Foto G. Trucchi/Rel-UITA |
Por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Félix Rizo es el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Productos Lácteos SA (SINPROLAC).
Buena parte de su vida ha transcurrido trabajando en la planta de Nestlé (PROLACSA), en el norte de Nicaragua, viviendo en carne propia todos los acontecimientos que han caracterizado más de tres décadas de existencia del Sindicato.
Sirel le pidió que compartiera sus recuerdos.
-¿En qué contexto histórico y social surge la decisión de fundar el SINPROLAC?
-Eran tiempos difíciles. Estaba la dictadura de Anastasio Somoza y el gerente de la empresa se hacía escoltar de la Guardia Nacional, para que los trabajadores no pudieran reclamar ante el trato inhumano que se les brindaba.
En 1978 se dio el primer levantamiento armado en Matagalpa. Muchos de los fundadores de nuestro Sindicato eran militantes sandinistas y tuvieron que aguantar una fuerte represión. Sin embargo, el 24 de septiembre de ese mismo año se reunieron en un restaurante de la ciudad y fundaron de manera clandestina lo que hoy es el SINPROLAC.
Fue así que comenzaron las primeras luchas por el respeto de los derechos laborales, aguantando la represión de la dictadura y de la patronal.
Después del triunfo de la Revolución fuimos uno de los primeros sindicatos a inscribirse legalmente ante la autoridad laboral. Desde entonces no hemos parado de luchar.
-¿Cómo han sido estos 33 años de vida del SINPROLAC?
-Después del triunfo de la Revolución la empresa se dio cuenta que ya no podía mandar como lo hacía durante la dictadura, y logramos firmar nuestro primer Convenio Colectivo. Fue redactado en un legajo de hojas sueltas y fue un verdadero orgullo para los trabajadores.
Llegamos a tener hasta 400 trabajadores permanentes y dos líneas de producción. Lamentablemente, durante los años 80 no hubo inversiones para modernizar la planta y en la década de los 90 tuvimos que enfrentarnos a una fuerte crisis que nos diezmó.
Quedamos 65 trabajadores permanentes, 42 de los cuales afiliados al SINPROLAC.
-¿Fue un proceso doloroso?
-Muy doloroso, porque tuvimos que aguantar hasta que la empresa logró salir a flote, posicionarse nuevamente en el mercado y estabilizarse.
En este proceso, los trabajadores y trabajadoras hemos jugado un papel fundamental. Nunca hemos renunciado a luchar por nuestros derechos y ya en el 2000 logramos que la empresa contratara de forma permanente a los trabajadores temporales.
Actualmente, Nestlé controla el 98 por ciento del paquete accionario de PROLACSA. Hay 270 trabajadores permanentes y 80 tercerizados. De los trabajadores permanentes, 210 están afiliados al Sindicato. Estamos insistiendo para que se elimine la práctica de la tercerización.
-Después de tantos sacrificios, ¿Cómo está la situación ahora?
-Tenemos a una empresa que ha crecido más de un 500 por ciento, mientras que los trabajadores seguimos relegados siempre con salarios pauperrimos.
-¿Cuál es el significado de estar celebrando un aniversario más del SINPROLAC?
-Lo que hoy somos es el resultado de muchos años de lucha, y las nuevas generaciones deben conocer y aprender de esta historia y del sacrificio de personas como Juan Ramón Rivera Zinco, nuestro fundador asesinado en 1977 por la Guardia somocista. La memoria histórica es nuestra principal aliada para el futuro.
-En este último año, SINPROLAC ha podido contar con un nuevo aliado: la UITA...
-La de afiliarnos a la UITA fue una decisión muy acertada ante el proceso de globalización que se está dando a nivel mundial. Como trabajadores no podemos quedarnos al margen de lo que ocurre en el mundo, y tenemos que buscar la unificación universal de los trabajadores.
El apoyo que hemos tenido además de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Nestlé (FELATRAN), ha sido fundamental en el proceso de la negociación colectiva y la formación de nuevos cuadros.
-Eran tiempos difíciles. Estaba la dictadura de Anastasio Somoza y el gerente de la empresa se hacía escoltar de la Guardia Nacional, para que los trabajadores no pudieran reclamar ante el trato inhumano que se les brindaba.
En 1978 se dio el primer levantamiento armado en Matagalpa. Muchos de los fundadores de nuestro Sindicato eran militantes sandinistas y tuvieron que aguantar una fuerte represión. Sin embargo, el 24 de septiembre de ese mismo año se reunieron en un restaurante de la ciudad y fundaron de manera clandestina lo que hoy es el SINPROLAC.
Fue así que comenzaron las primeras luchas por el respeto de los derechos laborales, aguantando la represión de la dictadura y de la patronal.
Después del triunfo de la Revolución fuimos uno de los primeros sindicatos a inscribirse legalmente ante la autoridad laboral. Desde entonces no hemos parado de luchar.
-¿Cómo han sido estos 33 años de vida del SINPROLAC?
-Después del triunfo de la Revolución la empresa se dio cuenta que ya no podía mandar como lo hacía durante la dictadura, y logramos firmar nuestro primer Convenio Colectivo. Fue redactado en un legajo de hojas sueltas y fue un verdadero orgullo para los trabajadores.
Llegamos a tener hasta 400 trabajadores permanentes y dos líneas de producción. Lamentablemente, durante los años 80 no hubo inversiones para modernizar la planta y en la década de los 90 tuvimos que enfrentarnos a una fuerte crisis que nos diezmó.
Quedamos 65 trabajadores permanentes, 42 de los cuales afiliados al SINPROLAC.
-¿Fue un proceso doloroso?
-Muy doloroso, porque tuvimos que aguantar hasta que la empresa logró salir a flote, posicionarse nuevamente en el mercado y estabilizarse.
En este proceso, los trabajadores y trabajadoras hemos jugado un papel fundamental. Nunca hemos renunciado a luchar por nuestros derechos y ya en el 2000 logramos que la empresa contratara de forma permanente a los trabajadores temporales.
Actualmente, Nestlé controla el 98 por ciento del paquete accionario de PROLACSA. Hay 270 trabajadores permanentes y 80 tercerizados. De los trabajadores permanentes, 210 están afiliados al Sindicato. Estamos insistiendo para que se elimine la práctica de la tercerización.
-Después de tantos sacrificios, ¿Cómo está la situación ahora?
-Tenemos a una empresa que ha crecido más de un 500 por ciento, mientras que los trabajadores seguimos relegados siempre con salarios pauperrimos.
-¿Cuál es el significado de estar celebrando un aniversario más del SINPROLAC?
-Lo que hoy somos es el resultado de muchos años de lucha, y las nuevas generaciones deben conocer y aprender de esta historia y del sacrificio de personas como Juan Ramón Rivera Zinco, nuestro fundador asesinado en 1977 por la Guardia somocista. La memoria histórica es nuestra principal aliada para el futuro.
-En este último año, SINPROLAC ha podido contar con un nuevo aliado: la UITA...
-La de afiliarnos a la UITA fue una decisión muy acertada ante el proceso de globalización que se está dando a nivel mundial. Como trabajadores no podemos quedarnos al margen de lo que ocurre en el mundo, y tenemos que buscar la unificación universal de los trabajadores.
El apoyo que hemos tenido además de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Nestlé (FELATRAN), ha sido fundamental en el proceso de la negociación colectiva y la formación de nuevos cuadros.
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