Representantes de organizaciones de solidaridad con Nicaragua de diversos países europeos se reunirán este segundo fin de semana de septiembre en Barcelona, España.
El objetivo de esta reunión en Cataluña es preparar los contenidos para el Segundo Encuentro de Solidaridad Europeo con la Revolución Sandinista, que se realizará entre el 21 y 23 de noviembre próximo en Roma, Italia.
Todo este proceso tiene como perspectiva relanzar activamente el movimiento solidario con el proceso nicaragüense. En octubre del 2013 se había realizado un Primer Encuentro Europeo de Solidaridad en la ciudad catalana de Arbucies con la participación de representantes de España, Italia, Bélgica, Suiza, Suecia, Dinamarca y Austria. El principal acuerdo resultante fue el de reforzar la solidaridad y avanzar en una mejor coordinación continental.
La solidaridad con Nicaragua, así como con El Salvador y Guatemala, constituyó uno de los movimientos más dinámicos en Europa en los años setenta y ochenta.
Dicha dinámica continental decayó luego de la derrota electoral sandinista en el año 1990. Sin embargo, numerosos comités, hermanamientos, asociaciones y agrupamientos continuaron a impulsar, localmente, relaciones activas con Nicaragua.
En Suiza, por ejemplo, siguen todavía trabajando activamente el Hermanamiento entre la ciudad de Delémont y La Trinidad, en Estelí. Así como el hermanamiento entre la ciudad bernesa de Bienne y su homóloga de San Marcos en Carazo. En Ginebra actúa la Asociación de Solidaridad con Nicaragua y El Salvador. En el Ticino (cantón suizo de habla italiana) la Asociación Ayuda Médica para América Central (AMCA) dinamiza la solidaridad. Mientras que en Zúrich, se mantiene activo el Secretariado para América Central (ZAS). Numerosas organizaciones no gubernamentales suizas (ONG) continúan apoyando con proyectos o cooperantes a contrapartes nicaragüenses.
En estos últimos años nuevos actores solidarios han aparecido en la escena. Desde 2013 existe ALBA /Suiza, una asociación de apoyo a los gobiernos progresistas latinoamericanos, en general, y al proceso bolivariano de Venezuela, en particular.
En ese contexto el segundo Encuentro de Solidaridad Europea convocado para la tercera semana de noviembre en Roma adquiere una particular relevancia, así como la reunión preparatoria de este fin de semana en Barcelona.
La solidaridad con Nicaragua, así como con El Salvador y Guatemala, constituyó uno de los movimientos más dinámicos en Europa en los años setenta y ochenta.
Dicha dinámica continental decayó luego de la derrota electoral sandinista en el año 1990. Sin embargo, numerosos comités, hermanamientos, asociaciones y agrupamientos continuaron a impulsar, localmente, relaciones activas con Nicaragua.
En Suiza, por ejemplo, siguen todavía trabajando activamente el Hermanamiento entre la ciudad de Delémont y La Trinidad, en Estelí. Así como el hermanamiento entre la ciudad bernesa de Bienne y su homóloga de San Marcos en Carazo. En Ginebra actúa la Asociación de Solidaridad con Nicaragua y El Salvador. En el Ticino (cantón suizo de habla italiana) la Asociación Ayuda Médica para América Central (AMCA) dinamiza la solidaridad. Mientras que en Zúrich, se mantiene activo el Secretariado para América Central (ZAS). Numerosas organizaciones no gubernamentales suizas (ONG) continúan apoyando con proyectos o cooperantes a contrapartes nicaragüenses.
En estos últimos años nuevos actores solidarios han aparecido en la escena. Desde 2013 existe ALBA /Suiza, una asociación de apoyo a los gobiernos progresistas latinoamericanos, en general, y al proceso bolivariano de Venezuela, en particular.
En ese contexto el segundo Encuentro de Solidaridad Europea convocado para la tercera semana de noviembre en Roma adquiere una particular relevancia, así como la reunión preparatoria de este fin de semana en Barcelona.
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