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Hubo un tiempo en
que Estados Unidos tenía muchos amigos, o por lo menos seguidores
relativamente obedientes.
En los días que corren, parece que no tiene
sino adversarios, de todas las coloraciones políticas. Es más, no parece
estarle yendo muy bien en los encuentros con sus adversarios.
Tomemos
lo que ha estado ocurriendo en noviembre y la primera mitad de diciembre
de 2011. Ha tenido confrontaciones con China, Pakistán, Arabia Saudita,
Israel, Irán, Alemania y América Latina. No puede uno decir que haya
llevado la mejor parte en estas controversias.
El mundo
interpretó la presencia y los anuncios del presidente Barack Obama en
Australia como un abierto desafío a China, pues le dijo al Parlamento
australiano que Estados Unidos estaba decidido a
destinar los recursos necesarios para mantener nuestra fuerte presencia militar en esta región. Para este fin, Estados Unidos está enviando a 250 marines a una base aérea australiana en Darwin (y posiblemente aumente este número en el futuro a 2 mil 500 elementos).
Ésta
es sólo una de tantas jugadas de despliegue militar semejante en la
región. Así, conforme Estados Unidos se retira (o se ve forzado a
retirarse) de Medio Oriente –por razones políticas y financieras–
muestra sus músculos en la región Asia-Pacífico. ¿Es esto realmente
creíble, en un momento en que hay una renuencia creciente del público
estadunidense para involucrarse en el exterior y hay exigencias urgentes
de que reduzca sus gastos, incluidos los gastos militares? Hasta ahora,
la
respuestade China ha sido, virtualmente, no responder, como diciendo que el tiempo está del lado de China, aun en cuanto a sus relaciones con Estados Unidos, o tal vez, especialmente para sus relaciones con Estados Unidos.
Luego está Pakistán. Estados
Unidos ha arrojado el guante. Pakistán debe cesar de proteger a sus
movimientos islamitas. Debe dejar de socavar al gobierno de Karzai en
Afganistán. Debe cesar de amenazar a India con acciones militares en
Cachemira. ¿O qué? Ése es el problema. Aparentemente, según documentos
filtrados, Estados Unidos pensaba que el último amigo que le quedaba en
Pakistán, el actual presidente Asif Alí Zardari, podía correr al líder
del ejército, el general Ashfaq Parvez Kayani. En respuesta, el general
Kayani hizo arreglos para que el presidente Zardari fuera a Dubai a un
tratamiento médico. El golpe potencial, con respaldo de Estados Unidos,
falló. Y si Estados Unidos intentara tomar represalias cortando la
asistencia financiera, siempre está China para tomar su lugar.
En
Medio Oriente, lo que más quiere el presidente Obama es que nada grave
ocurra entre Israel y los palestinos, por lo menos hasta ser relegido.
Esto no satisface las necesidades de Arabia Saudita o del primer
ministro Netanyahu de Israel. Así que ambos continúan agitando el
caldero, desde el punto de vista estadunidense. Y Estados Unidos quedó
en la posición de pedirles, no de exigirles o controlarlos.
Luego
está Irán, supuestamente la principal preocupación inmediata de Estados
Unidos (como lo es para Arabia Saudita e Israel). Así que Estados
Unidos ha estado utilizando sus más supersecretos aviones no tripulados
(los drones) para espiar a Irán. No hay nada sorprendente en esto, excepto que parece que de algún modo uno de estos drones aterrizó en Irán. Digo
aterrizóporque el punto clave es por qué y cómo fue que lo hizo.
La CIA, de la cual es este drone,
ha intentado, de un modo poco convincente, sugerir que hubo alguna
falla mecánica que explica la cuestión. Los iraníes han sugerido que lo
bajaron mediante una ciberacción. Estados Unidos dice
imposible–pero Debka, la voz por Internet de los halcones israelíes, dicen que es cierto. Yo en esto pienso que es probable. Además, ahora que los iraníes tienen el drone, trabajan en descifrar todos sus secretos técnicos. ¿Quién sabe? Pueden publicar los secretos para que todo el mundo los conozca. Y luego, ¿qué tan supersecretos serán los drones?
Ah, sí, Alemania. Como todo mundo sabe, hay una
crisisen la zona del euro. Y la canciller Merkel ha estado trabajando muy duro para hacer que los países de la zona del euro acepten una
soluciónque le funcionará a ella, tanto en lo político, al interior de Alemania, como en lo económico al interior de Europa. Ella ha estado presionando en favor de un nuevo tratado europeo que impondría sanciones automáticas a los países de la zona del euro que violen las condiciones de este tratado.
Estados Unidos consideró que éste era el enfoque
erróneo. La posición estadunidense fue que ésta era una acción de
mediano plazo que no resolvía la situación en el corto plazo. Obama
envió a su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, a Europa para
insistir en sus sugerencias alternativas. No importan los detalles, ni
quién es más sabio. Lo importante es señalar que Geithner fue ignorado
por completo y que los alemanes siguen en la suya.
Finalmente,
los países latinoamericanos y del Caribe se reunieron en Venezuela para
fundar una nueva organización, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (Celac). Todos los países del continente firmaron, excepto
los dos que no fueron invitados (Estados Unidos y Canadá). La Celac está
diseñada para remplazar a la Organización de Estados Americanos (la
OEA), que incluía a Estados Unidos y Canadá, y que suspendió a Cuba.
Tomará un tiempo para que la OEA desaparezca y que sólo la Celac se
mantenga. No obstante, esto no exactamente lo están celebrando en
Washington.
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