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Por GRAIN
Los últimos años han sido horribles para los pequeños productores de lácteos en China. La demanda de una producción doméstica se colapsó debido a los escándalos por la contaminación de la leche, con la que no tuvieron nada que ver, y los precios de la leche se desplomaron por debajo de los costos de producción. Muchos campesinos están tomando la decisión de sacrificar a sus vacas, pero incluso este acto desesperado rara vez los salva de la bancarrota.[1]
No puede decirse lo mismo de las grandes compañías productoras de lácteos en China. Estos son buenos tiempos para empresas como New Hope Group y Bright Foods. Mientras ahogan a los granjeros y campesinos chinos con los bajos precios para su leche, utilizan las ganancias para establecer sus propias mega granjas en China y en el extranjero, en especial en Nueva Zelanda y Australia, de donde pueden exportar leche en polvo de vuelta a China bajo los tratados de libre comercio y comercializarla como “segura”.[2]
Liu Yonghao, el presidente del gigante de los agronegocios chino, New Hope Group, es emblemático de los nuevos líderes empresariales de China. Aprovechando la crisis lechera que afecta a los campesinos chinos, la convirtió en oportunidad para su compañía y estableció una alianza para adquirir granjas lecheras australianas junto con dos de las mayores familias de la industria de los lácteos en Australia.[3] Su empresa conjunta comenzará con la construcción de la primera granja lechera con 10 mil cabezas de ganado, para después construir dos granjas de 10 mil cabezas más durante los siguientes 10 años.
Esta misma historia se repite con otros alimentos en China. El flujo de importaciones de soya y aceite de palma, que fue posible con el acceso de China a la organización Mundial de Comercio, alimentó el crecimiento de compañías productoras de comida procesada, criaderos industriales corporativos para aves y cerdos. Las compañías transnacionales como Cargill, Wilmar y Charoen Pokphand lucraron muchísimo con estos cambios; el campesinado chino quedó diezmado.[4] Muchas empresas chinas también cerraron, pero algunas emergieron más fuertes y, con el respaldo del Estado, se han movido agresivamente para establecer cadenas globales de abastecimiento e incluso sus propias fincas en China y en el extranjero (ver la Tabla 1). Los impactos de estos cambios se extienden mucho más allá de la China continental y afectan al campesinado en todo el planeta.
Las “granjas familiares” desplazan a familias campesinas
La seguridad alimentaria siempre ha sido la máxima prioridad de los gobernantes chinos. Hasta hace muy poco tiempo esto significaba garantizar que se produjera en China la suficiente comida para alimentar a la población entera, y esta tarea recaía casi por entero en el campesinado chino.
A lo largo de los últimos veinte años, sin embargo, el gobierno ha virado su aproximación a la seguridad alimentaria, rompiendo gradualmente con las antiguas políticas de autosuficiencia. Parte de este ímpetu vino cuando el gobierno abrazó los tratados de libre comercio que obligaron a China a permitir la importación de ciertos alimentos al país. Pero el gobierno también buscó crear sus propias políticas internas destinadas a desplazar la producción alimentaria, de las fincas campesinas a establecimientos comerciales más grandes, además de sacar la asistencia y las compras públicas de manos del Estado para entregarlas a los agronegocios y las corporaciones alimentarias.[5]
Este año, el gobierno estableció una tercera ronda de políticas de ajuste para el sector agrícola en donde dice que mejorará ciertos esfuerzos previos para reformar los predios agrarios, consolidará las fincas y desarrollará cadenas de abastecimiento corporativo para los insumos (semillas, maquinaria) y los productos (los alimentos).[6] También impulsará políticas y programas para fomentar las llamadas “empresas cabezas de dragón”, especializadas en integrar verticalmente las cadenas de abastecimiento, e impulsar que las compañías industriales y comerciales se involucren directamente en la producción agrícola.[7] Los efectos de este viraje, del respaldo estatal al imperio de los agronegocios están más avanzados en lo tocante a la producción de carne. Hace veinte años, los cultivos de traspatio abastecían el 80% del puerco; hoy, son las grandes granjas, más especializadas y los masivos criaderos industriales quienes producen 80% del puerco.[8]
Uno de los fundamentos de esta nueva política estatal de China hacia su agricultura es apoyar la transferencia de tierras, de las fincas campesinas a los establecimientos mayores, que el gobierno califica, irónicamente, de fincas familiares”. Las “fincas familiares” de China tienen en promedio 27 veces más tierra que una familia campesina típica y hacia fines de 2012 ya había alrededor de 877 mil de ellas, y cubrían 11 millones 700 mil hectáreas de tierra.[9]
Sin embargo, las leyes chinas siguen evitando que los campesinos vendan sus tierras, así que las transferencias son por “derecho de uso”, organizadas mediante varios mecanismos, de los que tal vez el más importante es un fideicomiso de circulación de tierras. Con este mecanismo, una compañía establece un fideicomiso para adquirir múltiples derechos de uso de tierras de manos de los agricultores de determinada área, identifica las entidades interesadas en las tierras, y luego hace arreglos para que las tierras les sean arrendadas a estas entidades. El fideicomiso es como un banco donde los campesinos depositan sus derechos agrarios para que éste los rente a su vez a operaciones agrícolas muchísimo mayores.[10]
La primera compañía que saltó al negocio del fideicomiso fue la empresa financiera CITIC, propiedad del Estado. Su fundador es el antiguo vice-presidente de China, Rong Yiren —uno de los hombres más ricos de Asia y uno de los políticos que fueron los principales responsables de la apertura de la economía del país a la inversión extranjera. Los fideicomisos de circulación de tierras del CITIC se realizan en sociedad con la corporación alemana de semillas y plaguicidas, Bayer CropSciences, e integran los productos de Bayer a los establecimientos agrícolas consolidados que ellos administran.
El proyecto de fideicomiso agrario de CITIC y Bayer en la provincia de Anhui en el oriente de China, implica la transferencia de 2 mil 100 hectáreas de tierra de cultivo, de los agricultores locales —que se supone obtendrán un pago anual promedio de 700-800 yuan [112-128 dólares] por agricultor. El gobierno chino utiliza el proyecto como un plan piloto para un programa nacional, lanzado en 2015, que registrará los derechos contractuales de 200 millones de fincas rurales por toda la tierra arable de la nación, lo que pavimentará el camino para transferencias ulteriores. Según el ministerio de Agricultura chino, los derechos de uso de 25 millones de hectáreas de tierra arable ya fueron transferidos —más de una cuarta parte del total de tierras que estaba en manos campesinas.[11]
Otras grandes empresas han seguido el camino de CITIC y Bayer en el negocio de los fideicomisos de tierras. Esto incluye a la mayor comercializadora de granos china, COFCO, la semillera estadounidense Pioneer e incluso la mayor empresa de compra venta por internet, Alibaba.
“Globalizarse”, la inversión en los agronegocios en el extranjero
En noviembre de 2014, la prensa china informó que CITIC invertiría 5 mil millones de dólares para desarrollar operaciones agrícolas en 500 mil hectáreas de tierras en Angola. La compañía ha desarrollado dos operaciones de 10 mil hectáreas en el país y ahora negocia con el gobierno una tercera operación de 30 mil hectáreas. El anuncio llegó más o menos en el momento en que dos de las más grandes compañías alimentarias de Asia, Itochu de Japón y Charoen Pokphand de Tailandia, anunciaran un acuerdo por el cual adquirirían una porción combinada de 20% de CITIC, por el equivalente a 10 mil millones de dólares.
Los dos tratos revelan mucho acerca de la dirección que asumen las políticas de seguridad alimentaria en China. Por un lado, nos da un ejemplo de la cercana integración entre las compañías chinas que encabezan la transformación del ámbito rural chino y sus contrapartes extranjeras que ya dominan el comercio global de alimentos. Por otra parte, resalta el interés que tienen las empresas chinas en establecer un control sobre algún monto de la producción de alimentos fuera del país, para poder enviar alimentos de regreso a casa.
GRAIN reunió la información disponible en el sitio electrónico farmlandgrab.org, hasta agosto de 2015, para crear una base de datos de las adquisiciones chinas relacionadas con la producción alimentaria a gran escala en el extranjero (ver Anexo -Inglés). Identificamos 61 tratos de tierras en 31 países que cubren 3 millones 325 mil hectáreas que ya se concluyeron o están en proceso.[12].
Podemos ver en esta lista que existe un interés especial en la producción de ciertos alimentos clave que China importa (soya, aceite de palma, lácteos) o se supone que va a importar más (maíz, trigo, arroz, carne) en un futuro cercano. Las empresas chinas están buscando establecer una presencia en centros ya conocidos de producción para las exportaciones (Estados Unidos, Argentina, Brasil, Indonesia, Australia, Nueva Zelanda) o en áreas que son de expansión agrícola porque sus bajos costos de producción la hacen candidatos ideales para la exportación (como África o Camboya). Y hay una tendencia por buscar sitios de producción de alimentos que se considera que siguen estándares de “sanidad alimentaria” mayores que los de China como Nueva Zelanda o Australia, donde las compañías chinas buscan producir leche en polvo para utilizarla en las fórmulas infantiles.
Tan sólo en Australia, las empresas chinas ya adquirieron cerca de un millón de hectáreas durante los últimos años para producir ganado y lácteos, y se informó que contratos valuados en 700 millones de dólares para la adquisición de propiedades rurales se estaban negociando en septiembre de 2015.[13] Varias compañías chinas también están haciendo ofertas en la licitación de la compañía de bienes raíces más grande de Australia, S Kidman&Co, que posee 11 millones de hectáreas en criaderos de ganado.[14] La oleada china por las granjas australianas está estrechamente conectado con los acuerdos de libre comercio firmados entre ambos países, que le otorgan protecciones a los inversionistas chinos y permiten mayores exportaciones de alimentos procedentes de Australia a China.
La escala de las nuevas inversiones chinas en el exterior en lo relacionado con tierras agrícolas a nivel global es claramente significativa, y está teniendo un impacto en los agricultores locales —de los productores australianos que se ven presionados para salirse de sus predios por el aumento en el precio de la tierra, a los campesinos de Mozambique que simplemente fueron expulsados de sus posesiones.[15]
Y más está por venir. El gobierno está preocupado por la excesiva dependencia del país hacia las corporaciones extranjeras de importación de alimentos y, como estrategia para contrarrestarlas, proporciona apoyo directo para fomentar que sus propias multinacionales alimentarias construyan la infraestructura y la logística de comercialización necesaria para garantizar acceso y control sobre las exportaciones-importaciones de comida.[16] Como muestra el caso de CITIC, gran parte de esos planes se desarrollan mediante fusiones, absorciones y empresas de riesgo conjunto con socios que son compañías extranjeras establecidas.
La empresa china que se ha movido más agresivamente en esta dirección es China National Cereals, Oils and Foodstuffs Corporation Group (COFCO), corporación estatal que es la más grande fabricante, procesadora y comercializadora de alimentos de China.
“Nuestra especialidad es todo aquello que China consuma más o aquello que más necesite traer de afuera”, dice Frank Ning, presidente de COFCO.[17]
Recientemente COFCO adquirió acciones que le dan el control de Nidera de Holanda y Noble de Singapur, dos de las comercializadoras de granos y oleaginosas más grandes del Cono Sur de América Latina. Noble es también un jugador importante en el comercio de la palma aceitera procedente de Indonesia. Las adquisiciones recibieron respaldo de un fondo soberano estatal de inversión chino, el China Investment Corp (CIC), y fue posible gracias a una inyección previa, que otorgara en 2013 el China Development Bank por un monto en efectivo de 4 millones 700 mil dólares.[18]
Pero COFCO también ha buscado alianzas con jugadores financieros extranjeros para promover su expansión. En casa, COFCO vendió una tajada importante de su subsidiaria relacionada con carne, una de las más grande de China a una firma de capitales de inversión con sede en Estados Unidos, KKR, para reunir fondos para la construcción de sus mega granjas industriales de cerdos. KKR tiene también una sociedad con el principal productor de lácteos chino, China Modern Dairy, para la construcción de mega-granjas lecheras.[19]
Del mismo modo, cuando Shuanghui International, subsidiaria de WH Group de China, absorbió en 2013 al productor de puerco más grande del mundo, Smithfield Foods de Estados Unidos, el trato lo financió un préstamos de 4 mil millones de dólares del Bank of China y fue financiado en parte también por la firma financiera de Wall Street Goldman Sachs y por un fondo soberano estatal de Singapur, Temasek Holdings.[20]
Los planes de expansión de New Hope, coordinado desde sus oficinas en Singapur, están financiados mediante sus asociaciones con el Banco Mundial, un fondo soberano estatal de inversión de Singapur y varios comerciantes transnacionales de granos, notablemente Mitsui y Marubeni de Japón y ADM de Estados Unidos.[21]
Para ponerle una cifra a toda esta actividad: se dice que la inversión agrícola de las compañías chinas en el extranjero ya rebasó los 43 mil millones de dólares en los últimos diez años.[22]
Los agronegocios chinos versus la soberanía alimentaria
China ya experimentó la más enorme y rápida migración del campo a la ciudad en su historia. Sin embargo, es poco probable que el sector manufacturero de China pueda continuar absorbiendo esta migración y ahora hay movimientos de trabajadores que están retornando al campo. El actual viraje hacia los agronegocios significa que les será mucho más difícil sobrevivir en casa, dado que sus tierras ya fueron acaparadas por los establecimientos grandes, los mercados para sus productos frescos están controlados por poderosos minoristas y compañías alimentarias, y la polución de su ambiente debido a los plaguicidas y fertilizantes químicos, más el desperdicio de los criaderos industriales hacen la vida imposible.[23]
Estos desarrollos en la China rural coinciden con una expansión de las agroempresas y compañías de alimentos chinas hacia otros países, donde los campesinos y pequeños agricultores también batallan por mantener el acceso a sus tierras.
Las empresas chinas, por supuesto, no se comportan distinto a las empresas de agronegocios de otros países. De hecho, es común que cooperen con las corporaciones extranjeras financieras, de alimentos, de agronegocios. Y éste es precisamente el problema. Con suma rapidez, China se volvió una nueva e importante fuente de expansión para los agronegocios —lo que funciona directamente contra los intereses del campesinado y sus sistemas alimentarios locales en China y por todo el mundo.
Aqui pueden bajar el Anexo (en inglés): Overseas large-scale farmland acquisitions for food production made by Chinese companies since 2006.
Los últimos años han sido horribles para los pequeños productores de lácteos en China. La demanda de una producción doméstica se colapsó debido a los escándalos por la contaminación de la leche, con la que no tuvieron nada que ver, y los precios de la leche se desplomaron por debajo de los costos de producción. Muchos campesinos están tomando la decisión de sacrificar a sus vacas, pero incluso este acto desesperado rara vez los salva de la bancarrota.[1]
No puede decirse lo mismo de las grandes compañías productoras de lácteos en China. Estos son buenos tiempos para empresas como New Hope Group y Bright Foods. Mientras ahogan a los granjeros y campesinos chinos con los bajos precios para su leche, utilizan las ganancias para establecer sus propias mega granjas en China y en el extranjero, en especial en Nueva Zelanda y Australia, de donde pueden exportar leche en polvo de vuelta a China bajo los tratados de libre comercio y comercializarla como “segura”.[2]
Liu Yonghao, el presidente del gigante de los agronegocios chino, New Hope Group, es emblemático de los nuevos líderes empresariales de China. Aprovechando la crisis lechera que afecta a los campesinos chinos, la convirtió en oportunidad para su compañía y estableció una alianza para adquirir granjas lecheras australianas junto con dos de las mayores familias de la industria de los lácteos en Australia.[3] Su empresa conjunta comenzará con la construcción de la primera granja lechera con 10 mil cabezas de ganado, para después construir dos granjas de 10 mil cabezas más durante los siguientes 10 años.
Esta misma historia se repite con otros alimentos en China. El flujo de importaciones de soya y aceite de palma, que fue posible con el acceso de China a la organización Mundial de Comercio, alimentó el crecimiento de compañías productoras de comida procesada, criaderos industriales corporativos para aves y cerdos. Las compañías transnacionales como Cargill, Wilmar y Charoen Pokphand lucraron muchísimo con estos cambios; el campesinado chino quedó diezmado.[4] Muchas empresas chinas también cerraron, pero algunas emergieron más fuertes y, con el respaldo del Estado, se han movido agresivamente para establecer cadenas globales de abastecimiento e incluso sus propias fincas en China y en el extranjero (ver la Tabla 1). Los impactos de estos cambios se extienden mucho más allá de la China continental y afectan al campesinado en todo el planeta.
Las “granjas familiares” desplazan a familias campesinas
La seguridad alimentaria siempre ha sido la máxima prioridad de los gobernantes chinos. Hasta hace muy poco tiempo esto significaba garantizar que se produjera en China la suficiente comida para alimentar a la población entera, y esta tarea recaía casi por entero en el campesinado chino.
A lo largo de los últimos veinte años, sin embargo, el gobierno ha virado su aproximación a la seguridad alimentaria, rompiendo gradualmente con las antiguas políticas de autosuficiencia. Parte de este ímpetu vino cuando el gobierno abrazó los tratados de libre comercio que obligaron a China a permitir la importación de ciertos alimentos al país. Pero el gobierno también buscó crear sus propias políticas internas destinadas a desplazar la producción alimentaria, de las fincas campesinas a establecimientos comerciales más grandes, además de sacar la asistencia y las compras públicas de manos del Estado para entregarlas a los agronegocios y las corporaciones alimentarias.[5]
Este año, el gobierno estableció una tercera ronda de políticas de ajuste para el sector agrícola en donde dice que mejorará ciertos esfuerzos previos para reformar los predios agrarios, consolidará las fincas y desarrollará cadenas de abastecimiento corporativo para los insumos (semillas, maquinaria) y los productos (los alimentos).[6] También impulsará políticas y programas para fomentar las llamadas “empresas cabezas de dragón”, especializadas en integrar verticalmente las cadenas de abastecimiento, e impulsar que las compañías industriales y comerciales se involucren directamente en la producción agrícola.[7] Los efectos de este viraje, del respaldo estatal al imperio de los agronegocios están más avanzados en lo tocante a la producción de carne. Hace veinte años, los cultivos de traspatio abastecían el 80% del puerco; hoy, son las grandes granjas, más especializadas y los masivos criaderos industriales quienes producen 80% del puerco.[8]
Uno de los fundamentos de esta nueva política estatal de China hacia su agricultura es apoyar la transferencia de tierras, de las fincas campesinas a los establecimientos mayores, que el gobierno califica, irónicamente, de fincas familiares”. Las “fincas familiares” de China tienen en promedio 27 veces más tierra que una familia campesina típica y hacia fines de 2012 ya había alrededor de 877 mil de ellas, y cubrían 11 millones 700 mil hectáreas de tierra.[9]
Sin embargo, las leyes chinas siguen evitando que los campesinos vendan sus tierras, así que las transferencias son por “derecho de uso”, organizadas mediante varios mecanismos, de los que tal vez el más importante es un fideicomiso de circulación de tierras. Con este mecanismo, una compañía establece un fideicomiso para adquirir múltiples derechos de uso de tierras de manos de los agricultores de determinada área, identifica las entidades interesadas en las tierras, y luego hace arreglos para que las tierras les sean arrendadas a estas entidades. El fideicomiso es como un banco donde los campesinos depositan sus derechos agrarios para que éste los rente a su vez a operaciones agrícolas muchísimo mayores.[10]
La primera compañía que saltó al negocio del fideicomiso fue la empresa financiera CITIC, propiedad del Estado. Su fundador es el antiguo vice-presidente de China, Rong Yiren —uno de los hombres más ricos de Asia y uno de los políticos que fueron los principales responsables de la apertura de la economía del país a la inversión extranjera. Los fideicomisos de circulación de tierras del CITIC se realizan en sociedad con la corporación alemana de semillas y plaguicidas, Bayer CropSciences, e integran los productos de Bayer a los establecimientos agrícolas consolidados que ellos administran.
El proyecto de fideicomiso agrario de CITIC y Bayer en la provincia de Anhui en el oriente de China, implica la transferencia de 2 mil 100 hectáreas de tierra de cultivo, de los agricultores locales —que se supone obtendrán un pago anual promedio de 700-800 yuan [112-128 dólares] por agricultor. El gobierno chino utiliza el proyecto como un plan piloto para un programa nacional, lanzado en 2015, que registrará los derechos contractuales de 200 millones de fincas rurales por toda la tierra arable de la nación, lo que pavimentará el camino para transferencias ulteriores. Según el ministerio de Agricultura chino, los derechos de uso de 25 millones de hectáreas de tierra arable ya fueron transferidos —más de una cuarta parte del total de tierras que estaba en manos campesinas.[11]
Otras grandes empresas han seguido el camino de CITIC y Bayer en el negocio de los fideicomisos de tierras. Esto incluye a la mayor comercializadora de granos china, COFCO, la semillera estadounidense Pioneer e incluso la mayor empresa de compra venta por internet, Alibaba.
“Globalizarse”, la inversión en los agronegocios en el extranjero
En noviembre de 2014, la prensa china informó que CITIC invertiría 5 mil millones de dólares para desarrollar operaciones agrícolas en 500 mil hectáreas de tierras en Angola. La compañía ha desarrollado dos operaciones de 10 mil hectáreas en el país y ahora negocia con el gobierno una tercera operación de 30 mil hectáreas. El anuncio llegó más o menos en el momento en que dos de las más grandes compañías alimentarias de Asia, Itochu de Japón y Charoen Pokphand de Tailandia, anunciaran un acuerdo por el cual adquirirían una porción combinada de 20% de CITIC, por el equivalente a 10 mil millones de dólares.
Los dos tratos revelan mucho acerca de la dirección que asumen las políticas de seguridad alimentaria en China. Por un lado, nos da un ejemplo de la cercana integración entre las compañías chinas que encabezan la transformación del ámbito rural chino y sus contrapartes extranjeras que ya dominan el comercio global de alimentos. Por otra parte, resalta el interés que tienen las empresas chinas en establecer un control sobre algún monto de la producción de alimentos fuera del país, para poder enviar alimentos de regreso a casa.
GRAIN reunió la información disponible en el sitio electrónico farmlandgrab.org, hasta agosto de 2015, para crear una base de datos de las adquisiciones chinas relacionadas con la producción alimentaria a gran escala en el extranjero (ver Anexo -Inglés). Identificamos 61 tratos de tierras en 31 países que cubren 3 millones 325 mil hectáreas que ya se concluyeron o están en proceso.[12].
Podemos ver en esta lista que existe un interés especial en la producción de ciertos alimentos clave que China importa (soya, aceite de palma, lácteos) o se supone que va a importar más (maíz, trigo, arroz, carne) en un futuro cercano. Las empresas chinas están buscando establecer una presencia en centros ya conocidos de producción para las exportaciones (Estados Unidos, Argentina, Brasil, Indonesia, Australia, Nueva Zelanda) o en áreas que son de expansión agrícola porque sus bajos costos de producción la hacen candidatos ideales para la exportación (como África o Camboya). Y hay una tendencia por buscar sitios de producción de alimentos que se considera que siguen estándares de “sanidad alimentaria” mayores que los de China como Nueva Zelanda o Australia, donde las compañías chinas buscan producir leche en polvo para utilizarla en las fórmulas infantiles.
Tan sólo en Australia, las empresas chinas ya adquirieron cerca de un millón de hectáreas durante los últimos años para producir ganado y lácteos, y se informó que contratos valuados en 700 millones de dólares para la adquisición de propiedades rurales se estaban negociando en septiembre de 2015.[13] Varias compañías chinas también están haciendo ofertas en la licitación de la compañía de bienes raíces más grande de Australia, S Kidman&Co, que posee 11 millones de hectáreas en criaderos de ganado.[14] La oleada china por las granjas australianas está estrechamente conectado con los acuerdos de libre comercio firmados entre ambos países, que le otorgan protecciones a los inversionistas chinos y permiten mayores exportaciones de alimentos procedentes de Australia a China.
La escala de las nuevas inversiones chinas en el exterior en lo relacionado con tierras agrícolas a nivel global es claramente significativa, y está teniendo un impacto en los agricultores locales —de los productores australianos que se ven presionados para salirse de sus predios por el aumento en el precio de la tierra, a los campesinos de Mozambique que simplemente fueron expulsados de sus posesiones.[15]
Y más está por venir. El gobierno está preocupado por la excesiva dependencia del país hacia las corporaciones extranjeras de importación de alimentos y, como estrategia para contrarrestarlas, proporciona apoyo directo para fomentar que sus propias multinacionales alimentarias construyan la infraestructura y la logística de comercialización necesaria para garantizar acceso y control sobre las exportaciones-importaciones de comida.[16] Como muestra el caso de CITIC, gran parte de esos planes se desarrollan mediante fusiones, absorciones y empresas de riesgo conjunto con socios que son compañías extranjeras establecidas.
La empresa china que se ha movido más agresivamente en esta dirección es China National Cereals, Oils and Foodstuffs Corporation Group (COFCO), corporación estatal que es la más grande fabricante, procesadora y comercializadora de alimentos de China.
“Nuestra especialidad es todo aquello que China consuma más o aquello que más necesite traer de afuera”, dice Frank Ning, presidente de COFCO.[17]
Recientemente COFCO adquirió acciones que le dan el control de Nidera de Holanda y Noble de Singapur, dos de las comercializadoras de granos y oleaginosas más grandes del Cono Sur de América Latina. Noble es también un jugador importante en el comercio de la palma aceitera procedente de Indonesia. Las adquisiciones recibieron respaldo de un fondo soberano estatal de inversión chino, el China Investment Corp (CIC), y fue posible gracias a una inyección previa, que otorgara en 2013 el China Development Bank por un monto en efectivo de 4 millones 700 mil dólares.[18]
Pero COFCO también ha buscado alianzas con jugadores financieros extranjeros para promover su expansión. En casa, COFCO vendió una tajada importante de su subsidiaria relacionada con carne, una de las más grande de China a una firma de capitales de inversión con sede en Estados Unidos, KKR, para reunir fondos para la construcción de sus mega granjas industriales de cerdos. KKR tiene también una sociedad con el principal productor de lácteos chino, China Modern Dairy, para la construcción de mega-granjas lecheras.[19]
Del mismo modo, cuando Shuanghui International, subsidiaria de WH Group de China, absorbió en 2013 al productor de puerco más grande del mundo, Smithfield Foods de Estados Unidos, el trato lo financió un préstamos de 4 mil millones de dólares del Bank of China y fue financiado en parte también por la firma financiera de Wall Street Goldman Sachs y por un fondo soberano estatal de Singapur, Temasek Holdings.[20]
Los planes de expansión de New Hope, coordinado desde sus oficinas en Singapur, están financiados mediante sus asociaciones con el Banco Mundial, un fondo soberano estatal de inversión de Singapur y varios comerciantes transnacionales de granos, notablemente Mitsui y Marubeni de Japón y ADM de Estados Unidos.[21]
Para ponerle una cifra a toda esta actividad: se dice que la inversión agrícola de las compañías chinas en el extranjero ya rebasó los 43 mil millones de dólares en los últimos diez años.[22]
Los agronegocios chinos versus la soberanía alimentaria
China ya experimentó la más enorme y rápida migración del campo a la ciudad en su historia. Sin embargo, es poco probable que el sector manufacturero de China pueda continuar absorbiendo esta migración y ahora hay movimientos de trabajadores que están retornando al campo. El actual viraje hacia los agronegocios significa que les será mucho más difícil sobrevivir en casa, dado que sus tierras ya fueron acaparadas por los establecimientos grandes, los mercados para sus productos frescos están controlados por poderosos minoristas y compañías alimentarias, y la polución de su ambiente debido a los plaguicidas y fertilizantes químicos, más el desperdicio de los criaderos industriales hacen la vida imposible.[23]
Estos desarrollos en la China rural coinciden con una expansión de las agroempresas y compañías de alimentos chinas hacia otros países, donde los campesinos y pequeños agricultores también batallan por mantener el acceso a sus tierras.
Las empresas chinas, por supuesto, no se comportan distinto a las empresas de agronegocios de otros países. De hecho, es común que cooperen con las corporaciones extranjeras financieras, de alimentos, de agronegocios. Y éste es precisamente el problema. Con suma rapidez, China se volvió una nueva e importante fuente de expansión para los agronegocios —lo que funciona directamente contra los intereses del campesinado y sus sistemas alimentarios locales en China y por todo el mundo.
Aqui pueden bajar el Anexo (en inglés): Overseas large-scale farmland acquisitions for food production made by Chinese companies since 2006.
Fuente: GRAIN
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Tabla 1. Algunas de las compañías de agronegocios más importantes de China
Agria Corp: Implicada sobre todo en semillas, fertilizantes y servicios rurales. Es propietaria de PGG Wrightson de Nueva Zelanda, de Agrocentro Uruguay y de la compañía semillera y cerealera más grande de Australia, Grainland Moree Pty Ltd.
Chongqin Grain Group (CGG): Una corporación estatal, destinó set 3 mil 400 millones de dólares para expandirse en el extranjero en un establecimiento con 200 mil hectáreas de soja en Brasil, una finca de 130 mil hectáreas de soja en la provincia del Chaco en Argentina, más otras operaciones en Canadá, Australia, Camboya y Malasia. No obstante, todas estas operaciones se congelaron y después se abandonaron.
CITIC: Es una compañía financiera propiedad del Estado, activa en financiar transferencias de tierra en China y en la adquisición de tierras en el extranjero, sobre todo para establecer plantaciones de palma aceitera en Indonesia y un proyecto agrícola masivo, de 500 mil hectáreas, en Angola. En 2014, Itochu de Japón y Charoen Pokphand de Tailandia, adquirieron de forma combinada una tajada de 20% de CITIC.
China National Cereals, Oils and Foodstuffs Corporation Group (COFCO): Es el fabricante, procesador y comercializador de alimentos más grande de China. Además del negocio de la comida, COFCO se ha desarrollado como un conglomerado diverso, que cultiva, procesa, financia, almacena, transporta, mantiene instalaciones portuarias, tiene hoteles y agencias de bienes raíces. Desde que adquirió en 2014 acciones que le permiten controlas a dos de los comerciantes de granos más grandes del mundo, Nidera and Noble, COFCO es ahora uno de los comerciantes de granos más grandes del mundo sobre todo en el Cono Sur de América Latina.
Heilongjiang Beidahuan: Es la empresa agrícola más grande de China, con actividades que abarcan el cultivo de arroz, la producción de harina, aceite, productos lácteos, el puerco y las patatas. Esta empresa estatal maneja casi 3 millones de hectáreas de tierras de cultivo, 920 mil hectáreas de bosques, y 350 mil hectáreas of pastizal en la provincia de Heilongjiang. En el extranjero, ambiciona tierras en Argentina Filipinas, Australia y, potencialmente, en Rusia.
New Hope Group (NHG): Es la empresa privada de agronegocios más grande de China, con más de 400 diferentes subsidiarias y más de 80 mil empleados en China y el extranjero. Es el mayor productor de piensos y el mayor abastecedor de lácteos, huevos y productos de cárneos en China. Ha instalado más de 20 plantas de piensos animales y granjas avícolas en el Sureste asiático, incluidas Filipinas, Indonesia, Camboya y Singapur, y espera establecer operaciones en otros continentes. Sus planes de expansión en el extranjero son financiados por el Banco Mundial, el fondo estatal soberano de, Singapur, Temasek y varios comerciantes transnacionales de granos, en particular Mitsui y Marubeni de Japón y ADM de EUA.
Shanghai PengXin: Es un conglomerado activo en bienes raíces, agronegocios, minería infraestructura y finanzas. Estableció una finca de soja en Bolivia en 2005 y ha comprado o está en proceso de comprar numerosas granjas lecheras en Nueva Zelanda y Australia.
WH Group of China: Es la compañía porcícola más grande del mundo, con instalaciones en China, EUA y mercados clave en Europa. Es dueña de Smithfield Foods de EUA y del productor principal de cerdo en China (Shuanghui Development). En 2013, WH Group registró ventas por más de 20 mil millones de dólares.
Notas:
1 Smart Agriculture Analytics, “Shandong, Shaanxi and other regions still slaughtering dairy herds; milk cheaper than water” http://www.dairyfoods.com/articles/91176-dairy-news-from-china-milk-prices-fall-farmers-cull-herds-tibetan-dairy-is-worlds-highest-new-bright-dairy-plant-to-process-1500-tons-daily.
2 Research and Market. Research report on China dairy industry, 2015-2019. Julio, 2015. http://www.researchandmarkets.com/research/zbkchn/research_report
3 Damon Kitney, “China’s Liu Yonghao New Hope door to Australian dairy”. The Australian, agosto, 2015. http://www.theaustralian.com.au/business/in-depth/chinas-liu-yonghao-new-hope-door-to-australian-dairy/story-fni2wt8c-1227468594353
4 GRAIN, “¿Quién alimentará a China: los agronegocios o sus propios agricultores? Las decisiones en Beijing repercuten alrededor del mundo”, Agosto, 2012: https://www.grain.org/article/entries/4559-quien-alimentara-a-china-los-agronegocios-o-sus-propios-agricultores-las-decisiones-en-beijing-repercuten-alrededor-del-mundo
5 Wang Tao, “China wants to deepen overall reforms”, China Daily, noviembre, 2013: http://europe.chinadaily.com.cn/opinion/2013-11/14/content_17104733.htm; Ministry of Agriculture of the People’s Republic of China. Febrero de 2015. Interpretación de “Guidelines on further adjust and optimize the agricultural structure” (en chino). http://www.moa.gov.cn/zwllm/zwdt/201502/t20150210_4403210.htm
6 “Li Keqiang: The evolution of the modern agriculture industry”, Chinese Government Network, 25 July 2015 (en chino), http://www.gov.cn/xinwen/2015-07/25/content_2902475.htm
7 Yan Hairong. Agrarian Capitalization without Capitalism?: Capitalist Dynamics from Above and Below in China. Journal of Agrarian Change, julio 2015. http://www.iss.nl/fileadmin/ASSETS/iss/Research_and_projects/Research_networks/LDPI/CMCP_65-Yan___Chen.pdf
8 GRAIN, op.cit.
9 MOFCOM (Ministry of Commerce), ‘Nongyebu: jiating nongchang 87.7 wan ge (Ministry of Agriculture: Family Farms 877000)’, 9 de junio, http://nc.mofcom.gov.cn/articlexw/xw/gnyw/201406/18719552_1.html; Reuters, China to focus on family farms in drive to commercialise. 27 de febrero, 2014. http://www.scmp.com/news/china/article/1436429/china-focus-family-farms-drive-commercialise
10 GRAIN, “La contra-reforma agraria en Asia: nuevas leyes le arrebatan la tierra a los campesinos” 30 de abril, 2015: https://www.grain.org/es/article/entries/5214-la-contra-reforma-agraria-en-asia-nuevas-leyes-le-arrebatan-la-tierra-a-los-campesinos
11 Ibidem.
12 Otros numerosos tratos que se anunciaron y que son parte de la base de datos publicada por GRAIN en 2012 ya fueron abandonados y no se incluyen en la tabla. Ver “GRAIN publica conjunto de datos con más de 400 acaparamientos de tierra agrícolas a nivel mundial”, marzo de 2012: https://www.grain.org/es/article/entries/4481
13 La cifra de 700 millones de dólares, incluye la compra hecha en octubre de la compañía de lácteos más grande de Australia. Ver “Chinese buy nation’s largest dairy, Van Diemen’s Land Company,” The Australian, 13 de octubre, 2015: http://www.theaustralian.com.au/business/companies/chinese-buy-nations-largest-dairy-van-diemens-land-company/story-fn91v9q3-1227566733334. Ver Lisa Murray Matthew Cranston, “Chinese investors on buying spree,” Financial Review, 28 de septiembre, 2015: http://farmlandgrab.org/25345
14 Lisa Murray Matthew Cranston, “China's Donlinks Grain & Oil Co Ltd bids for S.Kidman & Co,” Financial Review, 1 de octubre, 2015: http://farmlandgrab.org/25361
15 Ver “Foreign investors on hunt for Aussie farms,” Sunday Night, 5 de julio, 2015: https://au.news.yahoo.com/sunday-night/features/a/28634435/foreign-investors-on-hunt-for-aussie-farms/?cmp=fb; “China accused of stealth land grab over Mozambique's great rice project,” Ecologist, noviembre 2013: http://farmlandgrab.org/22864#sthash.kJs7LdyK.dpuf
16 China firmó un trató con Brasil en mayo de 2015 para entregarle 50 mil millones de dólares para la construcción de una línea ferroviaria entre la costa atlántica de Brasil y la costa pacífica de Perú para reducir el costo de las exportaciones a China, en particular soja y otras materias primas alimentarias. http://www.bbc.co.uk/news/business-32747454
17 Margaret Myers. China’s agriculture investment in Latin America. 2013. Inter-american dialogue. http://www.bu.edu/pardeeschool/files/2014/12/Margaret-Myers-Lecture1.pdf
18 COFCO gets 30b yuan loan from CDB. China Daily, 26 de febrero, 2013. http://www.chinadaily.com.cn/business//////2013-02/26/content_16259274.htm; “China's COFCO, CIC to set up venture to run agricultural businesses,” Reuters, 12 de mayo de 2015: http://farmlandgrab.org/24891
19 KKR backs Cofco drive to ramp up China hog output,” APK, 6 June 2015: http://farmlandgrab.org/post/view/23591
20 Smithfield Foods – Shuanghui International: The biggest Chinese acquisition that isn't,” Ciajing, junio 2013: http://farmlandgrab.org/22155
21 IFC Partners with New Hope to Boost Agribusiness in South and Southeast Asia”, 9 junio 2015: http://ifcextapps.ifc.org/ifcext%5CPressroom%5CIFCPressRoom.nsf%5C0%5CD1F0E4AB4BF5725985257E6000302C48; “New Hope and Marubeni join for overseas expansion,” All about feed, 23 de enero, 2012: http://farmlandgrab.org/19927 ; “China's New Hope to set up overseas investment fund,” Reuters, 16 de noviembre, 2011: http://farmlandgrab.org/19617
22 American Enterprise Institute. “China global investment tracker”, 2015. https://www.aei.org/china-global-investment-tracker/
23 Los impactos de los criaderos industriales pueden verse en el recuadro escrito por Mindi Schneider en GRAIN, “¿Quién alimentará a China: los agronegocios o sus propios agricultores? Las decisiones en Beijing repercuten alrededor del mundo”, agosto 2012: https://www.grain.org/es/article/entries/4559; otro ejemplo de los problemas ambientales que encara la agricultura china es la contaminación del suelo. Ver “Soil pollution survey finally announced”, Dim Sums, abril 2014: http://dimsums.blogspot.co.id/2014/04/soil-pollution-survey-finally-announced.html
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