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Por Brasil de Fato
Tras la votación del proceso de impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff en la Cámara de Diputados, movimientos populares y entidades sindicales manifestaron su repudio y afirmaron que no abandonarán las calles, en defensa de la democracia brasileña.
Brasil de Fato entrevistó a Paola Estrada, de la Secretaría Operativa de la Articulación Continental de los Movimientos Sociales hacia el Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), en Brasil, para conversar sobre la jornada de movilizaciones del domingo (17), y las perspectivas para los próximos meses.
Según Paola, esta batalla por la democracia brasileña es fundamental, no sólo para Brasil, sino para todo el continente. “No sólo por el sentido político, ideológico; pero también porque es una ofensiva neoliberal sobre nuestros recursos naturales, sobre nuestros territorios, una ofensiva de privatización, e incluso de reversión de muchos derechos sociales que fueron conquistados en los últimos años”, afirmó.
Brasil de Fato - Frente a la votación en la Câmara de Diputados, ¿Cuál es la posición que toman los movimientos que componen Alba?
Paola Estrada - En Brasil, todos los movimientos de Alba hacemos parte del Frente Brasil Popular y, en los últimos meses, hemos hecho análisis de esos escenarios, tanto de Brasil cuanto de todo el continente, sobre cuáles eran las posibilidades. Entonces, me arriesgo a apuntar ese análisis. Hoy, creo que es una derrota, no sólo para el PT [Partido de los Trabajadores] y el gobierno Dilma, pero es una derrota más amplia. Una derrota para el movimiento popular y para todo un ciclo de avances que tuvimos en los últimos diez, quince años en todo el continente. Pero, aunque acá en Brasil estamos muy tristes y, al mismo tiempo, revoltosos con todo lo que ha pasado, con todo ese escenario de más de 300 diputados [votando a favor del impeachment], es una cosa que nos dá mucha vergüenza, poniendo una presidenta y 54 millones de votos de los brasileños, tirados a la basura, sin ninguna justificativa, sin ningún crimen, sin nada. Entonces, fue una demostración de hipocresía todo el día, algo asqueroso, para todos nosotros que estuvimos asistiendo.
Y aunque eso sea muy triste, y que veamos ese movimiento que es un avance de ese proceso de golpe en Brasil, igualmente salimos con ese gran aprendizaje. Perdimos una batalla, habrá otras, y no se terminó ese proceso. Ahora va para el Senado, hay muchas batallas para hacer en las calles, para dialogar con la gente, para avanzar en ese movimiento por la democracia que ha crecido mucho en toda esa lucha. Yo estoy segura que ahora creció mucho más. Porque ahora el pueblo brasileño asistió a esa votación. Mucha gente que no se interesaba por política asistió a las escenas de esos diputados votando por el impeachmet sin ningún crimen siendo juzgado. Yo creo que ese fue un aprendizaje grande y tenemos que recobrar las energías entre los compañeros y compañeras y seguir adelante.
Sabemos que ese movimiento en Brasil, no es sólo en Brasil, es algo articulado por una ofensiva del imperialismo y de los sectores conservadores en todo el continente, y que eso viene en una ofensiva bien orquestada. Hemos sufrido la derrota electoral en Argentina, todo el proceso de la ofensiva en Venezuela y tenemos muchos otros ejemplos, pero creemos que esa batalla en Brasil es decisiva. No solo para nuestro país, porque si ellos logran una victoria, que aun no la lograron por completo, en Brasil les abre más espacio para avanzar aún más en todo el continente. No sólo en el sentido político, ideológico, pero también en una ofensiva neoliberal sobre nuestros recursos naturales, sobre nuestros territorios, una ofensiva de privatización e, incluso, de reversión de muchos derechos sociales que fueron conquistados en los últimos años. Entonces, nosotros vemos ese movimiento de forma bien continental.
¿Cuál el mensaje para el pueblo brasileño y para el pueblo latinoamericano?
Creo que primero, un mensaje a los militantes de los movimientos populares, porque nuestros enemigos ganaron esa batalla, pero no la guerra. Esa fue una de las batallas, ellos tienen sus medios de comunicación que han actuado de forma muy organizada para, efectivamente, organizar los actos de calle y toda esa ofensiva de una forma distinta e la que veíamos en periodos anteriores. Nosotros tenemos nuestros movimientos, nuestra lucha organizada, la gente, los trabajadores y trabajadoras de nuestros países para hacer la defensa de nuestras conquistas y la defensa de avances democráticos y populares en todo el continente. Tenemos que usar todas nuestras herramientas ahora. Y nuestra herramienta principal tiene que ser la lucha de calle. Tenemos que ir a la calle a dialogar con la gente que no es militante y que no está en las organizaciones. Nuestros medios, las redes sociales, son muy importantes, pensar una política de comunicación, pero tenemos que ir a las calles hacer movilización y mostrar que el pueblo organizado puede hacer presión, puede hacer diálogos, puede lograr conquistas. Creo que ese es el mensaje para los militantes.
Y que no nos desanimemos. Eso para toda mi generación, que nació en los ´80, creo que es muy nuevo todo ese movimiento de estar viviendo toda esa ofensiva con tanta fuerza, nuestra generación que no vivió las dictaduras militares y todo eso. Pero tenemos que estar fuertes y estar juntos, y mostrar eso. Hacer el acto de calle y difundir, poner en las redes, crear redes de comunicación y de difusión de información, porque eso nos deja más fuertes, y nos posibilita dialogar aún más con quien no está del otro lado - aunque no esté con nosotros -, tampoco está del otro lado. Así, yo creo que está la batalla en Brasil y en otros países. Hay una gran masa que, aunque cada día tiene más conciencia de lo que está pasando en el país, aun está muy apartado, alejado de todo lo que está pasando. Eso es lo que queremos y tenemos que conquistar, traerlos para nuestro lado, que es el lado de la democracia, de los derechos y de los avances necesarios para el conjunto del pueblo, para todo el pueblo americano - no solo latinoamericano -, que es lo que tenemos como proyecto de integración continental; desde abajo, un proyecto de integración popular. Vamos a estar juntos y tener muchas batallas en las calles.
Brasil de Fato entrevistó a Paola Estrada, de la Secretaría Operativa de la Articulación Continental de los Movimientos Sociales hacia el Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), en Brasil, para conversar sobre la jornada de movilizaciones del domingo (17), y las perspectivas para los próximos meses.
Según Paola, esta batalla por la democracia brasileña es fundamental, no sólo para Brasil, sino para todo el continente. “No sólo por el sentido político, ideológico; pero también porque es una ofensiva neoliberal sobre nuestros recursos naturales, sobre nuestros territorios, una ofensiva de privatización, e incluso de reversión de muchos derechos sociales que fueron conquistados en los últimos años”, afirmó.
Brasil de Fato - Frente a la votación en la Câmara de Diputados, ¿Cuál es la posición que toman los movimientos que componen Alba?
Paola Estrada - En Brasil, todos los movimientos de Alba hacemos parte del Frente Brasil Popular y, en los últimos meses, hemos hecho análisis de esos escenarios, tanto de Brasil cuanto de todo el continente, sobre cuáles eran las posibilidades. Entonces, me arriesgo a apuntar ese análisis. Hoy, creo que es una derrota, no sólo para el PT [Partido de los Trabajadores] y el gobierno Dilma, pero es una derrota más amplia. Una derrota para el movimiento popular y para todo un ciclo de avances que tuvimos en los últimos diez, quince años en todo el continente. Pero, aunque acá en Brasil estamos muy tristes y, al mismo tiempo, revoltosos con todo lo que ha pasado, con todo ese escenario de más de 300 diputados [votando a favor del impeachment], es una cosa que nos dá mucha vergüenza, poniendo una presidenta y 54 millones de votos de los brasileños, tirados a la basura, sin ninguna justificativa, sin ningún crimen, sin nada. Entonces, fue una demostración de hipocresía todo el día, algo asqueroso, para todos nosotros que estuvimos asistiendo.
Y aunque eso sea muy triste, y que veamos ese movimiento que es un avance de ese proceso de golpe en Brasil, igualmente salimos con ese gran aprendizaje. Perdimos una batalla, habrá otras, y no se terminó ese proceso. Ahora va para el Senado, hay muchas batallas para hacer en las calles, para dialogar con la gente, para avanzar en ese movimiento por la democracia que ha crecido mucho en toda esa lucha. Yo estoy segura que ahora creció mucho más. Porque ahora el pueblo brasileño asistió a esa votación. Mucha gente que no se interesaba por política asistió a las escenas de esos diputados votando por el impeachmet sin ningún crimen siendo juzgado. Yo creo que ese fue un aprendizaje grande y tenemos que recobrar las energías entre los compañeros y compañeras y seguir adelante.
Sabemos que ese movimiento en Brasil, no es sólo en Brasil, es algo articulado por una ofensiva del imperialismo y de los sectores conservadores en todo el continente, y que eso viene en una ofensiva bien orquestada. Hemos sufrido la derrota electoral en Argentina, todo el proceso de la ofensiva en Venezuela y tenemos muchos otros ejemplos, pero creemos que esa batalla en Brasil es decisiva. No solo para nuestro país, porque si ellos logran una victoria, que aun no la lograron por completo, en Brasil les abre más espacio para avanzar aún más en todo el continente. No sólo en el sentido político, ideológico, pero también en una ofensiva neoliberal sobre nuestros recursos naturales, sobre nuestros territorios, una ofensiva de privatización e, incluso, de reversión de muchos derechos sociales que fueron conquistados en los últimos años. Entonces, nosotros vemos ese movimiento de forma bien continental.
¿Cuál el mensaje para el pueblo brasileño y para el pueblo latinoamericano?
Creo que primero, un mensaje a los militantes de los movimientos populares, porque nuestros enemigos ganaron esa batalla, pero no la guerra. Esa fue una de las batallas, ellos tienen sus medios de comunicación que han actuado de forma muy organizada para, efectivamente, organizar los actos de calle y toda esa ofensiva de una forma distinta e la que veíamos en periodos anteriores. Nosotros tenemos nuestros movimientos, nuestra lucha organizada, la gente, los trabajadores y trabajadoras de nuestros países para hacer la defensa de nuestras conquistas y la defensa de avances democráticos y populares en todo el continente. Tenemos que usar todas nuestras herramientas ahora. Y nuestra herramienta principal tiene que ser la lucha de calle. Tenemos que ir a la calle a dialogar con la gente que no es militante y que no está en las organizaciones. Nuestros medios, las redes sociales, son muy importantes, pensar una política de comunicación, pero tenemos que ir a las calles hacer movilización y mostrar que el pueblo organizado puede hacer presión, puede hacer diálogos, puede lograr conquistas. Creo que ese es el mensaje para los militantes.
Y que no nos desanimemos. Eso para toda mi generación, que nació en los ´80, creo que es muy nuevo todo ese movimiento de estar viviendo toda esa ofensiva con tanta fuerza, nuestra generación que no vivió las dictaduras militares y todo eso. Pero tenemos que estar fuertes y estar juntos, y mostrar eso. Hacer el acto de calle y difundir, poner en las redes, crear redes de comunicación y de difusión de información, porque eso nos deja más fuertes, y nos posibilita dialogar aún más con quien no está del otro lado - aunque no esté con nosotros -, tampoco está del otro lado. Así, yo creo que está la batalla en Brasil y en otros países. Hay una gran masa que, aunque cada día tiene más conciencia de lo que está pasando en el país, aun está muy apartado, alejado de todo lo que está pasando. Eso es lo que queremos y tenemos que conquistar, traerlos para nuestro lado, que es el lado de la democracia, de los derechos y de los avances necesarios para el conjunto del pueblo, para todo el pueblo americano - no solo latinoamericano -, que es lo que tenemos como proyecto de integración continental; desde abajo, un proyecto de integración popular. Vamos a estar juntos y tener muchas batallas en las calles.
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