La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) convocó ayer a un paro nacional con movilizaciones en todo el país para el próximo miércoles 24 de febrero. El sindicato reclama la apertura de las paritarias, un aumento de salarios “muy por encima del 25 por ciento” que plantea el gobierno de Mauricio Macri, un “límite a los despidos” de trabajadores estatales y el fin de la criminalización de la protesta social.
La medida de fuerza, que anunció en conferencia de prensa el secretario general Hugo “Cachorro” Godoy, se aprobó en un plenario del consejo nacional de ATE con los 24 secretarios generales del todo el país e incluirá al Estado nacional y a las administraciones provinciales y municipales. “Macri se ha convertido en el abanderado de una política de extorsión para reducir el nivel de los costos laborales de los empresarios en el ámbito privado y de ajuste en el sector público”, explicó Godoy. “El Gobierno quiere reducir a la baja la discusión salarial condicionando a los trabajadores, porque llevarnos a la mesa paritaria con 20 mil despidos es ponernos una pistola en la cabeza”, denunció. Advirtió que la decisión de ATE es “pelear por salarios y por la reincorporación de todos los despedidos” y destacó que “con la ola de despidos el Gobierno ya inició la discusión paritaria”.
“Hemos resuelto convocar a un paro nacional de trabajadores estatales nacionales, provinciales y municipales el día 24 de febrero que será acompañado por movilizaciones a lo largo y lo ancho del país”, dijo el dirigente durante le conferencia de prensa del sindicato en su hotel del barrio de San Telmo. Godoy se mostró acompañado por los secretarios del consejo nacional y los secretarios generales de los consejos provinciales, que antes habían participado del plenario. También estuvieron presentes Jorge Yabkowski, presidente de la Federación de Profesionales de la Salud (Fesprosa), y Claudia Baigorria, secretaria adjunta de la Conadu Histórica, organizaciones que se sumarán a la protesta prevista para el 24 de febrero.
“El aumento de salario en el marco de la inmediata apertura de paritarias que los trabajadores del Estado nacional y las administraciones provinciales y municipales venimos demandando está muy por encima del vergonzante planteo del ministro (de Trabajo, Jorge) Triaca, que oscila entre el 20 y 25 por ciento”, señaló. “Las necesidades de los trabajadores se demuestran en distintas referencias: desde 2007 a diciembre de 2015 los estatales perdimos, en promedio, el 46 por ciento de la capacidad adquisitiva de nuestro salario” y para los municipales “la pérdida es mucho mayor”, destacó. “Por otra parte, los trabajadores del Indec han demostrado que una canasta mínima para dos personas y dos niños no puede ser menor a 15.677 pesos”, advirtió.
Sobre el mentado mote de “ñoquis” instalado por el gobierno nacional y los grandes medios para justificar la ola de despidos, el dirigente consideró que se trata de “una excusa para poder implementar los despidos masivos”. “El Gobierno reconoció que la campaña de que somos ñoquis o militantes es un argumento para reducir personal. Nosotros agregamos que es un mecanismo de extorsión para negociar salarios en baja y para desarmar ámbitos fundamentales del Estado, como en Fabricaciones Militares, el Ministerio de Salud o la Unidad de Investigación de la causa AMIA”, denunció el dirigente. “Los trabajadores quieren trabajar y les ponen la policía en la puerta para no entrar, como en el Ministerio de Cultura y la Dirección de Fabricaciones Militares, por ejemplo”, subrayó.
Por último, Godoy incluyó entre los reclamos “el fin de la criminalización de la protesta social, que se profundizó con la aprobación de la Ley Antiterrorista y que este Gobierno está ejecutando cada vez más intensidad”. “El 24 de febrero será la primera medida de fuerza de este año si no hay un cambio en la actitud del Gobierno, si no se frenan los despidos y habilitan ámbitos para discutir salarios y la precariedad laboral”, afirmó.
El diputado Nicolás del Caño señaló horas después que “desde el PTS y el Frente de Izquierda apoyaremos toda medida de los trabajadores para enfrenar el ajuste” y “estaremos en la primera fila de la resistencia”, aunque también advirtió que “para enfrentar a los miles de despidos de estatales y privados y la escalada inflacionaria todas las conducciones sindicales deben convocar a planes de lucha”. “Hasta el momento la mayoría de los dirigentes sindicales han dejado actuar libremente al macrismo y a las administraciones del Frente para la Victoria en sus políticas de ajuste. ¿Cuánto más hay que esperar?”, planteó el ex candidato a presidente del Frente de Izquierda.
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