Resolución del V Encuentro Regional de Sindicatos de la Bebida de Centroamérica
Rel-UITA
El golpe de Estado en Honduras del pasado 28 de junio colocó nuevamente a América Latina ante el laberinto del autoritarismo y la represión.
Cientos de activistas populares y sindicales son víctimas de una represión brutal, entre ellos, el compañero Carlos H Reyes, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la UITA y candidato independiente a la Presidencia en las próximas elecciones, quien resultó con múltiples fracturas en un brazo.
La delegación del STIBYS de Tegucigalpa no pudo participar en este V Encuentro Regional de Sindicatos de la Bebida de Centroamérica organizado por la UITA y 3F de Dinamarca, pues se lo impidió el grave episodio de hostigamiento y terror que se vivió ayer en los alrededores del Sindicato.
En la tarde de ayer, martes 11, algunas de las personas que habían logrado escapar de la persecución que estaban sufriendo por participar en la Marcha Nacional acudieron a las instalaciones del STIBYS para refugiarse. Pocos minutos después llegó la noticia de que el Ejército y la Policía estaban preparando un operativo para desalojar la sede del Sindicato.
Atrincherados detrás de los portones que habían sido cerrados con candados, unas 50 personas, entre ellos varios sindicalistas y trabajadores de esta organización, se prepararon para resistir pacíficamente un eventual ataque.
A los pocos minutos llegaron más de 30 efectivos de la Policía y del Ejército, quienes se apostaron frente a la entrada del edificio, registrando a todas las personas que salían y apuntando los números de las placas de los vehículos.
Las calles cercanas al edificio fueron cerradas por otro contingente de militares, y el temor de una incursión era latente entre los que estaban allí encerrados.
Fue sólo gracias a una numerosa presencia de periodistas nacionales e internacionales, abogados y miembros de organizaciones de derechos humanos que acudieron al llamado de la organización sindical que se pudo romper el cerco y abandonar el lugar sin lamentar incidentes.
Luego, en la noche, el local del STIBYS fue baleado, sin registrarse heridos.
En las pasadas semanas, el edificio del STIBYS fue objeto de un atentado con un artefacto explosivo, mientras que en la noche del martes 11 de julio, personas no identificadas lanzaron a su interior una bomba lacrimógena con una clara intención intimidatoria.
El V Encuentro Regional de Sindicatos de la Bebida de Centroamérica denuncia estos hechos propios de un régimen dictatorial, al tiempo que expresa su incondicional y completo apoyo a los dirigentes y afiliados al STIBYS, al movimiento sindical hondureño y a la resistencia popular en general por el maravilloso ejemplo de civismo y coraje democrático que su lucha está ofreciendo al mundo entero.
Está llegando en Honduras la hora del pueblo, y eso no es fruto de una gesta personal o la obra de un pequeño grupo, sino el resultado de un proceso de acumulación, lucha y madurez que va forjando la templanza de la unidad en la acción.
¡Sí a la democracia!
¡Sí a la libertad!
¡Nunca más golpes de Estado!
¡Vivan los trabajadores y el pueblo hondureño!
Rel-UITA
El golpe de Estado en Honduras del pasado 28 de junio colocó nuevamente a América Latina ante el laberinto del autoritarismo y la represión.
Cientos de activistas populares y sindicales son víctimas de una represión brutal, entre ellos, el compañero Carlos H Reyes, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la UITA y candidato independiente a la Presidencia en las próximas elecciones, quien resultó con múltiples fracturas en un brazo.
La delegación del STIBYS de Tegucigalpa no pudo participar en este V Encuentro Regional de Sindicatos de la Bebida de Centroamérica organizado por la UITA y 3F de Dinamarca, pues se lo impidió el grave episodio de hostigamiento y terror que se vivió ayer en los alrededores del Sindicato.
En la tarde de ayer, martes 11, algunas de las personas que habían logrado escapar de la persecución que estaban sufriendo por participar en la Marcha Nacional acudieron a las instalaciones del STIBYS para refugiarse. Pocos minutos después llegó la noticia de que el Ejército y la Policía estaban preparando un operativo para desalojar la sede del Sindicato.
Atrincherados detrás de los portones que habían sido cerrados con candados, unas 50 personas, entre ellos varios sindicalistas y trabajadores de esta organización, se prepararon para resistir pacíficamente un eventual ataque.
A los pocos minutos llegaron más de 30 efectivos de la Policía y del Ejército, quienes se apostaron frente a la entrada del edificio, registrando a todas las personas que salían y apuntando los números de las placas de los vehículos.
Las calles cercanas al edificio fueron cerradas por otro contingente de militares, y el temor de una incursión era latente entre los que estaban allí encerrados.
Fue sólo gracias a una numerosa presencia de periodistas nacionales e internacionales, abogados y miembros de organizaciones de derechos humanos que acudieron al llamado de la organización sindical que se pudo romper el cerco y abandonar el lugar sin lamentar incidentes.
Luego, en la noche, el local del STIBYS fue baleado, sin registrarse heridos.
En las pasadas semanas, el edificio del STIBYS fue objeto de un atentado con un artefacto explosivo, mientras que en la noche del martes 11 de julio, personas no identificadas lanzaron a su interior una bomba lacrimógena con una clara intención intimidatoria.
El V Encuentro Regional de Sindicatos de la Bebida de Centroamérica denuncia estos hechos propios de un régimen dictatorial, al tiempo que expresa su incondicional y completo apoyo a los dirigentes y afiliados al STIBYS, al movimiento sindical hondureño y a la resistencia popular en general por el maravilloso ejemplo de civismo y coraje democrático que su lucha está ofreciendo al mundo entero.
Está llegando en Honduras la hora del pueblo, y eso no es fruto de una gesta personal o la obra de un pequeño grupo, sino el resultado de un proceso de acumulación, lucha y madurez que va forjando la templanza de la unidad en la acción.
¡Sí a la democracia!
¡Sí a la libertad!
¡Nunca más golpes de Estado!
¡Vivan los trabajadores y el pueblo hondureño!
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