Por FECON
Un importante grupo de guardaparques y aliados se estará movilizando en horas del mediodía a los tribunales Golfito donde se presentará la apelación que condena a un guardaparques por reprimir un intento de delito manifiesto (apropiarse de nidadas de huevos de tortuga) y reconocido en el mismo estrado judicial, realizado de parte de una persona dos veces detenidas dentro del Parque Nacional Corcovado por orería.
El sistema judicial no sólo no ha querido entender, como sistema, la cosa ambiental sino que además ha comenzado a actuar contra ella con esta sentencia donde también están condenando los esfuerzos de conservación que se realizan en el país.
Para FECON esta sentencia consolida la impunidad penal-ambiental marcada por la liberación de los hueveros asesinos confesos de ambientalista Jairo Mora. Sería increíble que el sistema favoreciera a los victimarios de las tortugas y no a los defensores, pero es lo que sucede. Guste a quien guste, sea un defensor civil o un defensor investido de autoridad de policía, los victimarios de las tortugas, especies en procesos de extinción, son favorecidos por la justicia.
En el expediente del caso consta la declaración del huevero que falleciera 4 años y un mes (23/10/2013) después de tener el encuentro con un operativo del MINAE/ACOSA/SINAC donde estaba el guardaparque Steller, en cumplimiento de su deber y hoy condenado a 12 años de prisión. Dice expresamente: “Estábamos buscando huevos de tortuga, como no había nos regresamos, frente o más bien al final del Aeropuerto de playa Karate (sic) nos topamos dos guardas del Parque Nacional Corcovado”. La declaración tiene la firma de un Fiscal de la República.
Los ambientalistas se preguntan : ¿Será que el Fiscal del caso, al igual que la Jueza que dictara la sentencia no sabe que la Ley de Protección, Conservación y Recuperación de las Poblaciones de Tortugas Marinas estableció como delito matar, cazar, capturar, destazar, trasegar o comerciar productos o subproductos de tortugas marinas? ¿Será que no se han enterado que Jairo Mora murió en manos de una banda de hueveros y que fueron liberados impunemente por errores de la Fiscalía?
Si uno abre el expediente del caso Steller, puede concluir en menos de dos minutos al leer la declaración del huevero acusador de que “estábamos intentando cometer un delito, no lo logramos y cuando salíamos nos encontramos con los guardaparques”… Más adelante en la misma declaración señala que no quiso mostrarle el contenido de su bolso “porque no andaba nada que me comprometiera”.
Posteriormente en el expediente el guardaparques condenado y su compañero presente en el acto dicen que los hueveros (eran 3 hombres y una mujer) arremetieron contra ellos volando machetazos, los tres contra los Guardaparques por más de 50 metros hasta que cayó el huevero al que el Policía le dio un tiro, luego de disparar hacia el suelo en advertencia, una vez.
El huevero dice que lo dejaron tirado a la buena de Dios y los reportes de otros Guardaparques y de Hoteles de la zona es que Steller fue a buscar ayuda y que una de sus solicitudes fue atendida por alguien que trasladó en carro al huevero al EBAIS o a la ambulancia que llamaran quienes cooperaron con los Guardaparques implicados. El otro guardaparques que realizaba el operativo y que también estaba armado enfrentando los machetazos no pudo disparar su fusil porque se “encasquilló” y fue absuelto en el proceso.
Ambos guardaparques presentaron la denuncia correspondiente, acusando a los cuatro hueveros de Amenaza a Funcionario Público, Agresión con Arma y Tentativa de Homicidio donde aclararon que los hueveros olían a guaro. Todos ellos fueron notificados y hasta ahí llegó ese proceso judicial.
Vale la pena señalar que el huevero que recibió el disparo ya había sido denunciado por otros funcionarios de ACOSA/SINAC/MINAE en dos ocasiones (16/7/08 y 24/8/08) por realizar orería dentro del Parque Nacional Corcovado y nunca fue condenado.
Para FECON esta sentencia consolida la impunidad penal-ambiental marcada por la liberación de los hueveros asesinos confesos de ambientalista Jairo Mora. Sería increíble que el sistema favoreciera a los victimarios de las tortugas y no a los defensores, pero es lo que sucede. Guste a quien guste, sea un defensor civil o un defensor investido de autoridad de policía, los victimarios de las tortugas, especies en procesos de extinción, son favorecidos por la justicia.
En el expediente del caso consta la declaración del huevero que falleciera 4 años y un mes (23/10/2013) después de tener el encuentro con un operativo del MINAE/ACOSA/SINAC donde estaba el guardaparque Steller, en cumplimiento de su deber y hoy condenado a 12 años de prisión. Dice expresamente: “Estábamos buscando huevos de tortuga, como no había nos regresamos, frente o más bien al final del Aeropuerto de playa Karate (sic) nos topamos dos guardas del Parque Nacional Corcovado”. La declaración tiene la firma de un Fiscal de la República.
Los ambientalistas se preguntan : ¿Será que el Fiscal del caso, al igual que la Jueza que dictara la sentencia no sabe que la Ley de Protección, Conservación y Recuperación de las Poblaciones de Tortugas Marinas estableció como delito matar, cazar, capturar, destazar, trasegar o comerciar productos o subproductos de tortugas marinas? ¿Será que no se han enterado que Jairo Mora murió en manos de una banda de hueveros y que fueron liberados impunemente por errores de la Fiscalía?
Si uno abre el expediente del caso Steller, puede concluir en menos de dos minutos al leer la declaración del huevero acusador de que “estábamos intentando cometer un delito, no lo logramos y cuando salíamos nos encontramos con los guardaparques”… Más adelante en la misma declaración señala que no quiso mostrarle el contenido de su bolso “porque no andaba nada que me comprometiera”.
Posteriormente en el expediente el guardaparques condenado y su compañero presente en el acto dicen que los hueveros (eran 3 hombres y una mujer) arremetieron contra ellos volando machetazos, los tres contra los Guardaparques por más de 50 metros hasta que cayó el huevero al que el Policía le dio un tiro, luego de disparar hacia el suelo en advertencia, una vez.
El huevero dice que lo dejaron tirado a la buena de Dios y los reportes de otros Guardaparques y de Hoteles de la zona es que Steller fue a buscar ayuda y que una de sus solicitudes fue atendida por alguien que trasladó en carro al huevero al EBAIS o a la ambulancia que llamaran quienes cooperaron con los Guardaparques implicados. El otro guardaparques que realizaba el operativo y que también estaba armado enfrentando los machetazos no pudo disparar su fusil porque se “encasquilló” y fue absuelto en el proceso.
Ambos guardaparques presentaron la denuncia correspondiente, acusando a los cuatro hueveros de Amenaza a Funcionario Público, Agresión con Arma y Tentativa de Homicidio donde aclararon que los hueveros olían a guaro. Todos ellos fueron notificados y hasta ahí llegó ese proceso judicial.
Vale la pena señalar que el huevero que recibió el disparo ya había sido denunciado por otros funcionarios de ACOSA/SINAC/MINAE en dos ocasiones (16/7/08 y 24/8/08) por realizar orería dentro del Parque Nacional Corcovado y nunca fue condenado.
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