y otra vez, debido a que buscan desgastar al gobierno con vista a las elecciones presidenciales de 2017.
¡“Qué aprendan a ser demócratas!”, aseveró, al advertir a los opositores que estarían buscando enfrentamientos violentos que “no jueguen con la paciencia de nuestro pueblo”. Les dijo, además, que “estarán de luto eterno” mientras la Revolución Ciudadana esté en el poder.
Alertó que estas maniobras desde la derecha van a continuar hasta el año en que están previstos los comicios, para intentar desgastar al gobierno porque están desesperados ya que “saben que serán vencidos” en las urnas.
“Nosotros somos patriotas, trabajando por nuestro pueblo y eso es lo que le duele a la oligarquía”, aseveró en medio de aclamaciones de “reelección, reelección, reelección”, a lo que respondió que lo más importante no es su persona, sino la continuidad de este proceso político.
El pueblo en vigilia permanente de la Revolución Ciudadana
Mucha gente de pueblo, entre ellos jóvenes y personas de la tercera edad, se reunió este jueves frente a Carondelet, con carteles hechos incluso por las manos de quienes los portaban, como Blanca González, de 72 años. En medio de la algarabía hubo un momento en que se sentó en los bajos de Carondelet, pero continuaba haciendo sonar un silbato en su boca.
Con un cartel en sus manos, donde se podía leer un acróstico con la palabra Lasso, en alusión al banquero Guillermo Lasso, líder del Movimiento CREO (Creando Oportunidades); Con cada una de las letras se podía leer: “Lacayo..Aborrecido…Sinverguenza …Saqueador …Otro feriado bancario NO!. La señora dijo a Andes: “¿A cuántos presidentes sucios no he visto yo caer?. Ahora no hay peor ciego que el que no quiere ver. Este es el mejor presidente de la historia; por eso yo estoy aquí hasta que se acabe esta fiesta, aunque me duelan las piernas".
Gloria Zurita, por su parte, portaba con sus dos manos un cartel con el rótulo de “¿Sabía usted que el impuesto a las herencias existe desde 1921?”. Aseguró a Andes que ella misma lo escribió y que tiene la experiencia de haber pagado impuestos en una ocasión en que heredó una casita.
“Los impuestos son para pagarnos las cosas de los pobres, para ayudarnos. Si yo tuviera que pagar impuestos con una herencia ahora, lo haría, para que puedan hacer programas para los pobres, para nuestros hijos y nietos, como lo está haciendo ahora el presidente Correa”, acotó.
Por su parte, Marcelo Rodríguez, de 53 años de edad, señaló que ha visto el cambio del país y que “nunca hubo un mejor presidente que este, que ha sido el más aclamado esta noche, usted lo ha visto”.
Entre la gente de pueblo se mezclaban también ministros del gabinete, entre ellos el de Educación, Augusto Espinoza, la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, la secretaria de Cooperación Técnica Internacional, Gabriela Rosero, el ministro de Defensa, Fernando Cordero, y la representante permanente de Ecuador ante la ONU en Ginebra, María Fernanda Espinoza, a quienes saludaban con familiaridad, señal de la identificación de los dirigentes con las masas populares.
Hacia el final, el vicepresidente Jorge Glas apareció en el balcón junto Correa y juntos levantaros sus puños alzados, en señal de triunfo. Mientras tanto, en la Plaza de la Independencia “Son PAIS” continuaba amenizando, y los seguidores del presidente Correa volvían con sus consignas para que volviera el presidente a dirigirles la palabra.
En la Plaza de Santo Domingo, a unas pocas cuadras, grupos opositores forcejeaban con la policía para romper el cordón y avanzar hacia la también llamada Plaza Grande, quizás buscando confrontación, según los planes denunciados hace pocas horas por el Ministro del Interior.
El mandatario les saludó desde el balcón alto y les dijo que “los de luto” se dirigían hasta el centro, en alusión a los grupos de la oposición que en las últimas semanas portan banderas negras en sus manifestaciones en las calles para expresar su rechazo a dos iniciativas de leyes (de Herencias y de Plusvalía), pero con consignas de “fuera, Correa, fuera”.
“Hoy se visten de luto por las escuelas, caminos, por la dignidad”, dijo Correa, quien contrastó cómo, sin embargo, estos mismos sectores protestan contra esas iniciativas -que él ordenó posteriormente retirar de la Asamblea Nacional para dar paso a un “Diálogo Nacional por la Equidad y Justicia Social”- no salieron a las calles cuando el feriado bancario de 1999, y vistieron de luto pero para defender a esa oligarquía.
El presidente Correa, quien salió unas cuatro veces al balcón, aclamado por los participantes en la movilización, dijo que “los golpistas fracasarán en sus intentos”, pero alertó que lo intentarán una y otra vez, debido a que buscan desgastar al gobierno con vista a las elecciones presidenciales de 2017.
¡“Qué aprendan a ser demócratas!”, aseveró, al advertir a los opositores que estarían buscando enfrentamientos violentos que “no jueguen con la paciencia de nuestro pueblo”. Les dijo, además, que “estarán de luto eterno” mientras la Revolución Ciudadana esté en el poder.
Alertó que estas maniobras desde la derecha van a continuar hasta el año en que están previstos los comicios, para intentar desgastar al gobierno porque están desesperados ya que “saben que serán vencidos” en las urnas.
“Nosotros somos patriotas, trabajando por nuestro pueblo y eso es lo que le duele a la oligarquía”, aseveró en medio de aclamaciones de “reelección, reelección, reelección”, a lo que respondió que lo más importante no es su persona, sino la continuidad de este proceso político.
El pueblo en vigilia permanente de la Revolución Ciudadana
Mucha gente de pueblo, entre ellos jóvenes y personas de la tercera edad, se reunió este jueves frente a Carondelet, con carteles hechos incluso por las manos de quienes los portaban, como Blanca González, de 72 años. En medio de la algarabía hubo un momento en que se sentó en los bajos de Carondelet, pero continuaba haciendo sonar un silbato en su boca.
Con un cartel en sus manos, donde se podía leer un acróstico con la palabra Lasso, en alusión al banquero Guillermo Lasso, líder del Movimiento CREO (Creando Oportunidades); Con cada una de las letras se podía leer: “Lacayo..Aborrecido…Sinverguenza …Saqueador …Otro feriado bancario NO!. La señora dijo a Andes: “¿A cuántos presidentes sucios no he visto yo caer?. Ahora no hay peor ciego que el que no quiere ver. Este es el mejor presidente de la historia; por eso yo estoy aquí hasta que se acabe esta fiesta, aunque me duelan las piernas".
Gloria Zurita, por su parte, portaba con sus dos manos un cartel con el rótulo de “¿Sabía usted que el impuesto a las herencias existe desde 1921?”. Aseguró a Andes que ella misma lo escribió y que tiene la experiencia de haber pagado impuestos en una ocasión en que heredó una casita.
“Los impuestos son para pagarnos las cosas de los pobres, para ayudarnos. Si yo tuviera que pagar impuestos con una herencia ahora, lo haría, para que puedan hacer programas para los pobres, para nuestros hijos y nietos, como lo está haciendo ahora el presidente Correa”, acotó.
Por su parte, Marcelo Rodríguez, de 53 años de edad, señaló que ha visto el cambio del país y que “nunca hubo un mejor presidente que este, que ha sido el más aclamado esta noche, usted lo ha visto”.
Entre la gente de pueblo se mezclaban también ministros del gabinete, entre ellos el de Educación, Augusto Espinoza, la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, la secretaria de Cooperación Técnica Internacional, Gabriela Rosero, el ministro de Defensa, Fernando Cordero, y la representante permanente de Ecuador ante la ONU en Ginebra, María Fernanda Espinoza, a quienes saludaban con familiaridad, señal de la identificación de los dirigentes con las masas populares.
Hacia el final, el vicepresidente Jorge Glas apareció en el balcón junto Correa y juntos levantaros sus puños alzados, en señal de triunfo. Mientras tanto, en la Plaza de la Independencia “Son PAIS” continuaba amenizando, y los seguidores del presidente Correa volvían con sus consignas para que volviera el presidente a dirigirles la palabra.
En la Plaza de Santo Domingo, a unas pocas cuadras, grupos opositores forcejeaban con la policía para romper el cordón y avanzar hacia la también llamada Plaza Grande, quizás buscando confrontación, según los planes denunciados hace pocas horas por el Ministro del Interior.
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