Por Giorgio Trucchi | Rel-UITA
Colombia es uno de los países con mayor informalidad y desempleo en América Latina. De acuerdo con el senador Jorge Enrique Robledo, la política laboral del actual gobierno de Juan Manuel Santos y los que lo precedieron “profundiza formas precarias de contratación como la tercerización, creando inestabilidad y ausencia de derechos”.
Con la participación de una nutrida representación de organizaciones sindicales y expertos en asuntos laborales, se llevó a cabo este 24 de marzo, en un auditorio del Congreso de la República, el foro “Tercerización y Derechos Laborales”.
- Vea todas las intervenciones durante el Foro
Convocado por el senador del Polo Democrático Alternativo Jorge Enrique Robledo, el encuentro tenía como objetivo exponer las graves consecuencias que la política neoliberal ha causado en la estructura laboral del país, en la que sobresalen los altos niveles de informalidad y desempleo, ubicados entre los más altos de Latinoamérica.
“Las órdenes de prestación de servicios, la subcontratación de actividades misionales de los empleadores a través de intermediarios, junto a otras formas de contratación, están siendo usadas para pagar menores salarios y evadir las responsabilidades legales que se desprenden de un contrato laboral”, explica un comunicado de la oficina de prensa del senador Robledo.
Durante su intervención, el legislador polista dijo que estas relaciones laborales precarias van en contra de los derechos de los trabajadores y solo favorecen a las grandes transnacionales y monopolios, “que buscan en Colombia mano de obra barata sin pretender contribuir verdaderamente al desarrollo nacional”.
“Las órdenes de prestación de servicios, la subcontratación de actividades misionales de los empleadores a través de intermediarios, junto a otras formas de contratación, están siendo usadas para pagar menores salarios y evadir las responsabilidades legales que se desprenden de un contrato laboral”, explica un comunicado de la oficina de prensa del senador Robledo.
Durante su intervención, el legislador polista dijo que estas relaciones laborales precarias van en contra de los derechos de los trabajadores y solo favorecen a las grandes transnacionales y monopolios, “que buscan en Colombia mano de obra barata sin pretender contribuir verdaderamente al desarrollo nacional”.
¿Colombia es una democracia?
No, si hay tercerización y precarización laboral
Lo más elemental en una democracia es que las y los trabajadores tengan derecho a organizarse en sindicatos, a la negociación colectiva y a la huelga como herramienta para reivindicar derechos.
En Colombia, estos derechos son violentados sistemáticamente.
“A partir de 1990 y con la firma de los TLC, Colombia ha sufrido un retroceso atroz en el tema de los derechos laborales y sindicales. Hoy en día es más fácil organizar un grupo criminal que un sindicato, porque inmediatamente comienza la persecución a los trabajadores, cargas laborales injustas, despidos y hasta el asesinato de líderes sindicales.
Actualmente, Colombia es uno de los países más peligrosos para ser sindicalista”, expresó el senador.
Una de las formas más comunes para que los trabajadores no se organicen es la tercerización laboral.
“Se trata de un fraude legal y formal. Poner a un intermediario para evitar que exista una relación contractual directa entre empresa y trabajador tiene un solo propósito: impedir que las y los trabajadores se organicen.
De esa manera, el patrón consigue tener mano de obra más barata, con menos garantías y hasta puede someterla a tratos indignantes”, agregó Robledo.
Este escenario dramático muy poco tiene que ver con el significado intrínseco de “democracia”.
“En Colombia hay leyes que, pese a tener un carácter violatorio de la Constitución, amparan y promueven distintas formas de tercerización y expresan la voluntad de quienes nos han gobernado durante décadas.
Quiero dejarlo muy claro: independientemente de las lágrimas de cocodrilo y de la actitud farisaica de esta clase política y económica, la implementación de la tercerización y precarización laboral es una política del Estado colombiano”.
En este sentido, se preguntó, “¿es democrático un país donde los industriales, los banqueros, los comerciantes pueden tener sus organizaciones, mientras que los trabajadores no pueden organizarse? ¡Por supuesto que no!”
Voces de resistencia
Continuar en la lucha por los derechos
Durante la actividad, varios dirigentes sindicales compartieron con los presentes la situación de su organización.
“Para sentar al Ingenio Risaralda a dialogar y a acordar la contratación directa de los corteros de caña tuvimos que declarar una huelga indefinida y hasta sufrir la represión brutal de los aparatos del Estado.
La tercerización y el uso de diferentes formas de intermediación laboral no son más que instrumentos antidemocráticos para violentar y degradar derechos”, dijo a La Rel Arley Bonilla, presidente de la seccional La Virginia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria (Sintrainagro).
Bonilla coincidió en el hecho de que un país que niega a sus trabajadores el derecho a organizarse es un país antidemocrático, y llamó a sumar esfuerzos contra estas políticas violatorias del sentido más amplio de los derechos humanos.
Finalizando la actividad, el senador Robledo invitó a todos los colombianos a rechazar la tercerización y las diferentes formas de precarización laboral.
“Los trabajadores vienen siendo sometidos a unas condiciones feroces de explotación y maltrato laboral sumamente graves.
Desde el Polo Democrático Alternativo pretendemos visibilizar la grave situación que hoy viven estos cientos de miles de colombianos explotados por este fenómeno”, dijo.
Y concluyó: “Lo que hoy se contó por parte de los sectores sindicales es de la más absoluta gravedad y los colombianos deben enterarse de esta situación, que favorece a las grandes transnacionales que explotan a nuestros ciudadanos”.
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