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Por Juan José Dalton | ContraPunto
El ex presidente Francisco Flores, otrora considerado brillante académico y experto en temas políticos, en la actualidad se encuentra en el “ojo del huracán”; tirios y troyanos le achacan graves hechos de corrupción y consideran que su actuar ha llevado a la derecha a un estadio crítico que se evidenció en el fracaso de su partido durante la primera ronda electoral presidencial que tuvo lugar el 2 de febrero pasado y que se presume ocurra lo mismo el próximo 9 de marzo, cuando se defina, en una elección de segunda vuelta, el sucesor del actual mandatario Mauricio Funes.
La causa de esta “desgracia”: al ex presidente se le descubrieron graves irregularidades en el manejo de dineros públicos. En una investigación realizada por la Asamblea Legislativa se concluye que Flores estaría involucrado en una supuesta apropiación de no menos de 70 millones de dólares de donaciones y préstamos bancarios entregados por el gobierno de Taiwán, durante sus cinco años de gobierno, así como haber cometido al menos ser delitos penados por la ley.
Flores es, nada más y nada menos que uno de los tres presidentes honorarios de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), por haber sido presidente de El Salvador entre 1999 y 2004. En esa calidad y por sus dotes “académicas”, fue ungido por el liderazgo arenero y por un grupo de 20 financiadores (los más pudientes representantes de la casta empresarial, conocidos como G-20), para ser el jefe de la campaña del candidato presidencial Norman Quijano. Como se dice popularmente: Flores era “el poder tras el trono”.
“No podría decirle cuánto ha afectado o ha incidido el tema de la corrupción que se le achaca al ex presidente Flores en la derrota de la primera vuelta electoral del partido ARENA, lo que sí es importante, es que el tema de la falta de transparencia ha estado en el debate político”, aseguró el director del Capítulo de El Salvador de Transparencia Internacional, Roberto Burgos.
Burgos, al igual que el analista Roberto Cañas, coinciden en que el tema de corrupción y en el que se menciona a un ex presidente “no tiene precedentes en la historia de las campañas presidenciales”, pero “lo que se debe garantizar es que los corruptos sean realmente procesados por la justicia y se les sancione penalmente”.
El “Caso Flores” estalló en octubre pasado, cuando el actual presidente Mauricio Funes denunció públicamente que existía un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS), lanzado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que daban cuenta de circulaciones de cheques bancarios otorgados a Francisco Flores por el gobierno de Taiwán, valorados en 10 millones de dólares. Los cheques habrían hecho recorridos en bancos de Costa Rica, Miami y Bahamas. Sin embargo, hasta el momento en El Salvador no se sabe el destino final de las donaciones taiwanesas.
El liderazgo de ARENA y el mismo ex presidente Flores calificaron las denuncias de Funes como “persecución política”, pero además acusan al actual mandatario de estar demente y de hacer campaña a favor del gubernamental Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Con el paso del tiempo y en plena campaña electoral, las denuncias fueron arreciando. La Fiscalía General anunció que había iniciado indagaciones, mientras la Asamblea Legislativa formó una Comisión Ad-hoc para investigar los destinos de las donaciones taiwanesas entregadas a Flores.
Días antes de las elecciones presidenciales del 2 de febrero de 2014, los salvadoreños pudieron apreciar por televisión al ex presidente Flores declarando ante la comisión de diputados, ante la que reconoció, para asombro de los comisionados y de los televidentes, que “no sabía cuánto dinero haría recibido de Taiwán, pero que podían ser 10, 15 ó 20 millones de dólares”. Confesó también que se trataban de donaciones que dos ex presidentes taiwaneses le hacían con cheques a su nombre, mismos que no ingresaban al erario público y ni fueron auditados por ninguna entidad estatal.
“¿Qué hizo con esas donaciones, Lic. Flores?”, le preguntaban los diputados. Y él respondía: “Esos dineros fueron entregados a sus destinatarios…”. Flores no pudo explicar cómo los cheques los convertía en dinero líquido ni ofreció siquiera un nombre de los destinatarios. Únicamente repetía que el dinero se ocupó en beneficio de los damnificados de los terremotos de enero y febrero de 2001, así como en el combate del narcotráfico y los secuestros, así como en la lucha contra las pandillas.
El fracaso electoral y sus consecuencias
El pasado 2 de febrero se celebraron las elecciones presidenciales. En vista de que ninguno de los cinco candidatos participantes logró más de la mitad de los votos, los dos más votados tendrían que medirse en una segunda ronda el 9 de marzo de 2014, para elegir definitivamente al sucesor de Funes.
Los que quedaron para la segunda lid fueron Salvador Sánchez Cerén, del FMLN, y Norman Quijano, de ARENA. Sin embargo, los areneros nunca se imaginaron que la diferencia entre los candidatos sería tan grande: de aproximadamente 10 puntos porcentuales, es decir, de unos 300 mil votantes más a favor del partido izquierdista y oficialista. ARENA obtuvo un poco más de un millón de votos, lo que constituyó su desempeño más pobre en elecciones presidenciales desde su fundación en 1983.
Este resultado fue considerado por políticos, así como por analistas locales e internacionales, como un fracaso rotundo para ARENA; en su interior inició una lucha intestina que no ha concluido y que obligó al histórico partido derechista - fundado por el ya fallecido mayor de inteligencia militar, Roberto D´Aubuisson, personaje al que se acusa de haber dado la orden de asesinar al Arzobispo Oscar Arnulfo Romero y de crear los Escuadrones de la Muerte de ultra derecha- a realizar cambios en su estrategia, así como rodar cabezas en la dirigencia de la campaña presidencial.
Es así como Flores es apartado de la jefatura de la campaña, pero no sólo ello, la fórmula presidencial de ARENA pidió al Tribunal de Ética de dicho partido, la suspensión temporal de Flores hasta darse a conocer un fallo judicial. Voces en el interior de ARENA y de ex areneros culpaban a Flores de la derrota en las urnas, no sólo por las acusaciones en su contra, sino también por la “mala y desacertada campaña llevada a cabo”.
Otro hecho trascendente que ha golpeado duramente a ARENA ha sido la decisión que tomó la Asamblea Legislativa de “recomendar la investigación penal y su procesamiento al ex presidente Francisco Flores” por tener la sospecha de que haya cometido graves hechos de corrupción a través de, al menos, seis delitos, además de por ser partícipe en la supuesta apropiación ilícita de unos 70 millones de dólares.
Una mayoría de 55 diputados - del total de 84 – el órgano legislativo llegó a tal conclusión después de conocer un amplio y detallado informe elaborado por una Comisión Especial que investigó los presuntos hechos cometidos el ex presidente. Flores sería el primer mandatario salvadoreño procesado por corrupción en la historia republicana del país.
“Este es un día histórico y debemos establecer un precedente contra la corrupción. Esta es una acción de resarcimiento moral”, aseveró el diputado Guillermo Gallegos, al reiterar la petición del Parlamento para que el Fiscal General, Luis Martínez, inicie el proceso penal.
La comisión especial elaboró un documento extenso que fue aprobado por el pleno legislativo. En él se detallan los pormenores de la investigación, así como las declaraciones dadas sobre las donaciones taiwanesas hechas al Gobierno de Flores, que se prolongó desde 1999 a 2004.
En dicho informe se sugiere a la Fiscalía General una investigación contra Flores por presunto cohecho impropio, negociaciones ilícitas, enriquecimiento ilícito, actos arbitrarios, peculado y lavado de dinero. “Esperamos que también Estados Unidos actúe diligentemente porque Francisco Flores habría cometido lavado de dinero en bancos de ese país”, aseveró el diputado oficialista Roberto Lorenzana, del FMLN.
Por otra parte, la comisión parlamentaria pide indagar la apropiación de al menos 70 millones de dólares por parte de Flores y de “otra persona o ex funcionario que haya participado como cómplice o encubridor”.
La comisión de diputados indagó durante dos meses el destino de los millonarios fondos donados por Taiwán y entrevistó a más de una veintena de personas, entre ex funcionarios del gobierno de Flores, policías y dirigentes del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). No hubo ni uno solo de los entrevistados que apoyara a su antiguo jefe.
Flores, en sus declaraciones ante la referida comisión no supo identificar a las personas o entidades a las que se destinó los fondos que le entregó Taiwán, aunque sí reconoció que recibió cheques a su nombre personal, sin especificar montos ya que exclamó que podrían haber sido 10, 15 o 20 millones de dólares. La comisión legisladora confrontó informes de donaciones de Taiwán en la época, auditorías de la Corte de Cuentas de la República, informes de Cancillería y declaraciones de testigos y llega a la conclusión de un faltante no menor de 70 millones de dólares.
El informe deduce además que existió una modalidad de cooperación “irregular e ilegal”, a la Flores llamó “no tradicional” que consiste en la erogación de dinero mediante la liberación de cheques personales, de los cuales Flores no explica su destino real.
El epílogo del presente conflicto quizás aún no tenga nombre, pero podría ser la acción emprendida por un grupo de fundadores de ARENA, llamados “constituyentes” –por haber firmado el acta de constitución del partido- en el que solicitan la “expulsión de Francisco Flores por alta traición”.
"No podemos hablar si él (Francisco Flores) es culpable o no y recordemos que nuestra Constitución bien dice que nadie es culpable mientras no haya un proceso, pero la percepción que ha habido de parte del señor Francisco Flores ha hecho mucho daño y por lo tanto él debió haberse retirado a tiempo. Por otra parte también, sus propias declaraciones son las que nos han obligado a tomar esta decisión donde él mismo prácticamente acepta las cosas irregulares y no estamos de acuerdo con eso… es el culpable que ARENA haya perdido votos", dijo enfáticamente Gloria Salguero Gross, una de las fundadoras y reconocida líder de la derecha local.
Flores es, nada más y nada menos que uno de los tres presidentes honorarios de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), por haber sido presidente de El Salvador entre 1999 y 2004. En esa calidad y por sus dotes “académicas”, fue ungido por el liderazgo arenero y por un grupo de 20 financiadores (los más pudientes representantes de la casta empresarial, conocidos como G-20), para ser el jefe de la campaña del candidato presidencial Norman Quijano. Como se dice popularmente: Flores era “el poder tras el trono”.
“No podría decirle cuánto ha afectado o ha incidido el tema de la corrupción que se le achaca al ex presidente Flores en la derrota de la primera vuelta electoral del partido ARENA, lo que sí es importante, es que el tema de la falta de transparencia ha estado en el debate político”, aseguró el director del Capítulo de El Salvador de Transparencia Internacional, Roberto Burgos.
Burgos, al igual que el analista Roberto Cañas, coinciden en que el tema de corrupción y en el que se menciona a un ex presidente “no tiene precedentes en la historia de las campañas presidenciales”, pero “lo que se debe garantizar es que los corruptos sean realmente procesados por la justicia y se les sancione penalmente”.
El “Caso Flores” estalló en octubre pasado, cuando el actual presidente Mauricio Funes denunció públicamente que existía un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS), lanzado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que daban cuenta de circulaciones de cheques bancarios otorgados a Francisco Flores por el gobierno de Taiwán, valorados en 10 millones de dólares. Los cheques habrían hecho recorridos en bancos de Costa Rica, Miami y Bahamas. Sin embargo, hasta el momento en El Salvador no se sabe el destino final de las donaciones taiwanesas.
El liderazgo de ARENA y el mismo ex presidente Flores calificaron las denuncias de Funes como “persecución política”, pero además acusan al actual mandatario de estar demente y de hacer campaña a favor del gubernamental Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Con el paso del tiempo y en plena campaña electoral, las denuncias fueron arreciando. La Fiscalía General anunció que había iniciado indagaciones, mientras la Asamblea Legislativa formó una Comisión Ad-hoc para investigar los destinos de las donaciones taiwanesas entregadas a Flores.
Días antes de las elecciones presidenciales del 2 de febrero de 2014, los salvadoreños pudieron apreciar por televisión al ex presidente Flores declarando ante la comisión de diputados, ante la que reconoció, para asombro de los comisionados y de los televidentes, que “no sabía cuánto dinero haría recibido de Taiwán, pero que podían ser 10, 15 ó 20 millones de dólares”. Confesó también que se trataban de donaciones que dos ex presidentes taiwaneses le hacían con cheques a su nombre, mismos que no ingresaban al erario público y ni fueron auditados por ninguna entidad estatal.
“¿Qué hizo con esas donaciones, Lic. Flores?”, le preguntaban los diputados. Y él respondía: “Esos dineros fueron entregados a sus destinatarios…”. Flores no pudo explicar cómo los cheques los convertía en dinero líquido ni ofreció siquiera un nombre de los destinatarios. Únicamente repetía que el dinero se ocupó en beneficio de los damnificados de los terremotos de enero y febrero de 2001, así como en el combate del narcotráfico y los secuestros, así como en la lucha contra las pandillas.
El fracaso electoral y sus consecuencias
El pasado 2 de febrero se celebraron las elecciones presidenciales. En vista de que ninguno de los cinco candidatos participantes logró más de la mitad de los votos, los dos más votados tendrían que medirse en una segunda ronda el 9 de marzo de 2014, para elegir definitivamente al sucesor de Funes.
Los que quedaron para la segunda lid fueron Salvador Sánchez Cerén, del FMLN, y Norman Quijano, de ARENA. Sin embargo, los areneros nunca se imaginaron que la diferencia entre los candidatos sería tan grande: de aproximadamente 10 puntos porcentuales, es decir, de unos 300 mil votantes más a favor del partido izquierdista y oficialista. ARENA obtuvo un poco más de un millón de votos, lo que constituyó su desempeño más pobre en elecciones presidenciales desde su fundación en 1983.
Este resultado fue considerado por políticos, así como por analistas locales e internacionales, como un fracaso rotundo para ARENA; en su interior inició una lucha intestina que no ha concluido y que obligó al histórico partido derechista - fundado por el ya fallecido mayor de inteligencia militar, Roberto D´Aubuisson, personaje al que se acusa de haber dado la orden de asesinar al Arzobispo Oscar Arnulfo Romero y de crear los Escuadrones de la Muerte de ultra derecha- a realizar cambios en su estrategia, así como rodar cabezas en la dirigencia de la campaña presidencial.
Es así como Flores es apartado de la jefatura de la campaña, pero no sólo ello, la fórmula presidencial de ARENA pidió al Tribunal de Ética de dicho partido, la suspensión temporal de Flores hasta darse a conocer un fallo judicial. Voces en el interior de ARENA y de ex areneros culpaban a Flores de la derrota en las urnas, no sólo por las acusaciones en su contra, sino también por la “mala y desacertada campaña llevada a cabo”.
Otro hecho trascendente que ha golpeado duramente a ARENA ha sido la decisión que tomó la Asamblea Legislativa de “recomendar la investigación penal y su procesamiento al ex presidente Francisco Flores” por tener la sospecha de que haya cometido graves hechos de corrupción a través de, al menos, seis delitos, además de por ser partícipe en la supuesta apropiación ilícita de unos 70 millones de dólares.
Una mayoría de 55 diputados - del total de 84 – el órgano legislativo llegó a tal conclusión después de conocer un amplio y detallado informe elaborado por una Comisión Especial que investigó los presuntos hechos cometidos el ex presidente. Flores sería el primer mandatario salvadoreño procesado por corrupción en la historia republicana del país.
“Este es un día histórico y debemos establecer un precedente contra la corrupción. Esta es una acción de resarcimiento moral”, aseveró el diputado Guillermo Gallegos, al reiterar la petición del Parlamento para que el Fiscal General, Luis Martínez, inicie el proceso penal.
La comisión especial elaboró un documento extenso que fue aprobado por el pleno legislativo. En él se detallan los pormenores de la investigación, así como las declaraciones dadas sobre las donaciones taiwanesas hechas al Gobierno de Flores, que se prolongó desde 1999 a 2004.
En dicho informe se sugiere a la Fiscalía General una investigación contra Flores por presunto cohecho impropio, negociaciones ilícitas, enriquecimiento ilícito, actos arbitrarios, peculado y lavado de dinero. “Esperamos que también Estados Unidos actúe diligentemente porque Francisco Flores habría cometido lavado de dinero en bancos de ese país”, aseveró el diputado oficialista Roberto Lorenzana, del FMLN.
Por otra parte, la comisión parlamentaria pide indagar la apropiación de al menos 70 millones de dólares por parte de Flores y de “otra persona o ex funcionario que haya participado como cómplice o encubridor”.
La comisión de diputados indagó durante dos meses el destino de los millonarios fondos donados por Taiwán y entrevistó a más de una veintena de personas, entre ex funcionarios del gobierno de Flores, policías y dirigentes del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). No hubo ni uno solo de los entrevistados que apoyara a su antiguo jefe.
Flores, en sus declaraciones ante la referida comisión no supo identificar a las personas o entidades a las que se destinó los fondos que le entregó Taiwán, aunque sí reconoció que recibió cheques a su nombre personal, sin especificar montos ya que exclamó que podrían haber sido 10, 15 o 20 millones de dólares. La comisión legisladora confrontó informes de donaciones de Taiwán en la época, auditorías de la Corte de Cuentas de la República, informes de Cancillería y declaraciones de testigos y llega a la conclusión de un faltante no menor de 70 millones de dólares.
El informe deduce además que existió una modalidad de cooperación “irregular e ilegal”, a la Flores llamó “no tradicional” que consiste en la erogación de dinero mediante la liberación de cheques personales, de los cuales Flores no explica su destino real.
El epílogo del presente conflicto quizás aún no tenga nombre, pero podría ser la acción emprendida por un grupo de fundadores de ARENA, llamados “constituyentes” –por haber firmado el acta de constitución del partido- en el que solicitan la “expulsión de Francisco Flores por alta traición”.
"No podemos hablar si él (Francisco Flores) es culpable o no y recordemos que nuestra Constitución bien dice que nadie es culpable mientras no haya un proceso, pero la percepción que ha habido de parte del señor Francisco Flores ha hecho mucho daño y por lo tanto él debió haberse retirado a tiempo. Por otra parte también, sus propias declaraciones son las que nos han obligado a tomar esta decisión donde él mismo prácticamente acepta las cosas irregulares y no estamos de acuerdo con eso… es el culpable que ARENA haya perdido votos", dijo enfáticamente Gloria Salguero Gross, una de las fundadoras y reconocida líder de la derecha local.
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