jueves, 16 de febrero de 2017

Nicaragua: Arcia vs. Cardenal inició en 1998

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Al final del juicio entre privados, Nubia Arcia, parte favorecida, dice que le hicieron justicia a pesar de la retardación. Ernesto Cardenal alega que no tiene con qué pagar

Por Josué Garay | END | La Prensa

Nubia Arcia Mayorga señaló mediante un comunicado que la situación entre ella y el poeta Ernesto Cardenal "es un juicio de larga data que hace justicia a mi familia, es un litigio iniciado en 1998, en donde ha habido retardación de justicia".

El poeta Cardenal deberá pagarle a Arcia Mayorga C$17.2 millones en indemnización por daños y perjuicios por incumplimiento de pago, según la sentencia del 17 de junio de 2016 del Juzgado Tercero Distrito Civil de Managua.

Arcia y Cardenal mantuvieron un largo litigio por una propiedad en donde actualmente se ubica el hotel Mancarrón, en el archipiélago de Solentiname.


“Todo lo que tiene Ernesto Cardenal lo tiene de lo que ellos (mismos) calificaron como 'La Piñata'”, puntualiza Arcia Mayorga, quien es la gerente propietaria del hotel Mancarrón.

Arcia Mayorga agrega en su comunicado que le “sorprende que un acto de justicia esté presentado como un acto de agresión, cuando este nos hace justicia a mi familia y a mí. Nosotros hemos sido víctimas de actos de difamación, calumnias, agresión armada y robo de bienes. No hemos contado con los medios con los que sí ha dispuesto el señor Cardenal”.

A su vez, dice que rechaza “cualquier manipulación que se haga en torno a este acto que reivindica los derechos de nuestra familia, incluyendo la campaña mediática de la cual estamos siendo objeto”.

CARDENAL RECHAZA

El Nuevo Diario intentó contactar al poeta Ernesto Cardenal para conocer su versión de los hechos, pero solo logramos que nos contestara la señora Luz Marina Acosta, asistente personal del poeta, quien expresó que no es posible que Arcia Mayorga demande “un pago cuando tiene la posesión del hotel Mancarrón”.

Acosta agrega que “todo esto es una arbitrariedad. Ernesto Cardenal compró Solentiname con el dinero de unos amigos y de la herencia de su abuelita en los años 70. Se las compró al papá del ex fiscal general de la República, el señor Julio Centeno Gómez”. 

    Según un edicto judicial publicado el pasado viernes en el diario oficial La Gaceta, la indemnización es resultado de un juicio emprendido por Arcia Mayorga contra Cardenal por desacuerdos en el manejo de la Asociación para el Desarrollo de Solen-tiname, misma que fue funda-da por el sacerdote y poeta.

“No se puede poner a Ernesto Cardenal como un mercantilista, él no es un hombre de propiedades. Ernesto no tiene nada, esa demanda es absurda y ridícula, nunca Ernesto ha tenido esa cantidad de dinero. Ernesto ni siquiera recibe una pensión decente. Ernesto vive de vender sus esculturas”, sostuvo Luz Marina Acosta.

A su vez, expresa con molestia que “Ernesto, un hombre de 92 años, no tiene para pagar, no tiene dinero, no tiene nada en esta vida”. 

Al ser consultada sobre los supuestos actos de agresión armada y robo de propiedades que según Arcia Mayorga cometió el poeta Cardenal, Luz Marina Acosta dice que “nunca se ha visto a Ernesto con una arma en la mano. Nadie se puede imaginar eso porque él tiene vocación de monje”.

El edicto judicial fue promovido por el abogado Ramón Rojas, en representación legal de Arcia Mayorga.

El díario La Prensa publicó este 15 de febrero el origen del conflicto:

Según el expediente judicial, el caso entre Arcia y Cardenal inició en enero del 2012 con la interposición de la demanda contra Cardenal por incumplimiento de contrato de arriendo y acción de pago por indemnización de daños y perjuicios.

Según la demanda, el 11 de septiembre de 1995 la señora Arcia suscribió contrato de arrendamiento de inmueble del Hotel Mancarrón, ubicado en Solentiname, Río San Juan, con el señor Ernesto Cardenal y pactó un canon de arriendo de C$1,000 mensuales por 15 años, por lo que dicho contrato vencería el 11 de septiembre del 2010.

En abril del 2002, los miembros de la Asociación, entre estos Bosco Centeno, vicepresidente de la misma, se tomaron parcialmente el Hotel Mancarrón que cubre una manzana de tierra.

Arcia promovió una serie de juicios civiles y recuperó la posesión del hotel el 27 de noviembre del 2009 a través de embargo preventivo, supuestamente Cardenal se negó a recibir el pago del arriendo y se presentó la demanda en enero del 2012 y se falló a favor de Arcia en junio del 2016, pero se notificó públicamente hasta este mes vía edicto en La Gaceta.

Entre las pruebas presentadas en el juicio civil están el contrato de arriendo pactado por 15 años, un dictamen financiero elaborado por un contador público autorizado, quien calculó el daño económico causado a Arcia.

Según el contador, el daño por lucro cesante es de 8.8 millones de córdobas, por daños emergentes fue de 731 mil córdobas, por deterioro de bienes 748,658 córdobas y por pérdida de inventario de 2.2 millones de córdobas.

Estos últimos se dan después de la invasión del Hotel Mancarrón en el 2002.

“Queda más que demostrado el incumplimiento contractual por parte del señor Ernesto Cardenal en representación de la Asociación para el Desarrollo de Solentiname y se logró acreditar los daños y perjuicios con la certificación del dictamen del CPA”, dice la sentencia.

Más señalamientos de Arcia

Nubia Arcia señaló al poeta Ernesto Cardenal de violentarle sus derechos poco después de fallecer su esposo Alejandro Guevara (exguerrillero), cuando la desalojó por la fuerza y sin ninguna orden judicial. “Ordenó arrojar todas mis cosas en el parque de la Isla Mancarrón, cerca de la tumba donde se encuentra descansando Alejandro, hecho que denuncié ante las autoridades policiales y judiciales de la época”, sostiene Arcia en una correspondencia escrita dirigida a LA PRENSA. Refiere que después, en abril de 2002, miembros de esa asociación llegaron armados y ocuparon por la fuerza el hotel en disputa. Pero, en 2009 el Tribunal de Apelaciones de Juigalpa resolvió a favor de Arcia.

“Recibí mi Hotel Mancarrón destruido y saqueado. Se me habían robado todo”, expresa Arcia, quien indica que las acciones “ilegales” ejercidas por Cardenal y los representantes de la asociación le provocaron daños y perjuicios que ascienden a 17.2 millones de córdobas equivalentes a 800,000 dólares, “equivalentes a los frutos que he dejado de percibir”.

“El hotel no era de ella”, reaccionó Boanerges Ojeda, apoderado general de la Asociación para el Desarrollo de Solentiname, quien asegura que Arcia además se ha adueñado de toda la propiedad alrededor del hotel, a pesar de que Cardenal le entregó a esta 40 manzanas de tierra para sus hijas.

Fuente: END


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