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| Foto G. Trucchi |
La prepotencia y la arrogancia del Ejército hondureño volvió a relucir este domingo (19/2), cuando efectivos militares de la Operación Xatruch II detuvieron y amenazaron sin motivo a delegados y delegadas del Encuentro internacional de derechos humanos en solidaridad con Honduras y medios nacionales e internacionales, quienes se desplazaban en una caravana de seis vehículos hacia la comunidad de Rigores, Tocoa, en el Bajo Aguán.
Después de haber detenido los vehículos en un retén a la altura del desvío hacia Paso Aguán, los militares, con un actitud injustificadamente agresiva, bajaron a los ocupantes de la camioneta conducida por Gerardo Argueta, coordinador del
asentamiento Marañones, perteneciente al Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) margen izquierda, quien en el pasado ha sufrido fuertes amenazas.
Momentos después fueron obligados a entregar sus documentos y a poner sus manos en la camioneta misma para ser registrados, sin brindar explicación alguna sobre lo que estaba ocurriendo.
Un nutrido grupo de delegados del Encuentro, defensores de derechos humanos y periodistas internacionales fueron repetidamente amenazados con quitarles los equipos de trabajo si continuaban a tomar fotos y vídeos. Pese a señalar la abierta violación a la libre expresión y al derecho a informar, las amenazas no cesaron y el ambiente se tensionó aún más.
La operación militar duró aproximadamente unos 25 minutos y concluyó con la devolución de los documentos de identidad, y el permiso para continuar con el recorrido hacia los asentamientos campesinos, para llevarles la solidaridad de los casi 1,200 delegados presentes al Encuentro.
Ante ese nuevo atropello cometido por la fuerza militar, que en Honduras ya desempeña tareas propias de la Policía, las organizaciones participantes del Encuentro internacional de derechos humanos en solidaridad con Honduras, alertaron a la opinión pública nacional e internacional sobre este suceso y los
que pueden continuar.
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© Fotos Giorgio Trucchi - Rel-UITA
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No hay dudas, son lo mismo en toda parte donde el imperialismo tiene contacto e injerencia con estos individuos llamados militares Hondureños, que no son mas que peones del imperio de los grupos oligárquicos. Estos abusos y atropellos de estos militares a un encuentro pacifico, es un reflejo de la agresividad con que estos señores quieren acallar a los ciudadanos y ciudadanos de ese país. Vaya nuestra solidaridad.
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