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Por Verdad Digital
Los firmantes de los Acuerdos de Paz en 1992, Nidia Díaz, Francisco Jovel y Oscar Santamaría, dieron sus valoraciones a la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Legislativa sobre la ratificación del Estatuto de Roma. Los dos primeros dieron su visto bueno al tratado, mientras que Santamaría hizo dos recomendaciones a los diputados para que la tomen en cuenta antes de ratificar el Estatuto de Roma.
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Es de recordar que El Salvador busca la ratificación del Estatuto de la Corte Penal Internacional y de su respectiva Ley de aplicación en el país, a fin de que juzgue los delitos de lesa humanidad que puedan ser cometidos en el futuro.
Nidia Díaz, diputada y firmante de los Acuerdos de Paz, hizo una remembranza de todo el proceso de paz y enfatizó las recomendaciones de la Comisión de La Verdad; asimismo destacó que fue hasta el gobierno del expresidente Mauricio Funes que el Estado pidió perdón por las atrocidades que cometió el ejército durante el conflicto Armado.
Luego de su larga exposición, se refirió al Estatuto de Roma que consideró importante su ratificación para que los delitos de genocidio que puedan ocurrir en el futuro sean castigados por la Corte Penal Internacional. También resaltó que el Estatuto de Roma no será retroactivo, es decir no juzgará crímenes de lesa humanidad ocurridos en el conflicto armado.
“Es un instrumento que viene hacer una prevención para no repetir hechos semejantes que hubo en el pasado en nuestro país, yo pienso es claro cuando dice que no va ser retroactivo, no va virar al pasado…”, manifestó.
La firmante del proceso de paz recomendó que se ratifique el Estatuto porque es un “instrumento para El Salvador muy importante, porque viene a ser parte de la prevención de repetición de hechos que han conmocionado a la sociedad salvadoreña y viene a ser un sello a la reconciliación”.
En la misma línea, el firmante Francisco Jovel aseguró que es importante la ratificación del acuerdo, pues es un instrumento preventivo de crímenes de guerra. “Es un instrumento preventivo… la corte tendrá competencia de los crímenes cometidos después de la entrada en vigor del presente estatuto”, agregó.
Jovel destacó que el Estatuto no reabrirá las heridas del pasado, por lo tanto dio su visto bueno al mismo, pues dijo que el objetivo de la ratificación es de carácter preventivo y garantiza los derechos humanos.
“Es importante para El Salvador, por eso digo que este Estatuto tiene sobre todo carácter preventivo porque mandata al Estado que no se comenta violaciones a los derechos humanos y la humanidad en general”, señaló.
Finalmente, Oscar Santamaría dijo que valora al estatuto como una norma de carácter preventivo para ser aplicada, de llegar a ocurrir, en hechos atroces cometidos por el Estado. En ese sentido, remendó a los parlamentarios considerar la norma constitucional salvadoreña antes de ratificarlo.
A lo que se refiere Santamaría es a que la Constitución no comprende la pena perpetua (mientras el Estatuto sí lo comprende), y también recomendó profundizar la figura de la extradición.
“En alguna medida aceptable puede ser que es una normativa que venga a resolver los problemas de futuro, en casos que las sociedades podrían de nuevo entrar en una crisis bélica a nivel interno”, consideró.
El Estatuto es un tratado internacional negociado bajo los auspicios de las Naciones Unidas, aprobado el 17 de julio de 1998, con el voto de 120 estados. Dicho estatuto entró en vigor a partir del 1 de julio de 2002, y al que El Salvador busca ser parte.
Nidia Díaz, diputada y firmante de los Acuerdos de Paz, hizo una remembranza de todo el proceso de paz y enfatizó las recomendaciones de la Comisión de La Verdad; asimismo destacó que fue hasta el gobierno del expresidente Mauricio Funes que el Estado pidió perdón por las atrocidades que cometió el ejército durante el conflicto Armado.
Luego de su larga exposición, se refirió al Estatuto de Roma que consideró importante su ratificación para que los delitos de genocidio que puedan ocurrir en el futuro sean castigados por la Corte Penal Internacional. También resaltó que el Estatuto de Roma no será retroactivo, es decir no juzgará crímenes de lesa humanidad ocurridos en el conflicto armado.
“Es un instrumento que viene hacer una prevención para no repetir hechos semejantes que hubo en el pasado en nuestro país, yo pienso es claro cuando dice que no va ser retroactivo, no va virar al pasado…”, manifestó.
La firmante del proceso de paz recomendó que se ratifique el Estatuto porque es un “instrumento para El Salvador muy importante, porque viene a ser parte de la prevención de repetición de hechos que han conmocionado a la sociedad salvadoreña y viene a ser un sello a la reconciliación”.
En la misma línea, el firmante Francisco Jovel aseguró que es importante la ratificación del acuerdo, pues es un instrumento preventivo de crímenes de guerra. “Es un instrumento preventivo… la corte tendrá competencia de los crímenes cometidos después de la entrada en vigor del presente estatuto”, agregó.
Jovel destacó que el Estatuto no reabrirá las heridas del pasado, por lo tanto dio su visto bueno al mismo, pues dijo que el objetivo de la ratificación es de carácter preventivo y garantiza los derechos humanos.
“Es importante para El Salvador, por eso digo que este Estatuto tiene sobre todo carácter preventivo porque mandata al Estado que no se comenta violaciones a los derechos humanos y la humanidad en general”, señaló.
Finalmente, Oscar Santamaría dijo que valora al estatuto como una norma de carácter preventivo para ser aplicada, de llegar a ocurrir, en hechos atroces cometidos por el Estado. En ese sentido, remendó a los parlamentarios considerar la norma constitucional salvadoreña antes de ratificarlo.
A lo que se refiere Santamaría es a que la Constitución no comprende la pena perpetua (mientras el Estatuto sí lo comprende), y también recomendó profundizar la figura de la extradición.
“En alguna medida aceptable puede ser que es una normativa que venga a resolver los problemas de futuro, en casos que las sociedades podrían de nuevo entrar en una crisis bélica a nivel interno”, consideró.
El Estatuto es un tratado internacional negociado bajo los auspicios de las Naciones Unidas, aprobado el 17 de julio de 1998, con el voto de 120 estados. Dicho estatuto entró en vigor a partir del 1 de julio de 2002, y al que El Salvador busca ser parte.
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