Laura Bernal |
Por Laura Bernal | ContraPunto
El candidato para la comuna capitalina por la coalición FMLN-PSP asegura ser “de izquierda radical”, pero crítico de su propio partido.
Antes de 2012, Nayib Bukele Ortez no era más que un nombre extraño en El Salvador, pero desde que asumió su cargo como alcalde de Nuevo Cuscatlán bajo la coalición del FMLN-CD, su presencia tomó mayor relevancia.
Bukele nació en San Salvador en una familia numerosa, hijo de padres salvadoreños; sus abuelos paternos llegaron de Palestina y recientemente se casó con Gabriela Rodríguez, una licenciada en psicología y baletista por afición.
Aunque poca gente lo había relacionado al FMLN antes de su candidatura como alcalde de Nuevo Cuscatlán, Bukele nació en El Salvador y desde sus 18 años fue uno de los encargados de la publicidad del partido de izquierda, bajo la agencia de publicidad Nölck.
Pero además de su agencia publicitaria, Bukele es dueño de otras empresas, entre estas la distribuidora de motocicletas “Yamaha”, con las que totalmente emplea a aproximadamente 300 personas en diferentes rubros.
Aunque siempre se caracterizó como un “empresario con gran futuro”, Bukele manifestó hace algunos años que su ingreso a la política respondía a la necesidad de salir de “su zona de confort” en el mundo empresarial.
Al respecto, reiteró en múltiples ocasiones que si bien no menoscababa su trabajo como empresario, la política le ha permitido trascender más que en la empresa privada, por involucrarse con más gente y con proyectos que adquieren más importancia para el país.
El joven empresario es el primero y único, de nueve hermanos, que abandona la empresa privada por una silla edilicia y aunque su interés por la política no es hereditario, ha señalado que su familia siempre estuvo muy conectada con la izquierda.
“Yo me identifico con la izquierda, que somos los que creemos que el Estado debe garantizar oportunidades para todos: salud, educación, infraestructura productiva”, señala Bukele, que aunque no profesa una religión, dice creer en Dios y en la justicia social.
Sin embargo, Bukele ha sido fuertemente criticado por su paradójica relación con el FMLN revolucionario, que históricamente ha sido catalogado como un partido “anti empresarial”.
Y en este sentido, la candidatura de Bukele ha provocado incluso que gente de la misma izquierda partidaria observaran al empresario con “sospechas” y hasta quienes consideraran que su presencia contradecía el “el papel histórico del proletariado” o de la “vanguardia revolucionaria”, llamada a eliminar el capitalismo.
No obstante, desde el anuncio de su postulación como alcalde de San Salvador, dirigencia efemelenista ha negado mantener roces internos por su candidatura y más bien la han catalogado como “la joya de la corona” para los comicios de este año, pese a reconocerlo como un candidato bastante independiente y crítico de su propio partido.
Frases como “Tenemos que cambiar la historia”, “juntos saldremos adelante”, “Cuando invertimos en nuestra gente el progreso está garantizado”, “No es trabajo si te estás divirtiendo” o “ARENA no es el enemigo, sino la pobreza” han provocado que Bukele se haya convertido en uno de los políticos más populares e influyentes de los últimos años.
Decenas de jóvenes en El Salvador caracterizan al empresario como uno de los mejores candidatos para tomar el rumbo de la capital salvadoreña, actualmente liderada por el partido opositor.
El joven político que se autodenominó como de “izquierda radical” (por querer cambios radicales para El Salvador) ha logrado arrasar con los sondeos de opinión pública de cara a los comicios de marzo próximo.
En múltiples resultados de casas encuestadoras, tanto de universidades como medios de comunicación, Bukele ha mantenido una constante ventaja numérica sobre su contrincante del partido ARENA y actual diputado, Edwin Zamora.
Sólo a casi dos semanas de los comicios, Bukele mantuvo una ventaja de casi 20 puntos sobre Zamora y su simpatía, su poder de convencer hasta a la oposición y sus propuestas de campaña se han convertido en los mejores aspectos evaluados por la población.
En agosto de 2014, el secretario general del FMLN dijo sobre Bukele: aunque no pertenece a las estructuras de base de nuestro partido; es una persona que tiene claridad de visión y tiene una postura bien definida desde una óptica de izquierda.
Otros políticos centroderechistas, como sus propios contendientes por el partido GANA, no han descartado tampoco su apoyo al actual candidato de Nuevo Cuscatlán que ha prometido, entre otras cosas, mayor control territorial, mejoramiento de infraestructura, capacitaciones a comerciantes, entrega de becas estudiantiles y la creación de una Secretaria municipal de cultura.
Múltiples sectores señalan que las posibles acciones de Bukele en San Salvador serían una continuidad a los proyectos sociales ya establecidos en Nuevo Cuscatlán, alabados hasta por la comunidad internacional, y que se convertiría según el alcalde, en una “ciudad hermana de la capital”.
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