Honduras – 39 días del golpe de Estado
Continúa la represión. Heridos y detenidos en San Pedro Sula. Gran movilización en la capital
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
La política del bozal y del garrote implementada por el gobierno de facto a partir del 28 de junio ha sumado otras piezas, al reprimir violentamente la movilización pacífica que se estaba realizando en la norteña ciudad de San Pedro Sula, y al pretender clausurar y secuestrar los equipos de Radio Globo, una de las pocas voces que todavía se rehúsan a alinearse con la dictadura mediática que impera en el país.
Según documentos que se filtraron hasta Radio Globo, existe una demanda de “cierre definitivo y decomiso o secuestro de las instalaciones y equipos” de la emisora, solicitada por el abogado José Santos López Oviedo a nombre de la Auditoría General Militar de las Fuerzas Armadas.
Esta demanda fue presentada ante la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), ente regulador de las comunicaciones en Honduras, acusando a la radio de varios delitos como “sedición”, tener “intereses contrarios a la soberanía”, “difundir difamaciones e insultos contrarios al honor de la patria”, incurriendo de esa manera en el delito de “atentar contra el orden público y la paz de la nación", se lee en el texto de la demanda.
“Se trata de un atentado velado que viene a concretar lo que se viene promoviendo desde el día del golpe de Estado para acallar nuestra radio –dijo David Romero, director general de Radio Globo–.
Presentaron un documento a la CONATEL solicitando el cierre y el decomiso de todo el equipo de Radio Globo, alegando que estamos incitando a la insurrección y a la violencia, y ponen como argumento una declaración del señor Andrés Pavón –presidente de la Comisión de los Derechos Humanos de Honduras (CODEH)– a esta radio, en la que dijo que “estamos en insurrección porque el artículo 3 de la Constitución así lo admite”.
Ante esta burda pretensión de acallar a uno de los pocos medios de comunicación que siguen denunciando el golpe de Estado, David Romero aseguró que van a agotar todos los mecanismos legales para evitar este atropello.
“Ojala rectifiquen y no cometan este error. El documento acaba de entrar a la Mesa de Derechos Legales de la CONATEL y esperamos que nos notifiquen de manera oficial, porque hasta el momento no hemos recibido nada. Mientras tanto ya tenemos un equipo de abogados que está preparando la defensa, y vamos a seguir trabajando normalmente”, aseveró el director general de Radio Globo.
Un total rechazo a esta medida violatoria del derecho a la libre expresión vino también de Frank La Rue, Relator de Libertad de Opinión y Expresión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
“Estoy en Honduras en una visita personal para observar la situación de la libertad de expresión. Me reuní con varios medios, periodistas y organizaciones de derechos humanos, y todos me han expresado su preocupación, pero nunca pensé que podían llegar hasta el punto de querer cerrar esta emisora.
Creo –continuó La Rue– que es una violación clarísima a la libertad de expresión, no sólo por el cierre de una radio, sino porque es un quebrantamiento del derecho del pueblo hondureño a tener acceso a la información. No se puede utilizar las diferencias políticas o ideológicas para cerrar un medio”.
El representante de Naciones Unidas condenó también la pretensión de usar el derecho penal para atacar el trabajo informativo realizado por Radio Globo.
“Me parece que es una maniobra absurda y burda. La utilización del derecho penal para criminalizar el disenso, la crítica y la oposición a políticas públicas siempre es el recurso de regímenes autoritarios que no quieren permitir espacios democráticos.
Con este intento queda demostrado que estamos frente a un gobierno de facto que está cerrando los espacios democráticos”, concluyó La Rue, quien informó que en los próximos días emitirá un comunicado de prensa desde Ginebra y presentará un informe al Consejo de Derechos Humanos y al de Seguridad de la ONU.
Otra marcha multitudinaria
El movimiento popular volvió a marchar el martes 4 de agosto por las calles de la capital hondureña. Miles de personas desfilaron de forma pacífica ante las instalaciones de instituciones y corporaciones privadas, entre ellas el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), Televicentro y la Fiscalía de la República, coludidas con el golpe de Estado, pintando sus paredes con consignas que expresan el total rechazo al papel que hasta ahora han desempeñado.
Se vivieron momentos de tensión cuando un guardia de seguridad de la corporación Televicentro, propiedad del magnate de la comunicación José Rafael Ferrari, disparó al aire para impedir que los manifestantes se acercaran, y fue respaldado de inmediato por un nutrido contingente policial del Comando Especial Cobra (COECO).
“El gobierno de facto ha recrudecido la represión contra de la resistencia popular. Ayer reprimieron la movilización en San Pedro Sula y hubo decenas de heridos y detenidos, pero no nos vamos a desmovilizar –dijo el coordinador del Bloque Popular y miembro de la conducción colegiada del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, Juan Barahona–.
Creen que nos vamos a desmovilizar y ésta es la respuesta. Mañana vamos a comenzar la Marcha Nacional de Resistencia Popular: en todo el país la gente se va a movilizar, recorriendo aproximadamente 110 kilómetros para llegar a San Pedro Sula y Tegucigalpa”, explicó a Sirel.
Más represión
El lunes 3 de agosto, la movilización de la resistencia popular en San Pedro Sula fue brutalmente reprimida con un patrón muy similar al que se utilizó el pasado 30 de julio en Tegucigalpa.
“Estábamos realizando una toma de carretera en las afueras de San Pedro Sula cuando la Policía, sin mediar palabra, comenzó a atacarnos brutalmente. Bajaron a la gente de los carros y comenzaron a golpearla, rompieron los vidrios de varios vehículos y nos persiguieron hasta el Parque Central –contó Gustavo Mejía, miembro de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP)–.
Fue una verdadera cacería en contra de cualquier persona que encontraban, y hasta los periodistas fueron vapuleados. Al final, hubo muchos heridos y detenidos, hasta niños y ancianos, y estamos muy preocupados porque una mujer que fue herida aún está desaparecida.
En los próximos días –concluyó Mejía– vamos a continuar con las movilizaciones, y para el jueves 6 tenemos prevista una gran concentración con gente que viene de siete departamentos, y que va a durar por lo menos cuatro días”.
Continúa la represión. Heridos y detenidos en San Pedro Sula. Gran movilización en la capital
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
La política del bozal y del garrote implementada por el gobierno de facto a partir del 28 de junio ha sumado otras piezas, al reprimir violentamente la movilización pacífica que se estaba realizando en la norteña ciudad de San Pedro Sula, y al pretender clausurar y secuestrar los equipos de Radio Globo, una de las pocas voces que todavía se rehúsan a alinearse con la dictadura mediática que impera en el país.
Según documentos que se filtraron hasta Radio Globo, existe una demanda de “cierre definitivo y decomiso o secuestro de las instalaciones y equipos” de la emisora, solicitada por el abogado José Santos López Oviedo a nombre de la Auditoría General Militar de las Fuerzas Armadas.
Esta demanda fue presentada ante la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), ente regulador de las comunicaciones en Honduras, acusando a la radio de varios delitos como “sedición”, tener “intereses contrarios a la soberanía”, “difundir difamaciones e insultos contrarios al honor de la patria”, incurriendo de esa manera en el delito de “atentar contra el orden público y la paz de la nación", se lee en el texto de la demanda.
“Se trata de un atentado velado que viene a concretar lo que se viene promoviendo desde el día del golpe de Estado para acallar nuestra radio –dijo David Romero, director general de Radio Globo–.
Presentaron un documento a la CONATEL solicitando el cierre y el decomiso de todo el equipo de Radio Globo, alegando que estamos incitando a la insurrección y a la violencia, y ponen como argumento una declaración del señor Andrés Pavón –presidente de la Comisión de los Derechos Humanos de Honduras (CODEH)– a esta radio, en la que dijo que “estamos en insurrección porque el artículo 3 de la Constitución así lo admite”.
Ante esta burda pretensión de acallar a uno de los pocos medios de comunicación que siguen denunciando el golpe de Estado, David Romero aseguró que van a agotar todos los mecanismos legales para evitar este atropello.
“Ojala rectifiquen y no cometan este error. El documento acaba de entrar a la Mesa de Derechos Legales de la CONATEL y esperamos que nos notifiquen de manera oficial, porque hasta el momento no hemos recibido nada. Mientras tanto ya tenemos un equipo de abogados que está preparando la defensa, y vamos a seguir trabajando normalmente”, aseveró el director general de Radio Globo.
Un total rechazo a esta medida violatoria del derecho a la libre expresión vino también de Frank La Rue, Relator de Libertad de Opinión y Expresión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
“Estoy en Honduras en una visita personal para observar la situación de la libertad de expresión. Me reuní con varios medios, periodistas y organizaciones de derechos humanos, y todos me han expresado su preocupación, pero nunca pensé que podían llegar hasta el punto de querer cerrar esta emisora.
Creo –continuó La Rue– que es una violación clarísima a la libertad de expresión, no sólo por el cierre de una radio, sino porque es un quebrantamiento del derecho del pueblo hondureño a tener acceso a la información. No se puede utilizar las diferencias políticas o ideológicas para cerrar un medio”.
El representante de Naciones Unidas condenó también la pretensión de usar el derecho penal para atacar el trabajo informativo realizado por Radio Globo.
“Me parece que es una maniobra absurda y burda. La utilización del derecho penal para criminalizar el disenso, la crítica y la oposición a políticas públicas siempre es el recurso de regímenes autoritarios que no quieren permitir espacios democráticos.
Con este intento queda demostrado que estamos frente a un gobierno de facto que está cerrando los espacios democráticos”, concluyó La Rue, quien informó que en los próximos días emitirá un comunicado de prensa desde Ginebra y presentará un informe al Consejo de Derechos Humanos y al de Seguridad de la ONU.
Otra marcha multitudinaria
El movimiento popular volvió a marchar el martes 4 de agosto por las calles de la capital hondureña. Miles de personas desfilaron de forma pacífica ante las instalaciones de instituciones y corporaciones privadas, entre ellas el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), Televicentro y la Fiscalía de la República, coludidas con el golpe de Estado, pintando sus paredes con consignas que expresan el total rechazo al papel que hasta ahora han desempeñado.
Se vivieron momentos de tensión cuando un guardia de seguridad de la corporación Televicentro, propiedad del magnate de la comunicación José Rafael Ferrari, disparó al aire para impedir que los manifestantes se acercaran, y fue respaldado de inmediato por un nutrido contingente policial del Comando Especial Cobra (COECO).
“El gobierno de facto ha recrudecido la represión contra de la resistencia popular. Ayer reprimieron la movilización en San Pedro Sula y hubo decenas de heridos y detenidos, pero no nos vamos a desmovilizar –dijo el coordinador del Bloque Popular y miembro de la conducción colegiada del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, Juan Barahona–.
Creen que nos vamos a desmovilizar y ésta es la respuesta. Mañana vamos a comenzar la Marcha Nacional de Resistencia Popular: en todo el país la gente se va a movilizar, recorriendo aproximadamente 110 kilómetros para llegar a San Pedro Sula y Tegucigalpa”, explicó a Sirel.
Más represión
El lunes 3 de agosto, la movilización de la resistencia popular en San Pedro Sula fue brutalmente reprimida con un patrón muy similar al que se utilizó el pasado 30 de julio en Tegucigalpa.
“Estábamos realizando una toma de carretera en las afueras de San Pedro Sula cuando la Policía, sin mediar palabra, comenzó a atacarnos brutalmente. Bajaron a la gente de los carros y comenzaron a golpearla, rompieron los vidrios de varios vehículos y nos persiguieron hasta el Parque Central –contó Gustavo Mejía, miembro de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP)–.
Fue una verdadera cacería en contra de cualquier persona que encontraban, y hasta los periodistas fueron vapuleados. Al final, hubo muchos heridos y detenidos, hasta niños y ancianos, y estamos muy preocupados porque una mujer que fue herida aún está desaparecida.
En los próximos días –concluyó Mejía– vamos a continuar con las movilizaciones, y para el jueves 6 tenemos prevista una gran concentración con gente que viene de siete departamentos, y que va a durar por lo menos cuatro días”.
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