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Por María García Arenales | Sputnik
Los Acuerdos de Paz de Guatemala, que cumplen 20 años, lograron poner fin a un conflicto armado de más de tres décadas, pero las reformas que preveían para el desarrollo del país se frustraron por falta de voluntad política, señalaron fuentes consultadas por Sputnik.
La firma de la paz "fue un hito histórico porque suponía la culminación de un conflicto armado de 36 años (1960-1996) que produjo numerosas muertes, masacres y actos de lesa humanidad", señaló el analista político José Carlos Sanabria, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales de Guatemala.
Sin embargo, "no se ha avanzado en los acuerdos sustantivos que implicaban reformas estructurales del Estado", advirtió Sanabria.
El especialista mencionó el avance logrado en los acuerdos operativos, relacionados principalmente con la desmovilización de las fuerzas insurgentes, la reducción del Ejército, el cese al fuego y la incorporación de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) a la vida política democrática, entre otros. No obstante, continuó, siguen sin cumplirse los compromisos de los Acuerdos de Paz que implicaban el reconocimiento de los pueblos indígenas, las reformas al sistema de justicia y al sistema electoral, así como un pacto fiscal integral para que el Estado tuviera más recursos y atendiera mejor las demandas del país.
La opinión es compartida por la activista de derechos humanos Helen Mack.
Para Mack, tras la firma de los Acuerdos de Paz hubo progresos en derechos civiles y políticos como la libertad de expresión y la libertad de movimiento.
Pero "se ha producido un retroceso en materia de derechos económicos, sociales y culturales", indicó Mack. "El informe de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) indica que Guatemala ha retrocedido en pobreza, desnutrición, muerte infantil y materna", sostuvo Mack, presidenta de la Fundación Myrna Mack, que promueve la lucha contra la impunidad y la consolidación de la paz y la democracia en el país centroamericano. Desafortunadamente, lamentó Mack, la falta de voluntad política ha impedido cambios estructurales y "muestra de ello es que 20 años después se siguen discutiendo los mismos contenidos", añadió.
Durante el conflicto armado existía un grupo "formado por militares y gente del sector privado que estaba en contra de los acuerdos de paz", explicó la activista, y ese grupo "que formó durante años todo un statu quo" es el que aún se opone a que haya cambios.
"Quieren seguir haciendo uso de los privilegios que hasta el día de hoy continúan teniendo; es el mismo grupo que está en contra de la lucha contra la impunidad", agregó a esta agencia. En su opinión, se ha producido un debilitamiento institucional "y ese espacio vacío lo han ocupado redes criminales político-económicas ilícitas". Otros logros Sin embargo, Mack también aseguró que en los últimos años el país ha emprendido una lucha contra la corrupción en la que destacó la labor de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), instaurada en 2006 con apoyo de la ONU y que ha permitido modernizar la investigación criminal.
Los Acuerdos de Paz de Guatemala, que cumplen 20 años, lograron poner fin a un conflicto armado de más de tres décadas, pero las reformas que preveían para el desarrollo del país se frustraron por falta de voluntad política, señalaron fuentes consultadas por Sputnik.
La firma de la paz "fue un hito histórico porque suponía la culminación de un conflicto armado de 36 años (1960-1996) que produjo numerosas muertes, masacres y actos de lesa humanidad", señaló el analista político José Carlos Sanabria, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales de Guatemala.
Sin embargo, "no se ha avanzado en los acuerdos sustantivos que implicaban reformas estructurales del Estado", advirtió Sanabria.
El especialista mencionó el avance logrado en los acuerdos operativos, relacionados principalmente con la desmovilización de las fuerzas insurgentes, la reducción del Ejército, el cese al fuego y la incorporación de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) a la vida política democrática, entre otros. No obstante, continuó, siguen sin cumplirse los compromisos de los Acuerdos de Paz que implicaban el reconocimiento de los pueblos indígenas, las reformas al sistema de justicia y al sistema electoral, así como un pacto fiscal integral para que el Estado tuviera más recursos y atendiera mejor las demandas del país.
La opinión es compartida por la activista de derechos humanos Helen Mack.
Para Mack, tras la firma de los Acuerdos de Paz hubo progresos en derechos civiles y políticos como la libertad de expresión y la libertad de movimiento.
Pero "se ha producido un retroceso en materia de derechos económicos, sociales y culturales", indicó Mack. "El informe de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) indica que Guatemala ha retrocedido en pobreza, desnutrición, muerte infantil y materna", sostuvo Mack, presidenta de la Fundación Myrna Mack, que promueve la lucha contra la impunidad y la consolidación de la paz y la democracia en el país centroamericano. Desafortunadamente, lamentó Mack, la falta de voluntad política ha impedido cambios estructurales y "muestra de ello es que 20 años después se siguen discutiendo los mismos contenidos", añadió.
Durante el conflicto armado existía un grupo "formado por militares y gente del sector privado que estaba en contra de los acuerdos de paz", explicó la activista, y ese grupo "que formó durante años todo un statu quo" es el que aún se opone a que haya cambios.
"Quieren seguir haciendo uso de los privilegios que hasta el día de hoy continúan teniendo; es el mismo grupo que está en contra de la lucha contra la impunidad", agregó a esta agencia. En su opinión, se ha producido un debilitamiento institucional "y ese espacio vacío lo han ocupado redes criminales político-económicas ilícitas". Otros logros Sin embargo, Mack también aseguró que en los últimos años el país ha emprendido una lucha contra la corrupción en la que destacó la labor de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), instaurada en 2006 con apoyo de la ONU y que ha permitido modernizar la investigación criminal.
El trabajo de la CICIG, junto al Ministerio Público (fiscalía), consiguió por ejemplo que la estructura de corrupción del caso La Línea, en el que se obtenían ganancias ilícitas en los controles de aduanas, terminara con la renuncia y detención en 2015 del presidente Pérez Molina y de su vicepresidenta Roxana Baldetti.
Guatemala sufrió un conflicto armado interno de 36 años entre el ejército y varios grupos guerrilleros de extracción indígena, cuya principal causa fue la lucha por la tierra en un contexto de Guerra Fría. Cuando culminó, con los Acuerdos de Paz de 1996 que este jueves cumplen 20 años, había dejado 200.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 100.000 desplazados, según cifras de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico establecida a instancias de las Naciones Unidas.
Fuente: Sputnik
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