Por Daniel Gatti | Rel-UITA
En 2009 la empresa Piñales del Caribe GAC SA, del Grupo Acon, despidió a cuatro de sus empleados que eran militantes gremiales, argumentando reducción de personal y pensando que, como en otras ocasiones, nada pasaría.
Pero el Sindicato de Trabajadores de Plantaciones Agrícolas (SITRAP) apeló a la justicia, y cuatro años después los trabajadores, echados en realidad por su militancia sindical, debieron ser repuestos.
Cuando Gerardo Fajardo Fajardo, Cristino Hernández Hernández, Allan José Jiménez Cunnighan y Rafael Ángel Gutiérrez Gutiérrez fueron despedidos de su trabajo en una finca de Piñales del Caribe, en julio de 2009, el SITRAP denunció de inmediato una actitud de persecución sindical de parte de la empresa.
El motivo aducido del despido -reducción de personal- era poco creíble, porque al mismo tiempo la compañía estaba tomando nuevos empleados.
El SITRAP, a través de su departamento legal, acudió a los tribunales del Trabajo, iniciando una larga lucha legal que culminó cuando la sala segunda de la Corte Suprema de Justicia ordenó a la firma retomar a los cuatro en el puesto que ocupaban anteriormente.
El fallo condenaba también a Piñales del Caribe GAC S.A. a pagarles los salarios dejados de percibir desde el rompimiento de las relaciones de trabajo y hasta su efectiva reinstalación, más intereses.
El 30 de septiembre pasado, Didier Alexander Leiton Valverde, secretario general del SITRAP y subsecretario general de la Federación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria y Afines (FENTRAG), afiliada a la UITA, se presentó en la finca ante dos altos cargos de la empresa para supervisar la reinstalación de los trabajadores despedidos (todos menos Rafael Gutiérrez, que entretanto se había jubilado).
Un día después estaban nuevamente laborando.
“Este triunfo se debe la ardua lucha que ha venido dando SITRAP en defensa de los y las trabajadoras en las plantaciones, al trabajo de concientización que se ha hecho para que los trabajadores pierdan el miedo y se animen a demandar a los patronos que violentan los derechos laborales”, escribió Valverde en un comunicado del sindicato fechado el 1 de octubre.
“Cada día que pasa avanzamos más en materia de la libertad sindical. Cada uno de estos fallos, además de hacer justicia, sirve para que el Sindicato vaya ganando espacio en su lucha y sienta un gran precedente: los patronos van a tener que tener más cuidado en despedir y perseguir a nuestros afiliados”, dice.
Leiton concluyó llamando a los trabajadores de las plantaciones a no bajar los brazos y al resto de las organizaciones sindicales y sociales de Costa Rica a manifestar su solidaridad activa con los esfuerzos organizativos de los trabajadores del sector agrícola.
“Tenemos que continuar y fortalecer nuestro trabajo, mantenernos en pie de lucha para recoger los frutos del sacrificio hecho durante todos los años anteriores, pero para eso necesitamos el apoyo de nuestros hermanos y hermanas sindicalistas y de otras organizaciones que luchan por los derechos humanos”, apunta en su texto el sindicalista.
El motivo aducido del despido -reducción de personal- era poco creíble, porque al mismo tiempo la compañía estaba tomando nuevos empleados.
El SITRAP, a través de su departamento legal, acudió a los tribunales del Trabajo, iniciando una larga lucha legal que culminó cuando la sala segunda de la Corte Suprema de Justicia ordenó a la firma retomar a los cuatro en el puesto que ocupaban anteriormente.
El fallo condenaba también a Piñales del Caribe GAC S.A. a pagarles los salarios dejados de percibir desde el rompimiento de las relaciones de trabajo y hasta su efectiva reinstalación, más intereses.
El 30 de septiembre pasado, Didier Alexander Leiton Valverde, secretario general del SITRAP y subsecretario general de la Federación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria y Afines (FENTRAG), afiliada a la UITA, se presentó en la finca ante dos altos cargos de la empresa para supervisar la reinstalación de los trabajadores despedidos (todos menos Rafael Gutiérrez, que entretanto se había jubilado).
Un día después estaban nuevamente laborando.
“Este triunfo se debe la ardua lucha que ha venido dando SITRAP en defensa de los y las trabajadoras en las plantaciones, al trabajo de concientización que se ha hecho para que los trabajadores pierdan el miedo y se animen a demandar a los patronos que violentan los derechos laborales”, escribió Valverde en un comunicado del sindicato fechado el 1 de octubre.
“Cada día que pasa avanzamos más en materia de la libertad sindical. Cada uno de estos fallos, además de hacer justicia, sirve para que el Sindicato vaya ganando espacio en su lucha y sienta un gran precedente: los patronos van a tener que tener más cuidado en despedir y perseguir a nuestros afiliados”, dice.
Leiton concluyó llamando a los trabajadores de las plantaciones a no bajar los brazos y al resto de las organizaciones sindicales y sociales de Costa Rica a manifestar su solidaridad activa con los esfuerzos organizativos de los trabajadores del sector agrícola.
“Tenemos que continuar y fortalecer nuestro trabajo, mantenernos en pie de lucha para recoger los frutos del sacrificio hecho durante todos los años anteriores, pero para eso necesitamos el apoyo de nuestros hermanos y hermanas sindicalistas y de otras organizaciones que luchan por los derechos humanos”, apunta en su texto el sindicalista.
Fuente: Rel-UITA
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