Luis Navarro-SITRAFCOREBGASCELIS |
Trabajadores no están dispuestos a olvidar lo que sufrieron
Por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Pese a la tregua acordada entre el SITRAFCOREBGASCELIS y Cervecería Nacional (SABMiller) y el inminente inicio de las negociaciones para buscar una salida al grave conflicto, los trabajadores organizados no pueden ni quieren olvidar la manera en que la empresa atropelló sus derechos humanos, al retenerlos contra su voluntad para obligarlos a firmar un “acuerdo mutuo” de despido.
Por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Pese a la tregua acordada entre el SITRAFCOREBGASCELIS y Cervecería Nacional (SABMiller) y el inminente inicio de las negociaciones para buscar una salida al grave conflicto, los trabajadores organizados no pueden ni quieren olvidar la manera en que la empresa atropelló sus derechos humanos, al retenerlos contra su voluntad para obligarlos a firmar un “acuerdo mutuo” de despido.
Rodny Martínez es dirigente sindical del Centro de Distribución de Chiriquí-Majagua y tiene 12 años de estar trabajando en la Cervecería Nacional.
Él recuerda perfectamente la noche del 4 de mayo. Su voz cargada de indignación recorre los detalles de aquel brutal atentado contra las libertades individuales de los trabajadores organizados.
“Eran casi las 8 de la noche y los guardias de seguridad de la empresa cerraron los portones eléctricos y nos retuvieron. Se comunicaron con la gerencia y recibieron la orden de no dejarnos salir, hasta que nos reportáramos en la oficina para firmar un mutuo acuerdo de despido. Al negarnos a ello, recibimos una carta de despido”, dijo Martínez.
Ante esta flagrante violación de los derechos humanos, el dirigente sindical decidió llamar a la Policía. “Cuando llegaron a la empresa se enteraron de lo que estaba ocurriendo y constataron que se trataba de un verdadero secuestro. No fue fácil, pero al final pudimos regresar a nuestras casas”, afirmó.
Para Martínez aún es difícil entender la actitud profundamente violatoria de los derechos humanos de Cervecería Nacional (SABMiller).
“Nos hicieron escoltar por los guardias de seguridad como si fuéramos delincuentes y nos sacaron a la calle que ya eran las 10 de la noche. Con tantos años de estar trabajando en la empresa merecemos más respeto y vamos a exigir nuestro reintegro al puesto de trabajo”, concluyó.
Augusto Domínguez, representante sindical, asegura que lo mismo ocurrió en el Centro de Distribución La Chorrera.
“Los guardias retuvieron a tres compañeros que se rehusaron a firmar el mutuo acuerdo. Procedí entonces a llamar a la Policía y logramos que los liberaran. La gerencia se justificó diciendo que los guardias habían entendido mal, pero no es cierto, fue una medida de presión que violentó sus derechos humanos”, sentenció Domínguez.
Para él, el comportamiento de la transnacional ha sido lamentable. “Fue algo totalmente ilegal que violenta toda legislación laboral y los derechos humanos de los trabajadores”, manifestó.
Ante esta situación, directivos del Sindicato explicaron a Sirel que la posición de la organización es preparar toda la documentación para presentar una denuncia penal contra la empresa.
“Ahora SABMiller debe demostrar que quiere resolver el problema y dejar de atropellar los derechos de los trabajadores. De ser así estaríamos dispuestos a negociar la posibilidad de retirar la demanda en los tribunales, pero no olvidaremos lo que sucedió”, sentenció Alejandro John, presidente del Sindicato.
La negociación entre las partes está prevista iniciar el 22 de mayo próximo y tendrá una duración de tres días.
Fuente: Rel-UITA
Él recuerda perfectamente la noche del 4 de mayo. Su voz cargada de indignación recorre los detalles de aquel brutal atentado contra las libertades individuales de los trabajadores organizados.
“Eran casi las 8 de la noche y los guardias de seguridad de la empresa cerraron los portones eléctricos y nos retuvieron. Se comunicaron con la gerencia y recibieron la orden de no dejarnos salir, hasta que nos reportáramos en la oficina para firmar un mutuo acuerdo de despido. Al negarnos a ello, recibimos una carta de despido”, dijo Martínez.
Ante esta flagrante violación de los derechos humanos, el dirigente sindical decidió llamar a la Policía. “Cuando llegaron a la empresa se enteraron de lo que estaba ocurriendo y constataron que se trataba de un verdadero secuestro. No fue fácil, pero al final pudimos regresar a nuestras casas”, afirmó.
Para Martínez aún es difícil entender la actitud profundamente violatoria de los derechos humanos de Cervecería Nacional (SABMiller).
“Nos hicieron escoltar por los guardias de seguridad como si fuéramos delincuentes y nos sacaron a la calle que ya eran las 10 de la noche. Con tantos años de estar trabajando en la empresa merecemos más respeto y vamos a exigir nuestro reintegro al puesto de trabajo”, concluyó.
Augusto Domínguez, representante sindical, asegura que lo mismo ocurrió en el Centro de Distribución La Chorrera.
“Los guardias retuvieron a tres compañeros que se rehusaron a firmar el mutuo acuerdo. Procedí entonces a llamar a la Policía y logramos que los liberaran. La gerencia se justificó diciendo que los guardias habían entendido mal, pero no es cierto, fue una medida de presión que violentó sus derechos humanos”, sentenció Domínguez.
Para él, el comportamiento de la transnacional ha sido lamentable. “Fue algo totalmente ilegal que violenta toda legislación laboral y los derechos humanos de los trabajadores”, manifestó.
Ante esta situación, directivos del Sindicato explicaron a Sirel que la posición de la organización es preparar toda la documentación para presentar una denuncia penal contra la empresa.
“Ahora SABMiller debe demostrar que quiere resolver el problema y dejar de atropellar los derechos de los trabajadores. De ser así estaríamos dispuestos a negociar la posibilidad de retirar la demanda en los tribunales, pero no olvidaremos lo que sucedió”, sentenció Alejandro John, presidente del Sindicato.
La negociación entre las partes está prevista iniciar el 22 de mayo próximo y tendrá una duración de tres días.
Fuente: Rel-UITA
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