La Constitución boliviana no sufrirá por el momento reforma parcial alguna y el presidente Evo Morales cumplirá su tercer mandato consecutivo de un lustro el 22 de enero de 2020, ha confirmado este miércoles el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia luego de divulgar los resultados del referendo dominical.
El 'No' a la reforma parcial de la carta política boliviana y la repostulación del presidente Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera en las elecciones de finales de 2019, que involucraba el referendo del domingo último, se impuso con el 51,3% de los votos frente a 48,7% del 'Sí', en una final de infarto que crispó a la población y ciudadanía boliviana.
La publicación de los resultados del referendo parecía distensionar al país andino amazónico y disipar incluso las lecturas de que había vuelto al estado de fragmentación anterior a 2006, coincidieron analistas locales.
Blanco de las más duras críticas las últimas 48 horas y sujeto de las más impensadas presiones, desde plantones en la sede del conteo de votos en un campo ferial en La Paz y poco menos que una guerra de descalificaciones en las redes sociales, el TSE anticipó la victoria del No a una nueva postulación de Morales y García Linera en una emisión de prensa la noche del martes al miércoles, 48 horas después del verificativo electoral.
Se trata de la primera vez en la historia política de Bolivia y desde restaurada la democracia criolla en 1982, tras 18 años de dictadura militar, que la autoridad electoral evacua los resultados de un comicio con tal celeridad.
El TSE, cuyo crédito había sido subrayado por las misiones de observadores de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y de la Organización de Estados Americanos (OEA) en días y horas previas al anuncio reciente, consideró el 99,49% de las actas computadas para emitir su fallo.
El 'No' aventajó al 'Sí' con 135.578 votos cuando sólo resta por contar 15.800 sufragios que equivalen a 0,28% de las actas por computar.
La participación de los electores fue de 84,45%.
La susceptibilidad de la oposición boliviana que unida alrededor del No a Morales obtuvo el primer triunfo electoral desde diciembre de 2005, cuando el mandatario indígena ganó el primero de al menos 10 consultas populares, crispó al país al extremo que el Ejecutivo debió a salir a pedir la conservación de la calma y la paz en Bolivia.
En medio del primer contraste político de su carrera, Morales, en vías de cumplir 57 años, evaluaba con su gabinete de ministros el resultado del referendo, desde las 05h00 locales (09h00 GMT) del miércoles en el Palacio Quemado de La Paz.
Analistas y observadores creen que la derrota del Sí obligará a Morales y su entorno a sacudir las modorras alojadas dentro el MAS y los movimientos sociales que sustentan el gobierno progresista desde el 22 de enero de 2006.
El jefe de Estado, que pese al más nutrido fuego de artillería en su contra en la campaña electoral cosechó poco menos que la mitad de los sufragios, celebrará el jueves una reunión de gabinete ampliado en La Paz, donde, dijo él mismo, se imprimirá una actualización al proceso de cambio que galvaniza en Bolivia desde enero de 2006.
Morales, que cosechó poco menos que el 50% de los votos se puso en trance de la consulta política con 70% de aprobación popular a su gestión decenal que ha registrado los mayores cambios en el desarrollo de Bolivia, tanto así que, dueña de sus nacionalizados recursos naturales, se convirtió en la primera economía regional en el lustro pasado en base de un modelo de sustentación endógeno.
En una conferencia de prensa el lunes, Morales dijo que tras cumplir su mandato se retirará a su parcela de cultivo en el Chapare, centro de Bolivia, donde nació la fuerza de su Movimiento Al Socialismo (MAS).
El No a la posibilidad de que Morales se postule a la Presidencia de Bolivia en 2019, no significa que el MAS no aliste un candidato para los comicios de fines de 2019.
El código político boliviano habilita a Morales y cualquier otro ciudadano boliviano a terciar en las elecciones de 2025, cuando Bolivia conmemore 200 años de vida independiente.
Morales y sus ministros y el alto y medio del funcionariado boliviano se abocarán el jueves a definir el curso de los casi 4 años que resta de gobierno y los ajustes que debe imprimir la Agenda 2025, la primera planificación estatal en de la historia del país, pergeñada por la actual administración.
La prensa internacional barruntaba este mismo miércoles una retahíla de nombres que el MAS podría postular en las elecciones de 2019 para suceder a Morales.
Lo mismo y pese al triunfo del No, El País de Madrid precisó que la debilidad de la oposición boliviana de derechas estriba en su incapacidad de cohesionarse frente a una elección y en la carencia de nuevos líderes.
En tiempo ni plazo, la ley nacional no impide la celebración de una consulta incluso dentro del período constitucional que corre.
El 'No' a la reforma parcial de la carta política boliviana y la repostulación del presidente Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera en las elecciones de finales de 2019, que involucraba el referendo del domingo último, se impuso con el 51,3% de los votos frente a 48,7% del 'Sí', en una final de infarto que crispó a la población y ciudadanía boliviana.
La publicación de los resultados del referendo parecía distensionar al país andino amazónico y disipar incluso las lecturas de que había vuelto al estado de fragmentación anterior a 2006, coincidieron analistas locales.
Blanco de las más duras críticas las últimas 48 horas y sujeto de las más impensadas presiones, desde plantones en la sede del conteo de votos en un campo ferial en La Paz y poco menos que una guerra de descalificaciones en las redes sociales, el TSE anticipó la victoria del No a una nueva postulación de Morales y García Linera en una emisión de prensa la noche del martes al miércoles, 48 horas después del verificativo electoral.
Se trata de la primera vez en la historia política de Bolivia y desde restaurada la democracia criolla en 1982, tras 18 años de dictadura militar, que la autoridad electoral evacua los resultados de un comicio con tal celeridad.
El TSE, cuyo crédito había sido subrayado por las misiones de observadores de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y de la Organización de Estados Americanos (OEA) en días y horas previas al anuncio reciente, consideró el 99,49% de las actas computadas para emitir su fallo.
El 'No' aventajó al 'Sí' con 135.578 votos cuando sólo resta por contar 15.800 sufragios que equivalen a 0,28% de las actas por computar.
La participación de los electores fue de 84,45%.
La susceptibilidad de la oposición boliviana que unida alrededor del No a Morales obtuvo el primer triunfo electoral desde diciembre de 2005, cuando el mandatario indígena ganó el primero de al menos 10 consultas populares, crispó al país al extremo que el Ejecutivo debió a salir a pedir la conservación de la calma y la paz en Bolivia.
En medio del primer contraste político de su carrera, Morales, en vías de cumplir 57 años, evaluaba con su gabinete de ministros el resultado del referendo, desde las 05h00 locales (09h00 GMT) del miércoles en el Palacio Quemado de La Paz.
Analistas y observadores creen que la derrota del Sí obligará a Morales y su entorno a sacudir las modorras alojadas dentro el MAS y los movimientos sociales que sustentan el gobierno progresista desde el 22 de enero de 2006.
El jefe de Estado, que pese al más nutrido fuego de artillería en su contra en la campaña electoral cosechó poco menos que la mitad de los sufragios, celebrará el jueves una reunión de gabinete ampliado en La Paz, donde, dijo él mismo, se imprimirá una actualización al proceso de cambio que galvaniza en Bolivia desde enero de 2006.
Morales, que cosechó poco menos que el 50% de los votos se puso en trance de la consulta política con 70% de aprobación popular a su gestión decenal que ha registrado los mayores cambios en el desarrollo de Bolivia, tanto así que, dueña de sus nacionalizados recursos naturales, se convirtió en la primera economía regional en el lustro pasado en base de un modelo de sustentación endógeno.
En una conferencia de prensa el lunes, Morales dijo que tras cumplir su mandato se retirará a su parcela de cultivo en el Chapare, centro de Bolivia, donde nació la fuerza de su Movimiento Al Socialismo (MAS).
El No a la posibilidad de que Morales se postule a la Presidencia de Bolivia en 2019, no significa que el MAS no aliste un candidato para los comicios de fines de 2019.
El código político boliviano habilita a Morales y cualquier otro ciudadano boliviano a terciar en las elecciones de 2025, cuando Bolivia conmemore 200 años de vida independiente.
Morales y sus ministros y el alto y medio del funcionariado boliviano se abocarán el jueves a definir el curso de los casi 4 años que resta de gobierno y los ajustes que debe imprimir la Agenda 2025, la primera planificación estatal en de la historia del país, pergeñada por la actual administración.
La prensa internacional barruntaba este mismo miércoles una retahíla de nombres que el MAS podría postular en las elecciones de 2019 para suceder a Morales.
Lo mismo y pese al triunfo del No, El País de Madrid precisó que la debilidad de la oposición boliviana de derechas estriba en su incapacidad de cohesionarse frente a una elección y en la carencia de nuevos líderes.
En tiempo ni plazo, la ley nacional no impide la celebración de una consulta incluso dentro del período constitucional que corre.
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