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Por Rigoberto Palma | Diario CoLatino
El BCR estima un crecimiento de 2.2% en el Producto Interno Bruto a pesar de que la sequía afectó el 65% de la primera cosecha de granos básicos, la roya dañó el cultivo de café y las exportaciones de bienes disminuyeron debido a la crisis en Estados Unidos durante el primer semestre del año, donde El Salvador coloca el 45% de sus ventas externas.
En ese contexto adverso, un aumento de la producción de 2.2%, mayor al 1.7% del año pasado, es positivo. Dicho crecimiento fue ratificado por la CEPAL. Y no hay que olvidar que venimos de un descalabro económico dejado por el partido ARENA en 2009, cuando la producción nacional decreció -3.1%.
Aunque las finanzas públicas siguen deficitarias, el gobierno podría cerrar el año con un déficit menor al de 2013, pues sus ingresos crecieron 1% entre enero y octubre y su gasto disminuyó -0.8% en el mismo período debido a la política de austeridad.
Hasta noviembre la inflación era de 1.3%, menor al ajuste salarial de 4%. O sea, el salario real mejoró. Y como las remesas crecieron 7-5%, el consumo de la población fue mayor al de 2013. Además, como las importaciones de bienes se mantuvieron casi estancadas (0.8% de crecimiento), el mayor consumo se cubrió con producción nacional. Dicho de otra manera, la mayor demanda interna generada por el crecimiento del salario real y las remesas benefició a las empresas que producen para el mercado nacional.
La baja inflación muestra que la economía tiene equilibrio monetario. Ni hay exceso de circulante (dinero) ni exceso de producción con respecto al circulante. O sea, la oferta (producción más importaciones) está acorde con la demanda. La estabilidad monetaria también se expresa en la solidez del sistema bancario, cuya rentabilidad sigue creciendo y cuya la mora (préstamos no recuperados) no llega al 3% del financiamiento otorgado.
El desempleo disminuyó al 5.9% de la Población Económicamente Activa. En 2013 estaba en 6.1%. El subempleo se mantiene en alrededor de 35%.
En casi siente meses de gobierno se aprecia un rumbo positivo. La economía sigue creciendo, los ingresos del gobierno mejoraron un poco y su gasto bajó, la inflación se mantiene baja, los bancos están sólidos y el desempleo muestra una ligera disminución.
Hasta noviembre la inflación era de 1.3%, menor al ajuste salarial de 4%. O sea, el salario real mejoró. Y como las remesas crecieron 7-5%, el consumo de la población fue mayor al de 2013. Además, como las importaciones de bienes se mantuvieron casi estancadas (0.8% de crecimiento), el mayor consumo se cubrió con producción nacional. Dicho de otra manera, la mayor demanda interna generada por el crecimiento del salario real y las remesas benefició a las empresas que producen para el mercado nacional.
La baja inflación muestra que la economía tiene equilibrio monetario. Ni hay exceso de circulante (dinero) ni exceso de producción con respecto al circulante. O sea, la oferta (producción más importaciones) está acorde con la demanda. La estabilidad monetaria también se expresa en la solidez del sistema bancario, cuya rentabilidad sigue creciendo y cuya la mora (préstamos no recuperados) no llega al 3% del financiamiento otorgado.
El desempleo disminuyó al 5.9% de la Población Económicamente Activa. En 2013 estaba en 6.1%. El subempleo se mantiene en alrededor de 35%.
En casi siente meses de gobierno se aprecia un rumbo positivo. La economía sigue creciendo, los ingresos del gobierno mejoraron un poco y su gasto bajó, la inflación se mantiene baja, los bancos están sólidos y el desempleo muestra una ligera disminución.
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