Hace cinco años, nuestra compañera de luchas y sueños Bety Cariño fue cobardemente asesinada por los paramilitares mexicanos. El 27 de abril del 2010, mientras se dirigía en la caravana humanitaria hacia San Juan Copala, ella y los demás miembros de esta brigada fueron ferozmente atacados, y en esta emboscada también pereció el compañero Jyri Jaakkola, activista y defensor de los derechos humanos originario de Finlandia.
El objetivo de la caravana era llevar ayuda humanitaria a San Juan Copala, comunidad que se encontraba cercada por el ejército, sin acceso a alimentos ni medicamentos. Bety, con el compromiso que siempre le caracterizó, decidió emprender esta tarea, quería que el mundo supiera lo que ocurría, quería hacer un llamado de auxilio ante lo que se estaba viviendo.
Asi era ella…una guerrera en todas las dimensiones posibles, comprometida con su pueblo, con origen como mujer indígena Mixteca, como líder, como amiga. Imposible olvidar su alegría por la vida, su risa que llenaba todos los espacios, su deseo por vivir a plenitud, su compromiso con la justicia.
Te recordamos, y ciertamente duelen estos cinco años sin tu presencia física. Nos sumamos al dolor de tu familia, a la que amaste de forma incondicional. Nos solidarizamos con tu pueblo, por el que luchaste y por quien diste tu vida.
Cinco años han pasado y las investigaciones sobre tu asesinato aún son inciertas, pero los que nos quedamos seguimos clamando por la Justicia, trabajando por tu legado y honrando tu memoria.
Hermana, compañera…duele tu ausencia, te quedas siempre con nosotros.
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