contrapunto.com.sv |
Por César Villalona
Una de las críticas que algunos opositores le hacen al proyecto de presupuesto de 2015 es que el mismo contempla crear 1,536 plazas en el Estado. A esa contratación le llaman “grasa”. El término es ofensivo y lo utilizan empleados públicos con salarios de varios miles de dólares, como los diputados de ARENA y algunos de GANA, que obviamente no se consideran grasas en el Estado.
Pero más allá del término que emplean, lo que más asombra es su falta de argumentos para rechazar las nuevas contrataciones. Al parecer se oponen porque consideran que trabajar en el Estado es casi un pecado (salvo en su caso) o que el Estado no necesita nuevo personal para ampliar y mejorar su labor.
Lo primero que hay que aclarar es que las nuevas plazas son alrededor de mil, pues unas 500 las ocupaban personas pagadas por proyectos de organismos internacionales que ya finalizaron, y como se trata de plazas importantes, el Estado asumirá el pago de las mismas.
Por otra parte, crear mil empleos nuevos no es ampliar excesivamente la nómina laboral, pues en el Estado trabajan más de 200,000 personas, y las plazas son 142 para hospitales, 460 para el Ministerio de Salud, 303 docentes y 631 policías. Es decir, se trata de pocos empleos y vinculados a las áreas prioritarias para el desarrollo social y la tranquilidad ciudadana.
Los políticos de derecha y los gremios de la gran empresa constantemente repiten que hay que fortalecer la educación, la salud y la seguridad pública, para que haya un mejor clima de negocios, mejorar la competitividad y ampliar la inversión privada, tanto nacional como extranjera. Hay cientos de documentos donde se abordan esos temas. Y ahora que el gobierno quiere invertir más en salud, educación y seguridad pública, viene el rechazo al presupuesto y a los préstamos orientados hacia esas áreas.
Los centros de estudio de la derecha reconocen que hay que elevar el presupuesto de educación al 6% del PIB y el de salud al 5%, para ponernos al nivel de otros países de América Latina. Eso significaría casi duplicar el actual presupuesto destinado a esas áreas. ¿Y cómo hacer eso sin contratar más personal? Las escuelas y los hospitales no funcionan sin personas. Para ampliar los servicios de salud no basta crear hospitales, sino elevar la cantidad de personal de salud por habitantes.
Lo que ocurre es que la derecha nos e cree su discursos sobre la necesidad de más inversión social, porque su verdadera convicción consiste en recortar el presupuesto del Estado.
En el caso de la seguridad pública, el FMLN planteó en su programa de gobierno “avanzar hacia el número de efectivos policiales necesario e incrementar sus medios de combate para vencer el crimen”. Es decir, contratar más efectivos y darles más medios para realizar su trabajo. Por ese programa, que la derecha no leyó, votó el pueblo en las elecciones pasadas. Lo que hace el FMLN es comenzar a cumplir lo prometido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios que contienen vulgaridades o elementos de violencia verbal